viernes, 3 de febrero de 2012

¿Quién eres en el mundo de los negocios? Una pregunta simple para ayudarte a definir tu proyecto de negocios y ganar más dinero

Uno de los errores usuales de las personas que se inician en los negocios es el tratar de hacer varias cosas a la vez y al final resulta que todo lo dejan a medias o lo hacen mal.

Pero lo que no perciben además es que al hacer varias cosas a la vez comienzan a dar señales equivocadas al mercado sobre lo que uno realmente está haciendo lo cual es nefasto cuando lo que se quiere hacer es vender servicios basados en nuestra experiencia.

Ciertamente que tener varios negocios en varios rubros siempre será una forma de diversificar el riesgo y el portafolio de nuestras inversiones pero lo más recomendable es que recién te atrevas a hacerlo en una segunda etapa cuando tengas ya más experiencia en los negocios.
Muchas veces basta tener una simple conversación con una persona para percibir lo dispersa que se encuentra en la realización de su proyecto de negocio y es que ocurre que muchas veces uno se pierde en su propio entusiasmo y quiere hacer varias cosas a la vez.

El caso del profesional con varios negocios a la vez
Para ponerles un ejemplo el otro día una abogada me pide una reunión para conversar sobre lo que quería hacer en el futuro como abogada y me decía que por un lado quería tener su propio estudio, pero por otro estaba trabajando en una empresa y que además estaba estudiando para ser “conciliadora” y así montar un negocio de “centro de conciliaciones” por si le iba mal en lo otro.

Ella ya había hecho el experimento de su propio estudio o bufete de abogados con un socio y había tenido relativo éxito al extremo que justo uno de los clientes que consiguió la había contratado para ser abogada de planta de dicha empresa y era donde actualmente trabajaba luego de disolver la sociedad con su socio.

Su caso la verdad es muy usual a la de cualquier profesional que ante el miedo de no ganar dinero se lanza a varias cosas a la vez y termina al final trabajando para una empresa o corporación por la aparente seguridad del espejismo del ingreso seguro que da trabajar para alguien más.

En la conversación le hice unas simples preguntas: ¿quién quieres ser en el mundo de los abogados? ¿cómo es que yo te recomendaría con un potencial cliente? ¿como conciliadora, como abogada independiente, como abogada con su propio estudio?

Definitivamente esta persona estaba dando una señal equivocada al mercado al hacer varias cosas a la vez y al hacerlo se estaba perjudicando a sí misma dado que yo mismo en ese instante no sabía como podía referirle clientes si es que ella misma no tenía claro que es lo que estaba haciendo.

La estrategia de la presentación de negocios de 60 segundos
Otra forma de detectar este problema y darle una solución es preguntándote como te presentarías y te identificarías ante un potencial cliente en menos de 60 segundos (esto es la estrategia del elevador). La idea es que al verte obligado a presentarte en 60 segundos identifiques plenamente como es que te presentarás ante el mercado para que este te identifique y comiences de esa manera a crear una marca personal.

Advierte que tal vez las necesidades de la vida te pueden llevar a hacer varias cosas a la vez pero siempre deberás de dar una señal clara en el mercado sobre lo que quieres ser y además siempre deberás de tener en claro que todas esas cosas adicionales son distracciones que las deberás de cortar cuando puedas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Leer en caso de emergencia

A todos Dios nos regala momentos en la vida en que realmente no podemos encontrar una salida. Estos días llegan sin avisarnos, un dolor en el corazón es más grande que nuestras fuerzas para salir adelante. De todo lo que pueda haber leído o aprendido sobre lo que significa emprender este es el principal mensaje que quiero comunicar. La vida es un emprendimiento que debemos enfrentar con “berraquera”. Cuando uno está sacando una empresa adelante pasa algo curioso.

Existen días en donde uno se va a la casa, por algún negocio o algo en particular, pensando en que va a ser millonario. Otros días, por dificultades y problemas, que la empresa se va a quebrar. Sin embargo, a la mañana siguiente ninguna de estas dos cosas pasa. Ojo con lo que quiero decir. Ninguna de estas dos cosas pasa. Ni somos ricos de la noche a la mañana, pero tampoco hemos caído en la pobreza. Con la mente más serena y el corazón más tranquilo entendemos que las dificultades se enfrentan y el éxito se construye paso a paso.

Todos estamos expuestos al dolor y al fracaso. A todos nos puede dejar alguien a quien amamos mucho, puede llegar la enfermedad de un familiar, la muerte y por supuesto que en un primer, segundo o tercer intento fracasemos en los negocios. Pero es justo en estos momentos cuando debemos aprender a disfrutar más la vida. Si usted es un emprendedor y está próximo a renunciar a su empresa pare un momento, considere lo siguiente. En una ocasión el legendario empresario Michael Dell fue invitado a un foro sobre emprendimiento en Nueva York. A la pregunta ¿qué consejo le daría a un emprendedor? el resto del panel se adelantó a explicar sus teorías muy elaboradas sobre el tema. Pero Dell fue el último en hablar y tan solo dijo una palabra “perseverancia”.

Y es que la perseverancia es algo más que una palabra bonita en los negocios. En su famoso libro The illusions of entrepreneurship, el prestigioso profesor de emprendimiento, Scott A Shane, cita una investigación que muestra que las compañías que logran superar la barrera de los diez años reinvirtiendo sus utilidades aumentan sensiblemente sus posibilidades de triunfar.

No hay duda que con el tiempo todo se hace más fácil y las crisis del pasado se ven más pequeñas. Aún así, según el profesor Shane, en Estados Unidos tan solo el 30% de las empresas logran cumplir este objetivo. Y para el caso colombiano, según diversos reportes del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), la tasa de cierre anual para los emprendimientos nuevos es superior al 10%.  

Por supuesto los emprendedores fallamos. Usualmente gastamos más de lo que debemos, nos metemos en sectores muy competidos con márgenes irrisorios, nos equivocamos de socio o nos faltaba experiencia en un sector específico. Todo esto pasa y a veces uno francamente tiene que saber decir…listo ya no vamos más. Pero eso sí, debemos garantizar que esta decisión no haya sido por falta de ¡berraquera!.

Tengo en mi apartamento la película el Naufrago para casos de emergencia. Existe una escena casi al final en donde el protagonista Chuck Noland (Tom Hanks) regresa a su casa luego de perder para siempre al amor de su vida. Noland se siente muy triste porque perdió a Kelly (Helen Hunt), pero agradece que ella lo haya acompañado todo el tiempo que estuvo naufrago en esa isla. Allí en ese momento recuerdo los momentos en mi vida en donde realmente no veía ninguna salida. Entonces Chuck Noland, con un vaso de agua con hielo en sus manos, le dice algo a su mejor amigo que trató de no olvidar nunca que “uno nunca sabe que vela traerá la marea”

La vida y los negocios son lo mismo. Tenemos que aprender a disfrutar cada segundo.

Por: Carlos Andrés Vanegas - Empresario, profesor universitario y periodista económico
Blog: carlosavanegast.blogspot.com/  Twitter: @carlosavanegast

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿Cuándo fue la última vez que hablaste con un periodista sobre tu idea de negocios?

Una de las quejas usuales de los pequeños y medianos negocios consiste en las dificultades que tienen para ser conocidos por parte de su mercado objetivo.

Cuando alguien les sugiera implementar una estrategia de marketing sencillamente les parece algo inalcanzable por que se imaginan que tal vez es un proceso muy costoso, fuera del alcance de sus presupuestos siempre tan ajustados que tiene una idea de negocios.

Ciertamente que las estrategias de marketing pueden ser muy costosas pero hay maneras muy inteligentes de desarrollarlas con muy poca inversión que a veces puede ser simplemente el tiempo que el emprendedor despliegue en el desarrollo de su estrategia. Algunas ideas para lograrlo:

1. Estrategias de Viral Marketing o Guerrilla Marketing. Varias veces me he referido en diversos artículos sobre el viral marketing y el marketing de guerrilla que con algo de astucia todo pequeños negocio puede desplegar con muy poco dinero. Se puede por ejemplo concurrir a eventos deportivos y en la entrada de los mismos repartir globos con la marca de mi idea de negocios y si es posible regalar muestras gratis de nuestros productos.

Al poco tiempo, si son constantes (concurriendo por ejemplo a varios partidos de fútbol los domingos) la marca de su negocio comenzará a ser reconocida por el mercado e incluso puede ser objeto de reportajes en diversos medios.

martes, 31 de enero de 2012

5 signos que indican que tu socio "huele mal"

Escoger al mejor socio posible para lanzar nuestro proyecto, o para llevar a cabo una acción empresarial específica, no siempre es sencillo, y el proceso negociador puede presentar no pocas dificultades y matices.

De hecho, en la publicación Business-Opportunities nos advierten que por muy bien que nos parezca que se está desarrollando la negociación, existen algunos signos que por sí solos bastan para que se enciendan todas las alarmas y nos planteemos si merece la pena seguir adelante. Te contamos cuáles son.


1. ¿Qué nos está diciendo?
Si durante una negociación nuestro interlocutor no par de hablar, pero sólo somos capaces de entender una de cada 37 frases, nuestra señal de alarma interior se debería disparar.
Nadie debería apostar por un nuevo negocio, una inversión o un acuerdo empresarial en el que no entiende exactamente cómo funciona y en el que no sabe al 101% las implicaciones de lo que supone.
Cuando un socio potencial habla demasiado, o mucho de lo que dice no tiene sentido, deberíamos reconsiderar entrar en ese negocio conjunto.
2. Nuestro socio o... ¿nuestro rival?
Es curioso notar cómo a veces, el que debería ser nuestro socio ideal se comporta en realidad como nuestro competidor, o incluso como nuestro enemigo declarado.
Si antes de firmar el contrato que nos va a ligar en una aventura empresarial común, notamos que nuestro teórico socio se comporta de forma poco justa, o rechaza aceptar algunos de los términos que a nosotros nos parecen más que razonables, resulta sencillo imaginar cómo se comportará una vez que el contrato esté firmado y tengamos poco margen de acción.
Como consejo general, resulta recomendable no firmar ningún contrato que implique que no podamos trabajar u ofrecer nuestros servicios a otra empresa si las cosas con nuestro socio actual van mal.
3. ¿No confías en mí?
La mágica frase ¿No confías en mí? con la que nuestro interlocutor querría cerrar un trato fácil, es un signo que nos indica muy claramente (con letras luminosas y todo) que no deberíamos confiar en esa persona.
En la misma línea, las personas que afirman que sólo cierran negocios con un apretón de manos, revelan ser socios poco recomendables cuando se presentan los primeros problemas.
4. Firma aquí, aquí y aquí
Si siempre resulta recomendable repasar detenidamente la letra pequeña antes de firma cualquier cosa, lo es aún más cuando de lo que se trata es de cerrar un contrato de colaboración empresarial.
Los contratos no siempre especifican lo que los firmantes piensan que sí lo hace, por lo que ante la insistencia de una firma rápida e inmediata, conviene insistir a la vez de que sólo se hará después de que haya sido revisado por el abogado de nuestra empresa.
5. Renegociación
Otra señal de alarma la emiten claramente las personas que cuando teóricamente ya está todo claro y el contrato está listo para firmar, insisten en renegociar alguno de los términos o cláusulas más importantes en el último momento.
Estas renegociaciones de última hora no suelen esconder nada bueno, y las personas que nos empujan a hacerlo, pueden darnos nuevas sorpresas en un futuro próximo.
Un artículo publicado en Muy Pymes

lunes, 30 de enero de 2012

Requisitos para ser un buen emprendedor

Aunque pareciera un tema de nunca acabar, el empuje de las personas siempre será el único verdadero camino para que el progreso y el avance social se hagan una realidad…

Trabajar por un sueño parecería una cuestión ideal, ser independiente o su propio jefe una bendición, sin embargo, y como una cuestión extraña en realidad son muy pocas las personas que deciden lanzarse a aventurar con sus ideas, sus proyectos o sus propios negocios; es evidente que el camino es difícil, pero, ¿Por qué las personas no se arriesgan?. La literatura sobre emprendimientos nos presenta casos de personas que a partir de cero, han logrado construir y lograr grandes hazañas. ¿Que hizo a estas personas y que características se encuentran en los verdaderos emprendedores?. De esto hablaremos en el presente artículo.

Parece existir cierto consenso en que los grandes emprendedores cumplen con las siguientes características:

1. La constancia
2. El sentido de oportunidad o de negocio
3. El conocimiento
4. Responsabilidad personal
5. Capacidad de liderazgo 

Si tu has decidido desarrollar un emprendimiento, debes ser consciente de que debes cumplir por lo menos con los anteriores requisitos, ya que sacar una idea adelante requiere de estos y muchos factores más. Las estadísticas sin embargo no son del todo alentadoras, es evidente que en la mayoría de las ocasiones es más posible el fracaso que el éxito, cuestión que se da especialmente en el nuevo mundo de los emprendimientos por Internet, sin embargo, si eres una persona decidida, debes tomar este camino puesto que aunque se corren riesgos, los posibles premios a tu labor serán mucho más altos a los que obtendrías como un empleado o un simple cargo medio de una empresa.

Emprendedor

Siempre el riesgo será directamente proporcional a la ganancia en cualquier negocio, por lo tanto quien asume más riesgo aunque con menos probabilidad de éxito tendrá la oportunidad de recibir una mayor recompensa en el largo plazo

El espíritu emprendedor:

Otro factor importante, es la definición de espíritu emprendedor, o lo que en inglés llamaríamos entrepeneurship.

Podríamos afirmar que el entrepeneurship, puede ser el desarrollo de proyectos innovadores o de oportunidad para obtener un beneficio; la capacidad de comprar a precios ciertos, para comprar a precios desconocidos o lo podemos considerar como la capacidad de desarrollar una idea nueva o modificar una existente para traducirla en una actividad social rentable y productiva (ojo: no todas las personas emprendedoras buscan el beneficio económico; existen personas que buscan objetivos sociales o políticos). En fin, la literatura sobre emprendimientos hace varios tipos de definiciones que nos pueden ser útiles.

En realidad definir el espíritu emprendedor no es cuestión sencilla, ya que existen muchas características que tienen unas personas y otras no, pero que de cualquier manera los hace exitosos; en la actualidad el espíritu emprendedor es sinónimo de innovación, cambio, fundación de una compañía, o toma de riesgos. La dificultad aumenta, cuando encontramos emprendedores que no han fundado empresas o que no han sido innovadores y simplemente han copiado una idea existente o que en lugar de asumir riesgos buscan que otros los corran etc. Definitivamente el éxito no es una cuestión sencilla de analizar…

Es necesario afirmar que el emprendedor es una persona que percibe la oportunidad que ofrece el mercado y ha tenido la motivación, el impulso y la habilidad de movilizar recursos a fin de ir al encuentro de dicha oportunidad. Debe tener confianza en su idea, debe tener una base de datos grande, debe tener una capacidad de convocatoria y de convicción mayor que el promedio, debe saber vender las ideas y debe sobre todo tener la capacidad de ofrecer resultados.

Para finalizar debo decir que siempre el riesgo será directamente proporcional a la ganancia en cualquier negocio, por lo tanto quien asume más riesgo aunque con menos probabilidad de éxito tendrá la oportunidad de recibir una mayor recompensa en el largo plazo además de la satisfacción de no quedarse y mirar como otras personas si obtienen metas que para otros parecerían inalcanzables.

Un artículo de Alejandro Jáuregui