Siempre me he manifestado crítico con los problemas que pueden
acarrear las empresas familiares. Pero del mismo modo que en más de una
ocasión y en esta misma tribuna he manifestado mis opiniones y
consideraciones sobre ello, también he de decir que ello nada tiene que
ver con que a veces, es precisamente a través de tu mujer (o marido
según el caso) desde donde se pueden conseguir los mayores éxitos profesionales en la carrera de una persona.
Y me pongo a mi mismo como ejemplo, y es que yo siempre he dicho,
digo y diré, que es gracias a mi mujer, gracias a aquella persona que ya
hace unos años que cambio mi vida, que estoy empezando a ser el hombre
que siempre quise ser. Que estoy empezando a lograr sólida y razonablemente aquellos objetivos profesionales en los que siempre soñé.
Por distintas cuestiones que no vienen al caso en este artículo,
siempre fui un chico empresarialmente y económicamente independiente muy
precoz, un chico que gozaba de un estatus, reconocimiento y según todos
de una gran capacidad y de gran futuro por delante, un chico que
terminó a las puertas de ser un juguete roto. Un juguete roto en busca
de sueños que se habían escapado de las manos, pues ya no eran sueños
inalcanzables, se convirtieron en sueños tan desvirtuados que eran sueños irreales.
Hoy, ese chico, es un hombre, un hombre felizmente casado y puede
que con menor repercusión social que antaño, pero sin duda un hombre
feliz y consolidado. Un hombre despegando ahora si en su carrera, y un
hombre que precisamente ahora cuando ya no persigue obsesivamente los sueños, los sueños se le presentan.
Y no me engaño, reconozco que gran parte de ese mérito, que gran
parte de los sueños por cumplir que se van cumpliendo, que gran parte de
la metamorfosis personal y profesional se la debo y es mérito de mi
mujer. Y es por ello que mediante este artículo que quiero hacer ver a todo el mundo,
hombre o mujer, empresario, autónomo o profesional, que su vida y
carrera depende de él o ella, pero que en muchas ocasiones el estímulo o
apoyo de quien más te quiere puede resultar determinante.
En Pymes y autónomos
jueves, 10 de noviembre de 2011
miércoles, 9 de noviembre de 2011
“Low cost”… ¿Low quality?
Hasta la irrupción de la moda del ‘low cost’, la
opinión generalizada entre los usuarios y consumidores era que la
calidad había que pagarla. Sin embargo, en los últimos años, bajo la etiqueta del ‘bajo coste’ han ido proliferando empresas de productos y servicios que han ofrecido una considerable relación calidad-precio que en plena crisis ha triunfado, con cifras de negocio millonarias.
Uno de los sectores en los que más han proliferado este tipo de compañías es la industria aeroespacial, con numerosas nuevas aerolíneas que ofrecen billetes baratos, con un coste más económico que las firmas más tradicionales. Sin embargo, parece ser que en este caso la calidad sí se asocia con esas tarifas más económicas, según se desprende de los datos registrados por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI).
Desde esta organización han registrado en lo que llevamos de año 1.650 reclamaciones y más de 2.500 consultas de consumidores que han tenido problemas a la hora de comprar billetes de avión a través de Internet, lo que supone un aumento del 14% respecto al mismo periodo del año pasado. Concretamente, los problemas más habituales que estos clientes han sufrido son los sobrecargos no incluidos en la publicidad o información, tales como seguros, gastos de gestión, gastos de transporte (46% quejas); los incumplimientos en las garantias de los productos (22%), las ofertas que luego son “imposibles de adquirir” (17%), la duplicidad de cargos bancarios (10%) o el envío de productos distintos a los adquiridos (5%).
Sin lugar a dudas, tal y como refleja Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, esta situación es “preocupante por ese aumento en el número de quejas, más aún si tenemos en cuenta que el pasado año fue muy complicado”. Esto se debió, continúa Samayoa, a diversas situaciones, como fue la cancelación de vuelos debido a la nube de cenizas del volcán islandés y a las huelgas diversas en el sector que provocaron una extrema conflictividad”.
Respecto a las aerolíneas que más incumplimientos realizan, el 71% de las reclamaciones son generadas por las llamadas ‘low-cost’, mientras que el resto las aglutina el resto de compañías aéreas. Para Samayoa, “el espectacular incremento del número de quejas que han experimentado las aerolíneas de bajo coste en los últimos años se debe a que intentan compensar el reducido precio de sus billetes con el cobro de cantidades exageradas y, en ocasiones, injustificadas tales como el cobro de la segunda maleta o la impresión en el aeropuerto de la tarjetas de embarque, entre otros”.
Para evitar estas situaciones en las operaciones de compraventa de billetes a través de Internet, desde FUCI recomiendan comprobar que es un sitio seguro “ya que en él vamos a introducir nuestros datos personales y los de nuestra tarjeta de crédito”. Asímismo, se recuerda a los consumidores la necesidad e importancia de leer las condiciones de contratación que “la empresa está obligada a facilitar de forma clara en su web”.
Un artículo publicado en Muy Pymes
Uno de los sectores en los que más han proliferado este tipo de compañías es la industria aeroespacial, con numerosas nuevas aerolíneas que ofrecen billetes baratos, con un coste más económico que las firmas más tradicionales. Sin embargo, parece ser que en este caso la calidad sí se asocia con esas tarifas más económicas, según se desprende de los datos registrados por la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI).
Desde esta organización han registrado en lo que llevamos de año 1.650 reclamaciones y más de 2.500 consultas de consumidores que han tenido problemas a la hora de comprar billetes de avión a través de Internet, lo que supone un aumento del 14% respecto al mismo periodo del año pasado. Concretamente, los problemas más habituales que estos clientes han sufrido son los sobrecargos no incluidos en la publicidad o información, tales como seguros, gastos de gestión, gastos de transporte (46% quejas); los incumplimientos en las garantias de los productos (22%), las ofertas que luego son “imposibles de adquirir” (17%), la duplicidad de cargos bancarios (10%) o el envío de productos distintos a los adquiridos (5%).
Sin lugar a dudas, tal y como refleja Gustavo Samayoa, presidente de FUCI, esta situación es “preocupante por ese aumento en el número de quejas, más aún si tenemos en cuenta que el pasado año fue muy complicado”. Esto se debió, continúa Samayoa, a diversas situaciones, como fue la cancelación de vuelos debido a la nube de cenizas del volcán islandés y a las huelgas diversas en el sector que provocaron una extrema conflictividad”.
Respecto a las aerolíneas que más incumplimientos realizan, el 71% de las reclamaciones son generadas por las llamadas ‘low-cost’, mientras que el resto las aglutina el resto de compañías aéreas. Para Samayoa, “el espectacular incremento del número de quejas que han experimentado las aerolíneas de bajo coste en los últimos años se debe a que intentan compensar el reducido precio de sus billetes con el cobro de cantidades exageradas y, en ocasiones, injustificadas tales como el cobro de la segunda maleta o la impresión en el aeropuerto de la tarjetas de embarque, entre otros”.
Para evitar estas situaciones en las operaciones de compraventa de billetes a través de Internet, desde FUCI recomiendan comprobar que es un sitio seguro “ya que en él vamos a introducir nuestros datos personales y los de nuestra tarjeta de crédito”. Asímismo, se recuerda a los consumidores la necesidad e importancia de leer las condiciones de contratación que “la empresa está obligada a facilitar de forma clara en su web”.
Un artículo publicado en Muy Pymes
martes, 8 de noviembre de 2011
Las hormigas ayudan a entender a las redes sociales
Investigadores de la Universidad de Arizona han encontrado en colonias de hormigas evidencias que sugieren que las redes sociales funcionan de manera diferente a lo que se creía.
Ya se trate de Internet, Twitter, Facebook o nuestro barrio, estas redes son parte de nuestra vida diaria.
Los científicos hasta ahora creían que estas redes que carecen de un control central tienen propiedades universales que les permiten difundir la información de manera eficiente.
El ejemplo típico es lo que sucede en cualquier comunidad: basta que sueltes algo para que al poco tiempo todo el mundo lo sepa.
Observando las interacciones en colonias de hormigas, Anna Dornhaus y Benjamin Blonder, han descubierto pruebas que desafían la creencia aceptada hasta ahora, es decir que estas redes tienen las mismas propiedades que maximizan su eficiencia.
Los investigadores eligieron a una colonia de hormigas como modelo de red descentralizada porque está compuesta por muchos componentes -las hormigas- sin una organización central evidente pero que sin embargo es capaz de funcionar como una colonia.
Ya se trate de Internet, Twitter, Facebook o nuestro barrio, estas redes son parte de nuestra vida diaria.
Los científicos hasta ahora creían que estas redes que carecen de un control central tienen propiedades universales que les permiten difundir la información de manera eficiente.
El ejemplo típico es lo que sucede en cualquier comunidad: basta que sueltes algo para que al poco tiempo todo el mundo lo sepa.
Observando las interacciones en colonias de hormigas, Anna Dornhaus y Benjamin Blonder, han descubierto pruebas que desafían la creencia aceptada hasta ahora, es decir que estas redes tienen las mismas propiedades que maximizan su eficiencia.
Redes descentralizadas
Hay muchas redes que no tienen un control central, como una ciudad con mucha gente o Internet con muchos ordenadores. En ellas, cada parte hace lo suyo y entre todas se llega a una función mayor.Los investigadores eligieron a una colonia de hormigas como modelo de red descentralizada porque está compuesta por muchos componentes -las hormigas- sin una organización central evidente pero que sin embargo es capaz de funcionar como una colonia.
Creemos, explicó Blonde, que cada hormiga no hace las cosas con un propósito. No va un día y dice: voy a mover esta piedra por el bien de la sociedad. Pero tiene un patrón de conducta que hace que si ve una piedra, probablemente la mueva. Se trata de un mecanismo conseguido a través de miles o millones de generaciones.
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