El crowdsourcing es un fenómeno relativamente reciente en
nuestro país, que tiene su origen en Estados Unidos, y que cada vez
cobra más presencia en Internet. Este término, acuñado por Jeff Howe,
escritor y editor de la revista “Wired”,
surgió como una forma de externalizar trabajos y de aprovechar las
mejores ideas de un colectivo a través de Internet, pero gracias a su
éxito se ha transformado en un modelo de negocio en el que ya confían
muchas empresas de diferentes sectores de actividad.
Precisamente, el mundo de la creatividad no es ajeno a este nuevo
modelo que viene a revolucionar, más si cabe, un mercado muy
heterogéneo, que desde hace años experimenta cómo se diluyen las
fronteras, se amplían y especializan los perfiles profesionales y
conviven grandes corporaciones con pequeños proyectos e incluso apuestas
individuales. El sector de la creatividad ha cambiado y la irrupción
del crowdsourcing en este panorama es una buena prueba de ello.
Por otra parte, aquellos que demandan trabajos creativos también son
conscientes de estos cambios y quieren experimentarlos. De hecho, son
cada vez más las organizaciones que, independientemente de su tamaño,
recurren al crowdsourcing creativo como parte de su estrategia.
Por ejemplo, Doritos lo ha empleado por segundo año consecutivo para
realizar el spot que se ha emitido en la Super Bowl de 2012,
otorgando cinco premios de 25.000 dólares a los cinco finalistas
seleccionados. También Procter & Gamble, Heinz y General Motors,
entre otras compañías, ya están usando este modelo de trabajo obteniendo
magníficos resultados.
Las ventajas del crowdsourcing creativo favorecen tanto a
las empresas como a la comunidad de profesionales. Por un lado, este
modelo de negocio contribuye a la democratización del talento. Cualquier
compañía puede obtener una nueva identidad, un vídeo corporativo, un
spot de televisión, un guión…ajustando la demanda a sus necesidades
económicas. Por otra parte, para las agencias es un nuevo método de
externalizar determinados servicios y para los profesionales supone una
novedosa fuente de generación de empleo. Además, a través de plataformas
de crowdsourcing los creativos pueden acceder a miles
de empresas y pymes a las que, de otro modo no podrían llegar, lo que
les ayuda a intensificar sus relaciones comerciales.
A pesar de que son mayores las bondades que los inconvenientes que
puedan derivarse de esta fórmula, todavía podemos encontrar alguna voces
contrarias que justifican su postura alegando que se prima el interés
económico frente a la calidad de los servicios o los productos. Sin
embargo, para muestra un botón y un caso paradigmático es el de la
compañía Local Motors. Esta compañía, creada hace menos de cinco años en
Phoenix (Arizona), reúne en la actualidad una comunidad de más de
12.000 ingenieros y diseñadores, posee 60.000 diseños de coches, ha
producido el revolucionado modelo Rally Figther y ha sido reconocida por
el propio Barack Obama por su participación en el diseño del XC2V, un
vehículo co-creado para la Defense Advanced ResearchProjects
Agency (DARPA) en Estados Unidos.
John Rogers, fundador y CEO de Local Motors, definía de forma sintética el concepto de crowdsourcing el pasado mes de octubre en el congreso de EEC11 en
Madrid: “hemos bajado el coste total gracias a que obtenemos ideas más
rápido y las aplicamos de forma inteligente”. Una experiencia a tener en
cuenta, ¿no les parece?
Un artículo publicado en Marketing Comunidad
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