Por qué tienes que aprender a pensar

Una persona eficaz es la que ha desarrollado los hábitos necesarios para poder decidir «bien» qué hacer y qué no hacer, qué hacer ella y qué delegar, qué hacer antes y qué hacer después… Estos hábitos permiten, además, elegir en todo momento la opción correcta a la hora de hacer.

Lógicamente, este proceso de toma de decisiones conlleva un proceso previo de análisis. Para poder decidir bien sobre algo, antes es imprescindible entender bien qué significa para ti ese algo, si requiere hacer algo con ello o no, quién es la persona idónea para hacerlo… Hablo de un proceso que hay que aplicar sistemáticamente a las múltiples cosas que constantemente llegan a tus diversas bandejas de entrada y llaman tu atención.

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Cómo iniciar tu emprendimiento cuando terminas la universidad

No es fácil entender el estilo de vida emprendedor hasta que lo vives por ti mismo.

Rodéate de tantos emprendedores como puedas.

Solo así podrás entender las cosas desde su perspectiva e introducirte a este estilo de vida. También te ayudará a determinar qué tipo de negocio quieres empezar.

Hay muchas ciudades del mundo que incentivan el desarrollo del emprendimiento. Si en tu país no tienes alguna de estas ciudades, no será tan complicado ir a otro país que facilite el acceso a los emprendedores.

Todo en la vida requiere esfuerzo. Aquellos que tienen todo fácil se vuelven ociosos y pierden el sentido real de la vida.

La lucha constante y el trabajo duro que todos tratamos de evitar, es aquello que nos forma y nos hace crecer como personas.

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Cómo mejorar tu productividad diaria en el trabajo

¿Has tenido un día poco efectivo? No te preocupes, te mostramos cómo mejorar tu productividad diaria en el trabajo para que, poco a poco, optimices tu tiempo.

Todos tenemos días en el trabajo en los que sentimos que no hemos progresado nada. Así es posible que, después de una jornada de varias reuniones, un par de cafés y un evento, nos den las ocho de la tarde y pensemos: ¿pero en qué he malgastado el día?

Y es que son muchos los que caen en el error de frustrarse una y otra vez en vez de poner medidas al respecto. Pero, ¿por dónde empezar?

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