En un mundo tan volátil como el actual, no tiene sentido hablar del futuro. Y es que, la cantidad de cambios que se producen en cada vez menos tiempo hace que ese futuro del que tanto se habla en la industria sea ya el presente.
La transformación ya está sucediendo aquí y ahora. Entender sus complejidades y particularidades adaptándose a ella constantemente es la nueva norma en las compañías.