Emprender y administrar un negocio, representa enfrentarse
constantemente a la toma de una serie de decisiones desde el mismo
momento en que inicia el proyecto y tal vez mucho antes.
Infinidad de preguntas surgen y todo emprendedor quisiera tener
la varita mágica que le revele el futuro para saber si las decisiones
que tomará son correctas.
Sin embargo, en la práctica esto no es así. Por ejemplo algunas cuestiones usuales que requieren una decisión son:
¿Cuándo debo iniciar?
¿Cuánto me conviene invertir?
¿Que tipo de negocio debo poner?
¿Que medios utilizaré para promocionarme?
¿Invierto ahora en esto o espero?
¿Contrato a esta persona o a esta otra?
¿Sigo con este proveedor o lo cambio?
Esto
por mencionar solo unos pocos ejemplos. Hoy te comparto al menos 10
consejos para tomar decisiones correctas en los negocios.
La
decisión conlleva consecuencias, siempre. Cada día, cada momento, cada
segundo debemos tomar decisiones pero debemos tener muy claro que junto
con ellas, tomamos las consecuencias de las mismas. Por ejemplo, si
decidimos contratar un vendedor, sabremos que representa un impacto en
nuestro presupuesto pero a la vez representará un aumento definitivo en
las ventas.
Las consecuencias de una decisión no siempre se pueden
medir de inmediato. Los resultados podrían percibirse a corto, mediano y
largo plazo. Estar conscientes de cuándo veremos los resultados es
fundamental ya que una decisión puede ser algo positivo a corto plazo
pero podría ser negativa a largo plazo. Ejemplo: bajar o subir precios.
En
cuestiones técnicas es conveniente buscar asesoría para tomar la mejor
decisión. Si necesitas comprar una máquina especial, si necesitas
implementar un nuevo sistema. Siempre deberás conseguir a alguien que ya
tenga ese sistema o esa máquina y que te pueda ofrecer una perspectiva
realista de cómo es la experiencia tanto en aspectos positivos como
negativos, de esa manera te ahorrarás muchísimos dolores de cabeza por
imprevistos.
Reúne toda la información posible previo a decidir. Uno
de los grandes errores en los negocios es decidir acerca de algo sin
contar con toda la información necesaria para que tu juicio sea
acertado. De forma similar, decidir bajo efecto de emociones fuertes
como enojo, ira o tristeza nunca es conveniente. Reúne siempre toda la
información relevante a aquello en lo que tengas que decidir,
especialmente si son conflictos laborales.
Hazte preguntas (planifica
estratégicamente). Una técnica conocida para tomar decisiones acertadas
es hacerse preguntas como ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Quién?, ¿Dónde?.
Responderlas acerca de esa situación en especial te permitirá clarificar
tus pensamientos y definir cuándo es el momento adecuado para algo.
Analiza
otras alternativas. Antes de decidir, explora siempre otras
alternativas. No significa que tu decisión sea mala, simplemente
significa que podría haber otras mejores. Para ello es conveniente
definir tu sentido de prioridades y urgencia y tomarse el tiempo para
analizar si puedes obtener los mismos resultados de forma distinta. Por
ejemplo: decisiones como reducir personal, aumentar precios, invertir en
un evento, etc.
Haga una lluvia de ideas. Reunir a tu equipo de
trabajo o bien reunir a un grupo de personas muy sensatas, creativas e
inteligentes que te ayuden a crear una lluvia o tormenta de ideas para
evaluar o mejorar tu propuesta también es un método que funciona muy
bien. Esto es conveniente por ejemplo para decidir el nombre de un
producto, colores para un uniforme, un logotipo o eslogan, etc.
Finalmente
Decida!. Si estás en el proceso de tomar una decisión de negocios, es
importante decidir. Vacilar o dudar por largo tiempo acerca de algo
solamente crea un sentido de inseguridad negativo. Ante la duda, siempre
es conveniente dar el paso. Es mejor equivocarse y rectificar el camino
que no hacer nada. Pero lo peor de todo puede ser quedarse en el
espacio de la duda. Ejemplos: cuando necesitas prescindir de un
empleado, cuando quieres dejar de prestar un servicio o incluso cuando
necesitas cerrar tu negocio, lo cual no es el fin.
Evalúa los
resultados. Decidir acerca de algo es tan solo el inicio del proceso.
Luego, debes monitorear y dar seguimiento a aquello sobre lo que has
tomado una decisión. Debes buscar retroalimentación que te permita
evaluar y tener un mejor criterio en futuras oportunidades.
Evita la
ansiedad. Otro error común que debes evitar, es tomar decisiones por
ansiedad o por presiones del entorno. Recuerda que no por decidir de
inmediato habrás resuelto con efectividad y en su real magnitud una
situación. Así que busca momentos de serenidad para escribir y evaluar
todos los aspectos relevantes a tomar en cuenta.
En conclusión
podríamos decir que una decisión es buena si además de producir
resultados económicos o comerciales, produce tranquilidad, crecimiento,
desarrollo y paz.
Un artículo de Edwing Amaya
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