No es la primera vez en la que nos referimos a las diferencias que existen entre empresarios y emprendedores, entre empresas y startups. Sin embargo nunca antes habíamos analizado estas diferencias desde tantos ángulos. En este artículo vamos a analizar en cómo se diferencian a la hora de ver el mundo que les rodea, en cómo se aproximan a una idea o de qué forma gestionan su relación con clientes y empleados. Veamos cuáles son las principales diferencias.
En la originalidad de la idea
Un empresario destaca generalmente por saber adaptarse a cualquier tipo de negocio. Puede entrar en un sector o en una empresa que no conozca y aún así dirigirla con éxito y obtener beneficios. Las franquicias, el negocio del retail, o gestionar empresas con un modelo probado, son algunos ejemplos de lo anterior. Puede en este sentido desarrollar un negocio ya sea a partir de una idea original, o bien utilizando una idea que ya existe.
Un emprendedor en cambio es casi un inventor. En el mejor de los casos crea productos que no existían con anterioridad, e invierte su tiempo, su energía y su dinero en desarrollar su idea personal. En nuestro artículo “En qué se diferencia una pequeña empresa de una startup” abundamos en esta idea.
En el propósito de lo que hacen
En principal objetivo de los empresarios es generar beneficios que permitan cumplir con los accionistas, alcanzar sus objetivos financieros y convertirse en su propio jefe. Además, muchos se orientan hacia el bienestar de los trabajadores y proporcionar un gran servicio de atención al cliente.
La principal preocupación para los emprendedores en cambio, es ser capaces de cambiar el mundo, de dejar huella, cumplir con sus objetivos personales, dejando el plano financiero en segundo término. Un gran emprendedor como Phil Libin (CEO de Evernote) nos cuenta que “El mejor motivo para crear una empresa, es querer cambiar el mundo.
En el grado de riesgo que asumen
Los empresarios suelen calcular al máximo el grado de riesgo que están dispuestos a asumir. En este sentido, su principal máxima es: no pierdas dinero y nunca, nunca, acabes en bancarrota.
Para los emprendedores esto es secundario. No sólo asumen el riesgo, sino que muchos de ellos viven en un riesgo permanente. En muchas ocasiones ni siquiera parece importarles perder dinero o tiempo, si de lo que se trata es de cumplir con su sueño empresarial.
En cómo gestionan sus recursos humanos
El empresario, es además de un gestor, un empleador. Contrata empleados y trabajadores que le ayuden a hacer crecer su negocio. El emprendedor en cambio asume más el papel de líder, de “amigo” de sus empleados. Contrata a personas con las que posiblemente ha desarrollado una afinidad personal y les invita a ayudarle a convertir su sueño en realidad.
En cómo se relaciona con sus clientes
Un empresario considera que sus clientes son su principal fuente de ventas y beneficios. Sus clientes constituyen la parte más importante de la empresa, porque sin clientes no hay negocio. El emprendedor toma a sus clientes como un deber con el que hay que cumplir, como personas a las que no se puede decepcionar.
En cómo ve a la competencia
El empresario hace todo lo que está en su mano para desplazar e incluso aniquilar a su competencia. Por otro lado, establece alianzas y coopera con otras empresas cuando los objetivos son comunes. Para el emprendedor, la peor competencia está dentro de su propio negocio. El emprendedor es su propia competencia.
En lo que piensa del dinero
Como hemos visto antes, perder dinero es una delas grandes preocupaciones que tiene todo empresario. De hecho muchas empresas suelen escoger un momento propicio para establecerse en un nuevo mercado, de modo que tengan las máximas garantías posibles de que las cosas van a ir bien.
A los emprendedores el dinero les importa menos, toda vez que como pueden empezar desde cero, tienen menos que perder.
En cómo ocupa su tiempo
A un empresario no le gusta “perder” el tiempo. Tiene muy clara cuál es su agenda, cuáles son las horas de trabajo y por qué está haciendo horas extra.
El emprendedor no tiene un horario. Para el emprendedor no existen los días festivos, las vacaciones o el decirse “voy a tomarme un respiro”. Su proyecto es su vida.
En cómo ve el mundo
El empresario ve el mundo como una oportunidad. La oportunidad de ganar dinero, e incluso de disfrutar con lo que hace. La mayoría además valoran enormemente la posibilidad de dar a otras personas un trabajo, compartir con ellos esa misma oportunidad. Para el emprendedor no se trata tanto de una oportunidad, como de una obligación moral, de un compromiso con ellos mismos y con lo que hacen.
En cómo define el éxito
Para el empresario el éxito nace como consecuencia del trabajo de su empresa y los beneficios que proporciona a los accionistas. El éxito es el bienestar que proporciona además a sus empleados, a sus socios, a los inversores, a los clientes e incluso a la comunidad.
El emprendedor no tiene una clara definición de lo que el éxito es. Lleva a cabo su plan y deja que sea la historia la que juzgue si ha triunfado.
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