Los influencers son una herramienta cada vez más empleada en marketing, y de hecho, el 86% de las empresas ya tiene puesta en marcha una estrategia que los incluye o espera hacerlo próximamente. Al fin y al cabo, estos youtubers, blogueros y "figuras" de las redes sociales cuentan con una amplia red de seguidores que confían en sus opiniones y están dispuestos a probar aquello que recomiendan.
Y a la hora de buscar al influencer perfecto para una campaña, los marketeros suelen centrarse en el número de seguidores del influencer en cuestión, dando por supuesto que eso les dará acceso a una audiencia más amplia, y que por lo tanto será más eficaz. Sin embargo, puede que la influencia de compra sea mayor entre influencers a priori menos populares.
Así lo revela un estudio de Wharton School y Keller Fay Group, que muestra como estos usuarios suponen un canal creible y de confianza que tiene un impacto real en las decisiones de compra de los consumidores. Se trata de personas que no son celebrities tradicionales, ni se caracterizan por su fama y número de seguidores en redes sociales, sino que son individuos muy especializados en algún tema, que realmente les apasiona y que conocen muy bien, y que por eso son vistos como auténticos y se siguen a rajatabla sus recomendaciones sobre qué se debe comprar. Son, a fin de cuentas, expertos en la materia, que no solo hacen sus recomendaciones online, sino también en su día a día.