La externalización es una forma de que las empresas aporten agilidad a sus operaciones proporcionando la flexibilidad necesaria para poder superar los obstáculos económicos. Los argumentos a favor de la externalización son sólidos, y su éxito se basa en la maximización de tres áreas claves: recursos, personal y procesos.
Recursos. La externalización permite a las empresas mejorar los recursos como incrementar los márgenes brutos, liberar flujo de caja para objetivos vitales para la empresa, reducir costes y proporcionar escalabilidad.
Personal. La subcontratación de funciones rutinarias y administrativas permite al personal realizar un trabajo más estratégico, incrementa la productividad y compromete a la plantilla.
Proceso. Los proveedores de externalización pueden proporcionar procesos de forma más rápida y eficiente y, por lo tanto, con mayor eficacia en costes respecto a una gestión internalizada.
Pero, a pesar de que la externalización ayuda a mantener los procesos de organización por delante de los cambios, puede llegar a resultar costoso. La externalización transfiere riesgos de la empresa que compra al distribuidor, una consideración importante en tiempos de incertidumbre. Es por ello, que es necesario tener en cuenta una serie de consejos:
1. Ten los objetivos claros. Los potenciales proveedores de externalización necesitan comprender lo que esperas lograr con el fin de presentarle propuestas realistas. Proporciónales la mayor cantidad de información posible y precisa sobre el trabajo que planea externalizar, el nivel de servicio que espera y cuáles serán sus requisitos de calendario.
2. Analiza los antecedentes del proveedor. Asegúrate de que el proveedor sea financieramente estable y posea experiencia de trabajo con empresas más o menos similares a la tuya en tipo y tamaño.
3. Considera la adaptación cultural. Visita las oficinas del proveedor y habla con empleados para asegurarte de que existe una buena adaptación cultural entre las dos empresas. Comenta tu propia cultura de empresa y marca como empleador con el proveedor.
4. Acuerda el precio correcto. Aunque nunca es buena idea seleccionar un proveedor basándose exclusivamente en el precio, obviamente, el precio del negocio será de importancia vital para tu empresa. Asegúrate de que el contrato que firmas relaciona los pagos con la consecución de objetivos de rendimiento claramente definidos, de forma que sepas exactamente por lo que estás pagando. Al considerar el precio total del negocio, recuerda incluir cualquier inversión que necesites realizar para desarrollar tus habilidades de gestión de la relación con el proveedor de tu propia empresa.
5. Incorpora flexibilidad. Como es probable que las asociaciones de externalización duren muchos años, el contrato también debe establecer fechas para la revisión del acuerdo. Esto te permitirá ajustar la relación según necesiten los cambios en tu empresa o en un entorno empresarial más amplio.
6. Gestiona la relación. Como cliente, debes esperar que el proveedor invierta en las habilidades y técnicas necesarias para prestar un servicio de calidad. Pero, tu propia empresa también necesita invertir en el desarrollo de la capacidad de gestionar la relación de externalización.
Según Jesper Lillellund, socio de CorporateLeaders:
“cualquier transición de una prestación de servicios de Recursos Humanos interna a externalizada representa un cambio importante para la empresa que adquiere el servicio y debe gestionarse como tal. Pero, si se gestiona correctamente, la externalización de Recursos Humanos puede desempeñar un papel clave a la hora de ayudar a las empresas a sobrevivir durante la turbulencia económica actual y prepararse para lo que depare el futuro”.
Un artículo publicado en Muy Pymes