viernes, 7 de septiembre de 2012

¿Tiene que haber una asignatura para Emprendedores en la educación pública?

La Junta de Castilla La Mancha ha acordado la inclusión, como optativa, de la asignatura de Fomento Emprendedor en tercero de la ESO y en 1º de bachillerato. La pregunta que cabe hacerse es si tiene que haber una asignatura para Emprendedores en la educación pública. A mi, que en origen lo compartía, sinceramente, hoy por hoy, me parece tirar el dinero.

Recordemos que una asignatura similar ya se aprobó por el Gobierno anterior en julio del año pasado, Orientación Profesional e Iniciativa Emprendedora, como optativa de cuarta de la ESO. Desconozco si, dadas las fechas esto ya está aplicando en los centros o no, pero me da igual. Y por lo que veo no soy el único.

Veamos dos opiniones al respecto. La primera la de José Sande Ereira, en las conclusiones de su artículo Orientación profesional e iniciativa emprendedora en la ESO: ...no responde a las necesidades educativas y sociales: no es obligatoria para todos los alumnos, su currículo no garantiza la adquisición de conocimientos económicos y no existe en los centros un perfil de profesor realmente preparado para impartirla.

Coincido con su análisis totalmente, al igual que con la critica de fondo que hacía Ricard Bonastre en emagister:
De lo que se trata es que nuestros estudiantes se “sientan” emprendedores, no de que “aprueben” la asignatura de “Iniciativa emprendedora”.
¿Mi opinión en concreto? Los alumnos deben conocer unos rudimentos mínimos de Economia, finanzas, empresa, etc. Esos conocimientos deben serlo como asignatura troncal, obligatoria, y no vinculada a ningún fomento del emprendizaje. Son un kit básico para andar por la vida.

El problema, como acertadamente señala Bonastre, es que lo de emprender conlleva una actitud, ya seas empresario, trabajador o religioso. Y me temo que no sólo es que su experiencia sea muy limitada, es que en la mayoría del profesorado que conozco dicha actitud brilla por su ausencia, habiendo una crítica feroz al mercado libre.

En general, sus ideas están mucho más en consonancia con el ideario de Educación para la Ciudadania y su demonización del empresario ¿Vamos a gastar dinero público, o lo que es lo mismo, dinero privado extraído con los impuestos, para que estos profesores destrocen esta materia?
Si alguien tiene alguna duda sobre el ideario que circula por nuestros centros educativos, que escuche el audio de esta entrevista.

Conmigo que no cuenten. para sacarse la foto ya están los políticos, sean los del Gobierno anterior o los de éste, que creen que todo se arregla vía decreto.

Vía | ABC

En Pymes y Autónomos

martes, 4 de septiembre de 2012

La Soledad del Emprendedor

Hoy hemos puesto el dominio La Soledad del Emprendedor . com a este blog para que sea mas sencilla su memorización.

F1

Ademas, tambien añadimos nuevos complementos en la columna lateral con el fin de hacer más util este blog.

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La amistad y la bonhomía deben ser factores exponenciales para los emprendedores.

Como todos sabéis, siempre me gusta hablar de personas emprendedoras y no de proyectos emprendedores y por este motivo hoy, quiero citar dos conceptos humanos que además, estoy seguro que se pueden extrapolar a todo tipo de organizaciones.
Es además un post dedicado a mi querido amigo Jordi Pedragosa, Petri, quien físicamente ya no está entre nosotros, pero que me acuerdo de él, y mucho.
Vamos a por ello pues.
¿Qué quiere decir para mi amistad?
Para mi quiere decir, darte luz cuando estás en la oscuridad aunque muchas veces te deban decir cosas, que a lo mejor no te gustará sentir.
Para mi quiere decir, alguien que te dará todo lo que tiene sin esperar nada a cambio, aunque sabiendo que en todo caso, lo único que quiere es que estés mejor.
¿Y bonhomía?
Según la RAE: “Afabilidad, sencillez, bondad y honradez en el carácter y en el comportamiento”
¿Y todo esto como liga con emprendedores?
Vivimos en un mundo realmente muy duro, muy bestia y que muchas veces las cosas que pasan no son para nada coherentes ni las podemos entender. Podemos pensar que todo es una mierda o también podemos pensar que nosotros podemos hacer algo para cambiarlo, y si queremos hacerlo, estoy convencido que debemos poner estos valores de amistad y bonhomía encima de la mesa, conjuntamente con los huevos.
¿Cómo ponerlos encima de la mesa?
Creando proyectos que ayuden a las organizaciones a solucionar sus problemas y satisfacer sus necesidades reales, sean las que sean, pero sobretodo, haciendo que las empresas sean más humanas, más afables, más sencillas y que sobretodo, alineen palabras con hechos, es a decir, coherentes y responsables.
Mis padres me han facilitado una educación y un entorno donde estos valores, amistad y bonhomía, eran básicos y necesarios. Gracias.
Pero, por el camino me he encontrado con grandes amigos como Jordi, PETRI (y si, en MAYÚSCULAS), que también me han demostrado que se puede ser emprendedor siendo un buen hombre. GRACIAS
Es decir. “No os dejéis engañar. Se puede emprender con valores como la amistad y la bonhomía”

Albert Riva

lunes, 3 de septiembre de 2012

Emprendedores, anomalías y empresarios

El emprendimiento es relacionado permanentemente con iniciativas empresariales. Reducirlo a tal categoría le quita al concepto su significado último: la capacidad de transformar un sector o ámbito. Esto es, no nos transformamos en emprendedores por el sólo hecho de realizar actividades empresariales. Conozco buenos empresarios desarrollando su actividad en campos tradicionales y siguiendo casi un manual implícito, de cómo opera la industria o mercado en que hace negocios. Generan empresas, montan operaciones, obtienen resultados y  excedentes por su actividad. ¿Emprenden? Digamos que son empresarios. Necesarios, vitales, indispensables.

Al emprendedor lo distinguen sus atributos emocionales más que instrumentales o racionales. Su pasión lo hace abrazar una anomalía que le genera malestar y decide consagrar buena parte de su tiempo a diseñar ofertas para eliminarla. El Médico chileno Fernando Monckeberg por ejemplo, dedicó su carrera a emprender, orquestando el cambio que hiciera de la desnutrición una vergüenza, una anomalía indeseada para toda la sociedad. Creó organizaciones, utilizó financiamiento, empleó personas y satisfizo necesidades. Actuó empresarialmente, pero fue también más allá. Hoy, nadie en el país toleraría resignadamente la desnutrición como un mal “normal” y acaso “inevitable”. Ese cambio cultural, es lo que llamamos emprender: transformar no sólo el modo práctico en que enfrentamos los problemas, también la manera como los entendemos y concebimos culturalmente. El suyo, fue además, un emprendimiento social.

Hecho este distingo, me parece necesario abogar por la generación de ecosistemas que permitan tanto fortalecer la capacidad empresarial como fomentar el emprendimiento. Cuando resolver problemas o necesidades no basta, el emprendedor se hace imprescindible. Al profesional le satisface hacer bien su trabajo y tener clientes satisfechos; al artista, realizar bien su oficio y obtener el reconocimiento de pares y su público; al empresario, tener utilidades razonables para su esfuerzo en el negocio. El emprendedor rara vez está satisfecho. Es un inconformista consumado, que lidera los cambios. Es una especie rara en un ecosistema rígido y luce orgulloso su rareza. El emprendimiento no reconoce ámbito y puede ser económico, cultural o social.

Stephan Schmidheiny, fundador del Grupo Nueva. Holding controlador de Masisa, ha dedicado su esfuerzo empresarial a alinear los intereses de empresas y sociedad civil. Schmidheiny entiende que no hay “buen negocio en comunidades pobres”, por lo que promover la erradicación de la pobreza, la protección ambiental y el crecimiento económico, deben ser parte de las estrategias empresariales, más allá incluso de la RSE, planteando que al meno un 10% de las ventas de su compañía, deben provenir de negocios inclusivos desarrollados con o en, la Base de la Pirámide – BdP-, esto es, la población de más bajos ingresos.

Este empresario y emprendedor suizo con profundo conocimiento de América Latina, impulsó AVINA, fundación que  establece alianzas estratégicas con Ashoka, WRI, Endeavor  y FUNDES, entre otras, para cumplir su misión y fue uno de los pioneros en promover la sustentabilidad ambiental, ya desde la Cumbre de Río en 1992. De este modo se hace cargo de la anomalía que entiende a la empresa como un mero agente productivo o económico.

Son muchísimas las anomalías en Chile y el mundo, que están esperando por emprendedores ávidos de consagrarse a superarlas. Faltan emprendedores en el país, y el ecosistema de fomento actual se focaliza exclusivamente en la actividad empresarial individual y en los proyectos, no en las personas. Importa más la persona del emprendedor que un buen proyecto, no existen las ideas, sino personas que sueñan realizarlas. Para emprender necesitamos cultivar la habilidad de hacer ofertas poderosas que hagan sentido y transformen las vidas de personas y comunidades. No sólo comercializar “con éxito” un buen producto o servicio.

Un artículo de Hector Jorquera