Del teletrabajo hemos hablado en diversas ocasiones: cómo organizarse en casa, cómo ser eficaz en un contexto familiar donde el teléfono puede arruinar nuestra jornada, si se trata de un lujo o un problema para el trabajador, o si por el contrario, resulta beneficioso para la empresa y el empleado.La pregunta que nos planteamos hoy es ¿el teletrabajo es posible en las pymes? Estamos de acuerdo en que esta posibilidad a la hora de trabajar resulta beneficiosa para el empleado para poder gestionar el tiempo y equilibrar lo laboral con el resto de actividades.
Según un informe basado en el último estudio del International Business Report (IBR), el porcentaje de empresas españolas que ofrece algún tipo de medida de flexibilidad laboral es del 64%. Un dato inferior al que se da en el resto de Europa. El teletrabajo dentro de las pymes sigue siendo menor puesto que cuentan con menor recorrido en este ámbito.
Según la Sociedad para la Gestión de los Recursos Humanos, en Estados Unidos, entre 2007 y 2012, el porcentaje de empresas norteamericanas que permiten a sus empleados trabajar de forma flexible aumentó del 48% al 53%. Pero si hablamos de pymes y nos centramos en España las cosas son muy diferentes.
Lo principal para poder dar luz verde al teletrabajo está relacionado con la disponibilidad de la empresa. De si puede ofrecer sus servicios de manera virtual, si puede permitirse que el trabajo se desempeñe desde casa, pero lo más importante es que se pueda ser consciente del abaratamiento de los costes si parte del trabajo se puede desempeñar desde casa.
Las grandes empresas pueden adaptar con más facilidad el gestionar un equipo tanto dentro como fuera de una oficina. Sobre todo en las multinacionales donde el personal se halla en distintos países, ya existe una base para que las funciones que realice el trabajador no estén tan ligadas al hecho de estar presente o no, sino de unos buenos resultados de producción.
Mientras que las pymes no pueden prestar algunos servicios a través de Internet e incluso no existe la capacidad para supervisar el trabajo fuera del espacio físico.
En mi opinión, no es tanto una cuestión de falta de ganas por parte de algunas pymes de implantar el teletrabajo, sino más bien por la falta de medios, o si los hay por el miedo al cambio de modelo y quizás, de no ser consciente de que lo que implica trabajar desde casa, que no es otra cosa que aportar un beneficio económico considerable para la empresa.
La confianza tanto por parte del trabajador (que ha de aprender a organizarse y no aislarse) como de la empresa (que debe confiar en el trabajo bien hecho y no tanto en el presentismo) es fundamental para que de una vez se dé el paso y esta utopía sea una realidad a la alternativa de ser visto muchas horas en el lugar de trabajo sin que este comportamiento vaya de la mano de un beneficio común.
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