viernes, 29 de junio de 2012

7 Razones por las que Emprender ¡es lo más!

¿Qué es para ti lo mejor de emprender? Déjanos un comentario.
Suelo conversar a menudo con emprendedores, ya sea en sesiones de Coaching o porque me gusta rodearme de personas creativas, inquietas, innovadoras, que están haciendo su leif motif realidad. Todos estamos unidos por esa pasión de comenzar algo nuevo, nuestra motivación es expresarnos a través de ello. Solamente escribirlo me pone los pelos de punta!
Al preguntarles cuáles son sus motivos y por qué emprender “es lo máximo”, he encontrado ciertos patrones en sus opiniones, que son las 7 razones más expresadas por aquellos a quienes he preguntado. Se me ha ocurrido poner canciones relacionadas a cada punto. Espero disfrutéis de la lectura y de la música. ¡Emprender es lo más! :)
Libertad: Libre. El chaval de la peca.
Casi todos coinciden en que esta es, si no la más importante, una parte primordial de su actividad. Recalcan que no se trata solamente de “trabajar cuando quieres” porque hay que ser muy disciplinado y constante, sino de poder llevar tu propio negocio, sin restricciones de terceros, poder fijar y alcanzar tus propios objetivos. Se acabaron los bonus por objetivos cumplidos: esos eran objetivos de otros.

Creatividad: Making love out of nothing at all. Bonnie Tyler
Ser emprendedor te permite ser tan creativo como quieras, sin que nadie te diga que “siempre se ha hecho así”, sin sentirte ignorado al proponer iniciativas porque no se sabe como resultarán esas soluciones, etc. Personalmente, me apasiona y amo emprender porque no tengo que ser otra persona distinta a quien soy porque puedo crear y arriesgar sin que nadie me limite.
Control: My way. Frank Sinatra.
Cuando trabajas para una empresa, has de planificar tu vida personal basándote en tu horario laboral mientras que si puedes controlar tu actividad profesional, planificas tu vida laboral alrededor de tu vida personal. Cuando emprendes eres el dueño de tu vida y puedes controlar casi todos sus aspectos y es más factible el equilibrio en todas las áreas.
Valores: Sólo le pido a dios. León Griego y U2.
Hay personas que no se encuentran cómodas con los valores que representan las empresas o sectores para los que trabajan. Esto se esfuma, supuestamente, cuando trabajas para ti mismo. Al emprender, puedes (y debes) alinear tu empresa con tus valores más profundos, tu filosofía de vida e ideales. De este modo puedes compartir con tu profesión los valores que te guían y te mueven en tu vida personal.
Esfuerzo: The walk of life. Dire Straits.
Cuando emprendes puedes canalizar todo tu esfuerzo en hacer tus sueños e ideas realidad, siendo mucho más productivo y eficiente. Pese a que construir algo de la nada constituye un gran esfuerzo, la pasión por tu idea y los pequeños resultados te harán ver ese sudor de tu frente como un baño de espuma.
Motivación: Don´t stop me now. Queen.
Desconozco la razón, pero cuando se habla de motivación, la gente sale huyendo como si se tratase de un tema empalagoso o sólo para débiles. (Quizá esa es sólo mi percepción). Sin embargo, todos los emprendedores con quienes hablo (entre los que me encuentro yo misma, con quien mantengo largas conversaciones) me dicen lo mismo: ¡la motivación es esencial! Y yo añado, no sólo en el emprendimiento, sino en la vida. La motivación puede suponer la diferencia entre tu éxito y tu no-éxito. Sentirte motivado aumenta tu autoestima, te mantiene enfocado, te ayuda a conseguir pequeños resultados y te anima a conseguir tus metas.
Pasión: Eye of the tiger. Survivor.
Cuando emprendes “de verdad” sientes pasión por tu proyecto, por tu idea, por tu trabajo, nada te puede parar. La pasión es la que te impulsa, la que te hace superar los obstáculos y te levanta cuando caes. La pasión es la que impide que fracases. Cuando las cosas no te han salido como esperabas, no lo veas como un fracaso, sino como una experiencia de la que has aprendido.
Ahora te pregunto:
¿Eres emprendedor pero no emprendes porque no estás seguro? ¿Te motivan estas razones pero necesitas un empujón? ¿Qué necesitarías para dar ese paso? ¿Qué es lo que quieres? ¿Cómo te ves si ya lo hubieras conseguido? Tus recursos, aunque ni siquiera seas consciente de ello, están dentro de ti. Sólo necesitas hacer que emerjan a la superficie.
Para mí lo mejor de emprender, aparte de una mezcla de las razones que he descrito, es la energía que me da y el aprendizaje continuo y constante. La energía que me invade cuando me siento con un cliente y le escucho, cuando me doy cuenta de que algo ha hecho click en él porque acaba de descubrir algo sensacional sobre sí mismo, cuando noto que su motivación va en aumento y va dando pequeños pasos hacia sus objetivos, cuando preparo la siguiente sesión, cuando escribo estos artículos y los de mi propio blog, cuando siento que “me lo estoy currando”, es desbordante.
Y el aprendizaje. Aprender me llena de vitalidad y de emoción por lo que hago. Aprendo de los libros que leo, aprendo de vosotros cuando me leéis, aprendo de la gente a quien sigo en Twitter y de quienes me siguen, aprendo constantemente de mis clientes. Para mí, emprender es lo más. ¿Y para ti? ¿Qué es lo mejor de emprender? ¿Nos lo cuentas?

Esther Roche

jueves, 28 de junio de 2012

¡¡ Nos jugamos el Futuro!!

Vivimos momentos complicados para la sociedad civil. Ya no lo limito a España, ya que la universalidad del momento nos pide una reflexión profunda.
Algunas voces estamos entonando un discurso que preconiza la “Emprendeduria” como una de las acciones más importantes para salir de esta situación. En España con una tasa de desempleo juvenil del 54,1 % según los datos de Eurostat del pasado mes de marzo, nos vemos abocados a desarrollar proyectos profesionales propios. La supervivencia pasa por este camino y hoy, debido a esta situación, se están creando los empresarios del futuro.
¿Pero qué tipo de empresarios van a forjarse? ¿Qué enseñanzas y experiencias están adquiriendo los jóvenes empresarios del mañana?
Muchas personas están optando por ser Emprendedores como salida a la cris. Esta decisión viene vinculada a la necesidad de “tirar para adelante” que lleva a nuestros jóvenes a tener que tomar iniciativas tanto a nivel laboral como social. En un post de mi blog “Huir del desastre”  ya anticipaba la problemática que algunas personas están generando para que el talento, y sobre todo los jóvenes, se queden en nuestro país para aportar valor a nuestra sociedad y economía. Alegremente políticos y fuerzas sociales les “invitan” a salir fuera.
Personalmente creo que no es la única solución para poder acceder a un mercado laboral. Desde tu lugar de residencia, tu país, tu cultura, se puede dar servicio a cualquier parte del mundo. La red nos universaliza y nos hace aldea global. Me gustaría que algunos de los que dicen que hay que salir fuera acudieran a algunas Conferencias de Emprendedores que desde su sitio local ofrecen productos y servicios a nivel mundial.
Muchos agoreros hablan de una “Generación Perdida”. En mi caso creo que estamos en presencia de una “Generación Decisiva”. Una Generación que va a decidir en los próximos años cuales son las reglas del juego. Es responsabilidad de todos transmitir y desarrollar valores que esta Generación pueda imponer desde sus proyectos profesionales, y sobre todo desde las Empresas que están empezando a montar ahora y que formaran parte del tejido empresarial español en los próximos años.
Transmisión de valores a los jóvenes que mañana decidirán el futuro, deben, a mí entender, son los siguientes:
Políticos: Responsabilidad, ética, compromiso, vocación de  servicio público frente a la corrupción, enriquecimiento a costa de los presupuestos públicos y falta de moral actual
Sociales: Generación de valor a la sociedad, responsabilidad social, respeto por el medio  ambiente frente al  individualismo,  la evasión de impuestos y el “que se apañen los demás” existente
Empresariales: Realizar proyectos que aporten valor, que sean éticos, que generen empleo, que sean innovadores frente al beneficio por encima de las personas, , el maltrato al empleado y los despidos para que salgan los números
Nuestros jóvenes se están llevando la impresión de que cualquier reforma es para reducir, apretar, imponer, castigar y despedir. Dándole un sentido impositivo a todo aquello que nuestros gobernantes tocan. Viendo además como desde cualquier institución o cargo público se malversan fondos y se enriquecen a costa de los ciudadanos, generando un sentimiento de corrupción constante que es fatalmente aceptada por la sociedad. Hace tiempo preguntaba a un Director Financiero venezolano sobre la corrupción en Venezuela, y él me contesto que no había notado muchas diferencias entre Venezuela y España.
Los Empresarios que salgan de esta situación de crisis estarán marcados por una serie de influencias que los diferenciaran como líderes en el futuro. Serán unos valores distintos y nuevos. Algunos de ellos:
Capacidad de sufrimiento: Al vivir unos momentos difíciles valoraran más la capacidad de salir adelante. Serán luchadores y convivirán con ese espíritu ya que les marcara desde sus inicios
Búsqueda de salidas nuevas ante la incertidumbre: Ya no existe la bonanza y la estabilidad. Todo cambia constantemente y ellos sabrán vivir con esa incertidumbre. Lo que les hará ser mar creativos y tener la flexibilidad para manejar cualquier tipo de problemas.
Adaptación a los cambios: Sobreviran los empresarios que mejor sepan adaptarse a los cambios. Por lo que esa criba de supervivientes empresariales convivirán con una adaptación al cambio constante.
Utilización de la tecnología: Ya nada es igual y nunca lo será. La Aldea Global y la Tecnología lo han cambiado todo. Nuestros empresarios del futuro tendrán a la Tecnología la aliada para desarrollar sus negocios. Da igual la ubicación física, ellos sabrán que sus empresas son universales.
Optimización de costes: La etapa que les ha tocado vivir es muy diferente a la de hace unos años. Valoraran que ya no tienen el apoyo de los bancos o de inversores que firmaban un cheque en blanco para proyectos. Van a tener que sudar cada Euro y por ello sabrán optimizar los costes. No serán derrochadores porque saben que en cualquier momento pueden venir mal dadas. Serán previsores y medirán cada inversión.
El mensaje que les demos a los jóvenes empresarios de ahora es el que tendrán en su método de trabajo en el futuro. Los valores que transmitamos son los que desarrollaran en sus empresas. Los empresarios “mayores” (voy a cumplir 42 años y después de 8 proyectos empresariales creo que ya estoy en ese rol) tenemos el deber y la obligación de dar mensajes positivos y de solidaridad, y ayudar a los nuevos Emprendedores para tener empresarios con valores en los próximos años. Es una responsabilidad a la que no debemos renunciar.
Hace poco en Expomanagement escuche dos frases que tienen que ver cómo deben afrontar los Emprendedores sus actuales aventuras. Ferran Martinez, ex jugador de baloncesto del Barcelona, Joventut y Panatinaikos e internacional absoluto con España, comentó que  un Deportista no puede dejar de ser Optimista, porque si no se hunde. Al Emprendedor le tiene que ocurrir lo mismo. Su optimismo debe ser constante, no puede permitirse el lujo de ser pesimista.
Ferran Martinez también hablo que Michael Jordan, que encarna el Éxito a nivel deportivo,  perdió más de 400 partidos en su carrera deportiva y fallo 36 tiros decisivos para ganar el partido. Y a continuación dijo una frase que no debemos olvidar y que debe retumbar en todo Emprendedor: “El Triunfo se forja a través del fracaso”.
Desde aquí mi enorme apoyo a los Emprendedores que se inician ahora. Ellos forman parte mi futuro y el de todos. Deben ser mejores que nosotros. Tenéis que ser la Generación que cambio las cosas a mejor. Mi total confianza, apoyo  y gratitud por lo que vais a hacer.
Sigueme en Twiter @AngelLargo1970

miércoles, 27 de junio de 2012

La virtualización, una oportunidad para las pymes de conseguir beneficios

Según ha detectado un nuevo estudio realizado por Canalys, entre 350 partners del canal que dan servicio a pymes en la zona EMEA, entre las que han adoptado la virtualización, el 48% han virtualizado la infraestructura básica de TI de su actividad. Durante los próximos dos años, sin embargo, se espera que el 75% de las pequeñas y medianas empresas amplíen sus programas de virtualización para incluir aplicaciones críticas de la actividad y otras prestaciones. De hecho, los socios de canal predicen que el 38% de estas empresas habrán virtualizado más del 80% de sus negocios, mientras avanzan hacia la TI como un servicio, sobre el 20% de las empresas hoy en día.

Reducir los costes es el factor impulsor más inmediato para la virtualización por el 71% de los encuestados, aunque viene seguido muy de cerca por el deseo de asegurar la continuidad del negocio y mejorar la utilización del hardware. En cuanto a las prioridades de negocio generales de las pymes, además de las tecnológicas, tenemos la reducción de costes, la continuidad de la actividad y la agilidad de negocio, que destacan como las tres primeras, poniendo en evidencia la compenetración existente entre los impulsores de la virtualización inmediata y los objetivos a más largo plazo. La mayoría admiten que la virtualización y el Cloud Computing están vinculados entre sí.
“Muchas decenas de miles de pymes en la región EMEA ya han adoptado la virtualización, y este estudio refleja que esto puede ser solo la punta del iceberg en términos de la profundidad y amplitud que puede alcanzar la adopción por parte de estas empresas”, dijo Alejandro Solana, director técnico de VMWare Iberia. “VMware ha intensificado su compromiso con las pymes a través de su iniciativa Real World Advantage y ofrece productos y paquetes adaptados a sus necesidades específicas. Estamos ante una gran oportunidad para socios de canal de trabajar en colaboración con VMware para el sector pymes y ayudarles en su viaje a la virtualización y el paso hacia el Cloud Computing”.

http://www.muypymes.com

martes, 26 de junio de 2012

La fe del converso

Hace algún tiempo que no me refiero en este blog al mundo de los Recursos Humanos (R2H2). Basicamente se debe a dos razones.
La primera es que hace tiempo que me di cuenta que con el núcleo duro de gestores que llevan años en el puesto es practicamente imposible conseguir que modifiquen su forma de entender que las personas no son recursos. Han asumido que su labor es la del perro del pastor que intenta que el rebaño no se disperse y, sobre todo, que siga siendo un rebaño docil y controlable. Son simples ejecutores de las decisiones de la dirección, muchas de ellas injustas o poco adecuadas.
La segunda es que, a pesar de mis críticas a la función en general, me he encontrado (y cada día más) con muchos buenos profesionales, normalmente jóvenes, que tienen otra visión del departamento, que quieren cambiar las cosas (empezando por el nombre) y que incluso rechazan muchas de las prácticas actuales. Todavía hay esperanza.
Como digo, no tenía intención de volver a hablar de R2H2 en mi blog de Branding Personal porque es un concepto que, hasta ahora, ha sido despreciado, maltratado y ninguneado. Pero mira por donde parece que ultimamente el tema se ha puesto de moda entre los responsables del departamento de personal. Varios amigos del mundo de R2H2 me han comentado que ultimamente no hay reunión, foro, conferencia o debate del sector en el que no surja el concepto de Marca Personal.
Igual que San Pablo, parece que han caido del caballo y han visto la luz, quizás consideran que es su última oportunidad para salvar al departamento del desastre. Y como suele suceder cuando un escéptico se convierte, por miedo o para hacerse perdonar, suele ser siempre el más devoto, el más fervoroso en sus demostraciones de fe. Parece que antes había que mantener el Branding Personal lo más alejado posible del negocio y ahora parece que es el bálsamo de Fierabrás.
El problema es que, salvando las excepciones de los profesionales más jóvenes o los más avanzados, R2H2 está marcado por muchos años, décadas de malas prácticas que han generado una enorme desconfianza. Aunque podía haberse convertido en una de las funciones más estimulantes de una empresa, han acabado siendo percibidos como los ejecutores de las decisiones de la dirección que priorizan los criterios económicos sobre los humanos. Entiendo que las empresas no son organizaciones de caridad, pero R2H2 debería haber intentado contrapesar algunas decisiones en lugar de apoyarlas.
R2H2 empezó siendo Sméagol, un humilde Hobbit (los de personal) que un día se encontró con el gran poder del anillo, se convirtió en Gollum (Recursos Humanos) y poco a poco se fue corrompiendo. R2H2 llegó a estar cerca del poder, a disponer de coche de empresa y despacho junto al director general (“Mi tesooooro”) y dejó de estar dispuesto a jugársela por unos simples Recursos. Ya no se trataba de desarrollar personas sino de mantenerlas ocultas, dóciles y productivas.
Por eso, cuando aparece un concepto como el Branding Personal que pretende que los profesionales aumentemos nuestro valor y pensemos por nosotros mismos, lo consideran como algo a erradicar. Pero además, R2H2 ha creado una industria paralela de servicios que considera que si los profesionales aprenden a desarrollar su Marca Personal puede ser el final de su negocio. Y la cosa no está para tonterías. Aquí tienes algunos ejemplos:

Empresas de Outplacement o Recolocación

Como consecuencia de las crisis de los 80, empezaron a surgir empresas que, cobrando unas tarifas obscenas, se hacían cargo de los directivos despedidos y les ayudaban a recolocarse. Luego eso se generalizó y se extendió a todo tipo de profesionales. Los EREs de los 90 les hicieron ganar mucho dinero. Su principal función era alejar la empresa que despedía de esos “sobrantes”, el denominado efecto Pilatos (por lo de lavarse las manos).
En la época pre-Internet les dejaban conectarse a los portales de empleo y les enseñaban a hacer un Curriculum. Hoy, todo eso ha perdido su sentido, pero como hay mucho directivo casposo de R2H2 que no sabe lo que es Linkedin ni tiene ni idea de Branding Personal cree que esta es una solución interesante. Como es lógico, un concepto como el Branding Personal es percibido como una enorme amenaza porque es equivalente a IKEA en el sector. Ya no tienes que pagar un pastón por algo que puedes hacerte tú mismo. Así que temen que en las organizaciones empiecen a introducir el Branding Personal en sus programas de formación para ir preparando a sus profesionales ante un más que hipotético despido.

lunes, 25 de junio de 2012

Crear tu primer producto en poco tiempo, con poco dinero y mucho esfuerzo

Quienes estén pensando en crear una empresa y a partir de ella desarrollar un negocio rentable a largo plazo, ya sabrán que no hay atajos, no existen autopistas y siempre tendrán que hacer alguna inversión, por poca que sea. En mi opinión en lo primero que debes invertir es en el producto.
Aunque no tengas dinero, si logras ser eficiente y tener a mano las herramientas adecuadas, en poco tiempo puedes tener un producto apto para su comercialización.
Si piensas que crear un producto no es necesario(¿tienes un “empleo estable”?), solo dejo para la reflexión individual una frase que lancé en Twitter hace unos días como continuación de un post en mi blog:
Lo más inestable que existe para un profesional es el “empleo estable”. Y lo dice alguien que lleva 17 años trabajando en la misma empresa, en donde está haciendo carrera, con un clima laboral satisfactorio y que es tomado en cuenta en los planes de futuro de la compañía. Está claro que si llegó a esta conclusión no es de modo reactivo, sino proactivo.
Si alguien lo duda, cabe preguntarse si es normal que en un país de los que se denominan desarrollados es normal que una de cada cinco personas en capacidad de trabajar no encuentre un empleo. Afortunadamente, los profesionales que tengan un producto propio en su portafolio minimizarán mucho el riesgo derivado de su “empleo estable” porque bien tendrán otros ingresos o bien porque tendrán una ventaja en la percepción de su marca personal, cosa que mejora mucho la empleabilidad.
Tener un producto propio dice mucho de lo que eres capaz de hacer, a diferencia del CV y ya sabes lo que dicen y aplica para el CV, el papel lo aguanta todo.

¿Qué fue primero, el producto o la empresa?

Son muchos los que crean una empresa sin tener un producto, seguramente porque tienen muy claro que quieren tener una empresa y tienen una idea general de lo que van a ofrecer pero sin haber desarrollado una oferta concreta al respecto. Esto es un error que lo viví en carne propia con mi primera y mi segunda empresa. Cuando tenía 19 años establecí con mi hermano Gabriel una empresa de servicios tecnológicos, enfocada a la venta y mantenimiento de ordenadores y venta de equipos y suministros. Habíamos estudiado el mercado, existía demanda, conocíamos a la competencia y hasta teníamos un proveedor de equipos que nos garantizaba un margen adecuado.
No obstante, nuestra empresa tenía tres problemas iniciales: el primero es que no teníamos clientes ni referencias. El segundo, es que ofrecíamos un producto genérico que vendían muchísimas empresas similares a la nuestra; casi era como no tener un producto. El tercer problema y fue el más grave de todos, es que lo que sí teníamos eran costes fijos. Eran bajos, pero fijos. Habíamos alquilado una oficina, nos dimos de alta en todo lo que la ley exigía pero que se podía haber aplazado y por tanto comenzamos a pagar impuestos y tasas, hicimos tarjetas de presentación, papelería y un largo etcétera y todo esto antes de saber si íbamos a tener clientes.
Al final, fueron viniendo las ventas y en un momento dado pudimos firmar un contrato con una sucursal del Citibank que se encontraba fuera de la ciudad y necesitaba un servicio de mantenimiento para sus servidores.
Este contrato nos aportó una relativa estabilidad ya que cubría los gastos y nos dejaba algo de dinero pero luego de tres años funcionando, decidimos que no merecía la pena continuar y quedó como un proyecto formativo que me aportó tanto o más que el máster en dirección que hice años después.
Dicen que los seres humanos no chocamos dos veces con la misma piedra, pero no es verdad. A los 24 años me embarqué en una segunda empresa, algo distinta. Había finalizado la carrera de empresariales y decidí probar con una empresa de consultoría para pymes. No solo me volví a meter en gastos fijos antes de vender y tener clientes, sino que además ahora no había ningún producto, ya que era una empresa 100% de servicios. Tenía una socia que se incorporó más tarde, Liliana, que no solo es buena consultora, sino que además es una excelente comercial siendo esto último su principal aporte.
Por tanto vinieron clientes y comenzamos a facturar y en el camino nos centramos tanto en la consultoría como en la formación. Así estuvimos tres años pero al igual que la primera experiencia, la ausencia de una base de clientes permanente producía una descompensación en la cuenta de resultados, a pesar de que se cubrían los costes y es que una empresa crea valor para sus propietarios cuando la inversión (y eso incluye el tiempo que has dedicado a crear la empresa) no solo produce rentabilidad, sino que además la rentabilidad es mayor a la que produce el dinero ocioso en el banco. Dicho de otro modo, una rentabilidad del 3% sobre la inversión está bien, pero tu empresa no crea valor a los accionistas si el banco te paga el 5% en un depósito a plazo fijo. En aquel entonces estaba en Panamá y se pagan estos tipos de interés por los depósitos bancarios.
Para mí esos dos fracasos me aportaron dos importantes lecciones que no me las enseñaron en la facultad de empresariales y que quiero compartir contigo ahora:
1. Una empresa no es más que el medio que facilita que la solución de un problema llegue a las personas
2. Un producto no es más que el medio en el cual se entrega la solución de un problema a las personas, sea un bien o sea un servicio. Un servicio se puede empaquetar.