No es la primera vez en la que nos referimos a las diferencias que existen entre empresarios y emprendedores, entre empresas y startups. Sin embargo nunca antes habíamos analizado estas diferencias desde tantos ángulos. En este artículo vamos a analizar en cómo se diferencian a la hora de ver el mundo que les rodea, en cómo se aproximan a una idea o de qué forma gestionan su relación con clientes y empleados. Veamos cuáles son las principales diferencias.
En la originalidad de la idea
Un empresario destaca generalmente por saber adaptarse a cualquier tipo de negocio. Puede entrar en un sector o en una empresa que no conozca y aún así dirigirla con éxito y obtener beneficios. Las franquicias, el negocio del retail, o gestionar empresas con un modelo probado, son algunos ejemplos de lo anterior. Puede en este sentido desarrollar un negocio ya sea a partir de una idea original, o bien utilizando una idea que ya existe.