La procrastinación es un vicio ampliamente extendido en nuestra sociedad. Se trata de la posposición continua de tareas, de aquellas que tenemos que hacer y que, sin embargo, vamos dejando pasar en la confianza de pensar que mañana llevaremos a cabo lo que no nos apeteció hacer hoy.
La procrastinación se muestra con mayor virulencia en cierto tipo de personas, que van dejando incompletas sus tareas más elementales, por no hablar de las que no lo son tanto.
En el mundo empresarial, la procrastinación es también una realidad. Son muchas las empresas que no afrontan su situación y dejan de tomar decisiones y realizar tareas necesarias, desplazándolas hacia adelante y esquivando su cumplimiento.
Por otro lado, si procrastinadora es la empresa, principal interesada en generar dinero y negocio, el cliente potencial es casi su definición exacta. El cliente potencial merodea alrededor de la empresa, busca información y, cada día más, busca tantos puntos de información que hace que su decisión sea demasiado lenta. Incluso una vez tomada la decisión – pues el procrastinador nunca cesa- va aplazando la contratación día a día. “Mañana lo compraré” “Pasado contrataré”. Y, en el camino, la empresa pierde muchos clientes o, en el mejor de los casos, el período de maduración del cliente se amplía enorme e innecesariamente.
Simplificando este círculo vicioso en torno a la procrastinación, si al descontrol y falta de iniciativa de algunas empresas se le suma la apatía natural de los potenciales clientes, la consecuencia inevitable es la reducción de nuestro nivel de negocio.
¿Cómo evitar la procrastinación?
Hay muchas fórmulas para hacerlo según qué queramos conseguir. Pero, orientados al ejemplo comercial que exponíamos anteriormente, lo más sencillo es establecer una rutina de rastreo de esos clientes. Es decir, debemos localizar esos leads que se generan, al contactar los potenciales clientes con nuestra empresa, ya sea a mediante el correo o de nuestro número de contacto.
A través de nuevas herramientas en la gestión, es posible administrar todo el tráfico de llamadas que recibimos de una forma inteligente, mediante una centralita virtual o cualquier otro centro de distribución inteligente de llamadas. La consulta online de estadísticas, la posibilidad de grabar la conversación y la orientación de la llamada hacia determinados departamentos, son detalles que nos pueden ayudar en el establecimiento de esa rutina que nos permita ir hacia los clientes y no permitir su procrastinación.
En pocas palabras, como medicina a la procrastinación, recomendamos proactividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario