La multiplicación de soportes y plataformas sumado al continúo avance de internet se han traducido en todo un abanico de posibilidades para llegar a unos consumidores cuya atención se nos presenta cada vez como más esquiva.
Las agencias y marcas tienen ante sí un reto importante. Ha llegado el momento de que cambien su perspectiva sobre el proceso creativo si de verdad quieren que sus mensajes impacten positivamente en los consumidores.
Este ha sido el punto de partida de la ponencia ofrecida en The Future of Advertising (FOA) República Dominicana por Jessica Walsh, partner, art director & designer en Sagmeister & Walsh.
Sus reflexiones han comenzado recalcando que cuando no existen reglas o limitaciones en un proyecto creativo, resulta muy fácil abrumarse ante las infinitas oportunidades que nos encontramos. Hecho que se traduce en la imposibilidad de llegar a las grandes ideas y soluciones visuales.
Ha compartido ante este escenario la experiencia de su compañía. Cuando reciben un brief creativo que se percibe como muy abierto, “a menudo creamos nuestras propias limitaciones”. Ha dejado claro que por supuesto también aceptan las que se dan por parte de los clientes como puede ser el presupuesto o los plazos de entrega. Estos últimos tienen que ser vistos como “retos interesantes” con los que trabajar.
Llegados a este punto es momento de hablar del juego como elemento a incluir en el proceso creativo. “Es importante tener buen sentido del humor”, ya que esto “permite que el cerebrotenga conexiones creativas”.
“El juego es un estado de la mente”. Basta con recordar por un momento lo que sentimos cuando jugamos a nuestros juegos preferidos. Y es que este es precisamente el sentimiento que se debe trasladar al proceso creativo.
La creatividad y la felicidad están estrechamente relacionadas y aquí el juego es fundamental. Es el elemento que genera el flujo entre ambas y que abre todo un mundo de oportunidades para alcanzar las necesarias y ansiadas grandes ideas.
“La creatividad se nutre de limitaciones”, por lo que hay que establecer y trabajar sobre nuestras propias reglas. Son estas las que desbloquean los distintos obstáculos que nos impiden avanzar en los proyectos.
Es necesario trabajar las cosas desde el alma que cada una tiene y nunca en base al ego de la compañía. “No se necesitan grandes presupuestos o clientes perfectos para hacer el trabajo que deseamos hacer”.
Es la pasión por el trabajo la que consigue que los proyectos realmente salgan a delante. Una reflexión que ha completado concluyendo que “cuánto más divertido es el juego en mi trabajo, la gente mejor responde al resultado”.
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