A veces es complicado tomar decisiones en las empresas. A la hora de implantar una solución que mejore nuestra forma de trabajar buscamos lo que otras empresas y conocidos están haciendo y les está funcionando. Pero lo mismo ocurre a la hora de contratar a alguien. ¿Qué hacemos, abrimos un proceso de selección o buscamos entre las personas de nuestro entorno por si conocen a alguien? Por eso me pregunto ¿es tu cuñado el mejor asesor para tu empresa?
Si, porque al final te acabas fiando de tu cuñado, en el sentido amplio de la palabra, alguien que te recomienda a un empleado, una solución para mejorar tu sistema de almacén, para controlar tu facturación, etc. Nos acabamos fiando quizás no del primero que pasa, pero de alguien que no tiene la suficiente experiencia y conocimiento como para recomendarnos la mejor opción del mercado para nosotros.
Un ejemplo claro de este tipo sería dar el salto a la nube en determinadas aplicaciones o servicios que necesita una empresa. Aquí podemos hablar desde la centralita de teléfonos hasta el ERP de gestión o directamente nuestro servidor. Un cuñado siempre nos va a recomendar lo que el conoce, es decir, seguir trabajando como hasta ahora, pegados al servidor local, en nuestra oficina... Se guía más por los lugares comunes que por los datos objetivos.
Que si la seguridad cuñado, que a ver quién accede a tus datos, que si mañana cierra esa empresa te quedas con el culo al aire
Un cuñado rara vez va a sacar un estudio con datos objetivos para ver que propuesta es mejor. Simplemente habla de lo que el conoce, que en ocasiones es un universo muy reducido. Y aquí no digo que lo hagan con mala intención, ojo. Otra cosa es si luego no les hacemos caso a la hora de tomar una decisión diferente a su recomendación y no sale bien. Nadie nos librará del "te lo dije cuñado".
El cuñadismo ilustrado se aplica durante años en la gestión de personal
En la selección de personal se viene haciendo durante años. El conoces a alguien para trabajar en... es la forma más habitual de cubrir vacantes en las empresas. Muchas veces la oferta ni siquiera sale al mercado. No es que se cubra de forma interna, promocionando a alguien, sino más bien buscando entre nuestros conocidos referencias de empleados que dieran el perfil para el puesto vacante.
Y esto no siempre da buenos resultados. Una referencia de terceros no garantiza que vaya a funcionar en la empresa, ni que tenga los conocimientos necesarios para el puesto, ni siquiera que a la mínima plantee su dimisión o se vaya a trabajar a la competencia.
En tecnología los cuñados siempre están a la última
Para finalizar no quisiera pasar por alto el momento de recomendaciones tecnológicas, donde los cuñados siempre están a la última. Todos tenemos un primo, un amigo, un sobrino de alguien que tanto nos puede hacer una web para la empresa como recomendarnos que ordenadores tenemos que comprar.
Aquí lo cierto es que he visto de todo, desde inversiones desorbitadas y sobredimensionadas por si un día la empresa crece a equipos que apenas echaban a andar ya se veía que estaban cortos de recursos. Poco o ningún análisis de las necesidades del cliente y mucho postureo tecnológico.
Comprate un Mac, cuñado que así no tendrás problemas en tu trabajo
Caso aparte podría ser el de los cuñados que utilizan Mac. Vaya por delante que los considero equipos fantásticos, pero creo que no servirán para todo los sectores. Es penoso invertir en un iMac para acabar instalando un Windows pirata en una máquina virtual desde el que tenemos que trabajar porque las aplicaciones que necesitamos no se pueden instalar en los ordenadores de Cupertino.
Cada vez que alguien recomienda un Mac para trabajar hay un gatito que muere. Sobre todo cuando se trata de sectores diferentes. Para un freelance puede ser fantástico, pero para un asesor fiscal seguramente no va a ser la mejor opción. Y lo recomiendan sin pensar siquiera en las aplicaciones con las que trabaja cada día.
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