Cuando hablo con mis colegas de trabajo, muchas veces noto que a la mayoría de ellos, cualquier situación de cambio o desafío les supone una situación de estrés que no todos son capaces de gestionar.
Por el contrario hay otros compañeros y compañeras que ante los desafíos que puedan surgir, se crecen por la propia 'adrenalina' de la situación, y son capaces de ir más lejos, sirviéndoles como un aprendizaje para capacitarse a asumir restos de mayor nivel en el futuro.
En definitiva, se trata de un proceso cuyo éxito dependerá de nuestra personalidad, nuestro carácter, y de la capacidad que mostremos por adaptarnos a cualquier situación de cambio.
Este miedo muchas veces nace porque tendemos a pensar que cualquier situación de cambio tiene que suponer un retroceso en nuestra carrera profesional, o que los aspectos negativos superarán a los que consideramos de positivos. Sin valorar que tal vez sea la llave para nuevas oportunidades, que nos permitan desarrollar las habilidades que hemos ido cosechando para avanzar en nuestra carrera profesional.