Puedes ser muy bueno -incluso el mejor- haciendo algo, pero sin una buena marca no vas a ningún sitio. El branding es una pieza clave de un proceso a través del cual una organización presenta a sus distintos públicos su propuesta de valor de manera significativa y diferencial.
En este artículo descubriremos una batería de argumentos para que cuando tengas que defender su valor ante profesionales de otras áreas, no te quedes a dos velas.
Independientemente de su tamaño, toda organización realiza transacciones a diario: compra, vende, contrata, despide, se financia, invierte, se relaciona con sus clientes, comunica,... y en todas estas transacciones, la organización, está de una u otra manera presentándose a sí misma (o a parte de sí misma) a los distintas audiencias con las que trata.
El modo en que una organización se conduce a sí misma, ya sea como un todo, o por cada una de sus partes, influye de manera decisiva sobre las percepciones y sensaciones que engendra en las personas.