Estoy
convencido que los políticos de este país no saben nada o muy poco del
mundo emprendedor. Por eso necesitamos que los actuales emprendedores
triunfen al estilo de los grandes toreros. Así se hablará de ellos para que sirvan de estímulo a los que se están pensando lanzar y crear su propio proyecto.
Este
es el mal de este país, que a los emprendedores nadie les hace caso.
En un país donde triunfan los programas televisivos sobre famosos y
“triunfitos”, es necesario que algún emprendedor salga a la palestra y
cuente su historia. Nosotros lo hemos contado en el Libro Retirarse a los 40, sé emprendedor, pero necesitamos a alguien que lo pueda explicar mejor.
En
Estados Unidos funciona. Cada vez que sale un emprendedor que se hace
millonario, todos lo adoran y le piden que explique como ha conseguido
elsueño americano.
Es una sociedad que premia al que se esfuerza como emprendedor, sean
los resultados que sean. Si se fracasa, le invitan a que lo vuelva a
intentar.
Aquí todo lo contrario. La presión social y familiar es muy fuerte y
se palpa en el cogote del emprendedor. Así, los movimientos de éste
son muy calculados. Tenemos que cambiar esto. Hay que apoyar al que se
esfuerza, al que arriesga lo cierto por lo incierto, al que lucha por
conseguir una vida mejor basada en un sueño personal.
Necesitamos
un emprendedor que triunfe como los toreros y nos explique a todos
cómo empezó a gestar su proyecto, a lidiar las primeras corridas y a
ser embestido una y otra vez. Pero que al final triunfa en las Ventas y
corta orejas, rabo y una súper ovación de un público entregado a las
proezas y hazañas del joven emprendedor. Y luego esa historia se repite
en los telediarios, programas de TV, Radio y prensa en general.
Entonces miles de jóvenes se lanzarán a la conquista de su sueño personal,recordando al torero que les inspira su enorme valentía de ir detrás de un sueño.