Si en estos momentos eres el dueño de una pyme y tienes empleados contratados, puede que no te hayas percatado todavía de todo el potencial que éstos pueden llegar a tener, siempre que sepas distribuirlos en las áreas indicadas. Muchos empresarios se centran en los costes de la empresa, el rendimiento de las ventas, los impuestos y se olvidan de sus trabajadores, que al fin y al cabo son una de las partes más importantes de su negocio.
A lo mejor puede que sí te hayas dado cuenta, pero no quieres que tus empleados se agobien con la presión de un trabajo para el que no están capacitados. Además, no quieres invertir en un personal más cualificado, perdiendo todo lo que has invertido en ellos, todo el tiempo, dinero, y la formación que han recibido.
Estos problemas se vuelven aún más complicados si tu negocio forma parte del sector de la tecnología, sector que está en constante cambio. Las nuevas técnicas o métodos son esenciales para que tu negocio siga creciendo. Sencillamente, la respuesta a todos estos problemas se resume en tener buenas estrategias de gestión del talento.
En pocas palabras, la gestión del talento es el compromiso de la empresa para reclutar, retener y desarrollar a los mejores empleados para cualquier trabajo. Todo es cuestión de saber qué tipo de personas forman parte de tu empresa. Se trata de conocer las fortalezas, habilidades y potencial que cada trabajador aporta a la empresa y como hacer para que ese conocimiento sea productivo al cien por cien.
Actualmente, la gestión del talento ha sido asumida por la mayor de las empresas y posteriormente ha evolucionado hasta convertirse en un complejo conjunto de procesos, fórmulas y estadísticas. Aunque la mayor parte de esta se encuentra más allá del alcance de las pequeñas empresas, como idea y en su práctica más fundamental, la gestión eficaz del talento es una parte esencial de los negocios, incluso entre las pequeñas empresas. Si está trabajando con recursos limitados, ¿no tiene sentido que desees sacar el máximo partido de ellos?
1. Debes darte cuenta de que tus empleados son tus mayores activos.
Aunque las grandes empresas tengan una ventaja sobre las pymes cuando se trata de la gestión del talento, simplemente por la enorme cantidad de recursos que puede llevar a cabo, por lo general se quedan cortos en el lado humano. Ellos se dan cuenta de que los empleados son valiosos para suempresa, pero los tratan de manera muy impersonal.
Como propietario de una pequeña empresa es necesario que te propongas conocer a tus empleados. Esto es algo muy importante y de gran alcance. Si inviertes en tus trabajadores porque valoras a la persona que hay detrás de los esfuerzos, te garantizo, que vas a llegar más lejos en tu negocio.
2. Mantente en contacto con la marca de tu empresa, la cultura y las metas a largo plazo.
No te hagas el miope con la contratación o capacitación. Es necesario que tengas en cuenta donde está tu negocio ahora, cómo funciona y dónde llegará en el futuro, ya que todo esto va a dar forma al trabajo de tus empleados y qué es exactamente lo que van a hacer.
3. Se claro con el trabajo que desempeña cada uno.
Esto incluye no sólo tener una descripción clara del trabajo para cada función, si no también conocer qué conjunto de habilidades puede desempeñar cada empleado según su personalidad. No tengas miedo de hacer un poco de ensayo y error, si es necesario. Puedes barajar y evaluar la nueva configuración de los empleados para ver si vale la pena continuar. Por último, no olvides volver a evaluar, al menos una vez al año, la efectividad de las posiciones clave de la compañía para ver si las hay que sumar, restar, o mejorar las responsabilidades que desempeña cada uno.
4. Cuenta con sistemas para mantener el crecimiento y el desarrollo.
Muy pocas pequeñas empresas son estáticas. La mayoría de empresas pequeñas se enfrentan a cambios que son necesarios en el trabajo, como por ejemplo el número de empleados y los conjuntos de habilidades. Como propietario de una pequeña empresa, tienes la necesidad de contar con sistemas establecidos para mantener el crecimiento y el desarrollo. Esto puede incluir cosas como tener un Sistema de Gestión del Aprendizaje sólido (LMS) y una escala definida de mejoras para los empleados dentro de la empresa.
5. Habla con tus empleados.
Escucha que te dicen, cómo se sienten y cómo piensan acerca de las cosas que pueden ser mejores en sus puestos de trabajo. Puedes quedar muy sorprendido de lo que escuchas. También debes tener algún tipo de sistema para evaluar el desempeño, ya sea por los compañeros de trabajo o empleados encargos de dirección.
En resumen, para obtener el máximo rendimiento de tus empleados, hay que reconocer su valor innegable para tu empresa. Tienes que tratar a tus trabajadores no sólo como un recurso valioso,sino como personas importantes que tienen el poder para impulsar tu negocio.