¿Quién le iba a decir a los trovadores medievales que en realidad eran unos genios de marketing adelantados a su tiempo? Y es que uno de los recursos habituales a los que echaban mano era el de repetir palabras y construcciones que se iban incluyendo en los diferentes versos. Lo que estaban consiguiendo - aunque ellos no lo sabían porque lo de la neurociencia no se había aún inventado - era conseguir que el cerebro fuese más receptivo a su mensaje.
Y es que la repetición es un elemento agradecido para hacer llegar un mensaje a los consumidores, haciendo que lo reciban mejor. Un estudio, elaborado por dos expertos de la Marshall School of Business, de la Universidad de Southern California, y otro de la Universidad Bocconi, de Milán, analizó el peso que la repetición ha tenido en las canciones que se han convertido en éxitos de masas. La conclusión es muy interesante y bastante concluyente sobre el poder de escuchar siempre lo mismo.