Varias son las cosas que han cambiado en el mundo laboral en los últimos años y varias son las nuevas realidades a las que los trabajadores y las empresas se tienen que adaptar. Una de las cuestiones que han visto los trabajadores en su búsqueda de trabajo es que las empresas quieren cada vez perfiles más especializados.
Uno tiene que saber ser un maestro de un terreno concreto y tiene que ser capaz de ser muy eficiente en ciertas nuevas áreas que interesan a las empresas y que son las que funcionan como elemento clave para el futuro. Y otra de las cuestiones claves a las que tienen que enfrentarse los trabajadores es que el futuro es cada vez más complejo y los empleados tienen que ser cada vez más multitarea. Al mismo tiempo que se pide altos grados de conocimiento en una cuestión, se pide también ser más polivalente y saber más de más cosas.
A los periodistas, por ejemplo, se les pide que sean capaces de hacer un par de fotos cuando sea necesario, que tengan conocimientos de SEO y de SEM, que sean capaces de actuar como community managers y que puedan arreglar problemas que puedan generar la salida a la red de los contenidos. A los vendedores se les pide que sean expertos en atención al cliente y que sean capaces de conectar con el consumidor empleando técnicas de marketing, por poner otro ejemplo. Y a los trabajadores del área de marketing y publicidad se les exige, por supuesto, que sean también multiservicios, como una navaja suiza de la imagen de marca. Ahora el trabajador de esta área ya no solo tiene que saber de marketing, también tiene que controlar de internet, tiene que ser un experto en tecnología y, a poder ser, tiene que tener un dominio del área de big data.
La nueva generación de trabajadores que son perfiles combinados y en los que todo parece mezclado ya han llegado
Como explican en AdWeek, la nueva generación de trabajadores que son perfiles combinados y en los que todo parece mezclado ya han llegado y no solo el mercado los necesita sino que además tiene que saber responder a ellos. Ha llegado el momento del Hybrid Creative, el creativo híbrido. Ahora uno no es solo director de arte, también es al mismo tiempo diseñador web, director de cine y editor. Y tampoco uno es simplemente escritor, también es fotógrafo, periodista y director de arte.
Todos estos perfiles (que el columnista señala que son reales y que son algunos de los que ha tenido que gestionar en los últimos tiempos) son los que están saliendo de los campus universitarios (en este caso de Estados Unidos, pero lo cierto es que lo mismo ocurre en Europa) y que están invadiendo el terreno de juego laboral. Los creativos del futuro (y del presente) ya no son solo creativos, sino trabajadores capaces de operar en diferentes áreas y a los que por tanto no solo se les puede meter dentro de una casilla. Ya no encajan con descripciones de trabajo rígidas.
"Son híbridos", apunta en el artículo uno de los directivos de una de las agencias que han sabido ya verles valor a estos perfiles. "Definirlos sería como ponerles una camisa de fuerza", añade.
Los jóvenes no solo salen capacitados de su formación para operar en todos estos campos y para ser multitarea, sino que además están siendo ya algo 'deseado' por las agencias y las marcas. Algunas de ellas yan han visto el potencial de estos perfiles y están cambiando el cómo buscan trabajadores (y el cómo describen los puestos de trabajo, por ejemplo) para conectar con ellos. Estos trabajadores ya no encajan con las viejas descripciones y con los viejos repartos de tarea, pero en cambio reportan otro tipo de ganancias y de beneficios para las marcas.
Una cuestión generacional
Como suele ser habitual cuando se habla de jóvenes y de cómo están cambiando el panorama laboral y de las relaciones profesionales, aquí también hay que sacar de la chistera a los millennials y a los cambios generacionales. No se trata solo de que las empresas estén cada vez más interesadas en contar con profesionales más y más diversos capaces de hacer más y más cosas, sino que además los propios jóvenes esperan que el mundo sea así. Como apuntan los expertos, la idea pasada de ser de 9 a 5 creativo en una agencia y aprovechar los fines de semana para tener un grupo o escribir novelas se ha acabado. Los jóvenes no quieren compartimentar su vida. Quieren ser capaces de mezclar todas las cosas que les gustan.
Esperan que sus capacidades y sus talentos puedan ser aplicados en todos los terrenos y que en sus empresas comprendan el valor que todos ellos tienen. A esto hay que sumar que en la escala de valores de estos profesionales el dinero y los tradicionales beneficios de empresa empiezan a importar menos: ahora lo que les motiva es tener un trabajo que les satisface a todos los niveles.
Y, por ello, las empresas y las agencias tienen que ponerse las pilas para crear entornos que sean 'amistosos' para estos profesionales... o acabarán perdiéndolos en la batalla por el talento a la que se enfrentan contra las firmas tecnológicas y las startups (que supieron comprenderlo antes que ellos). Las agencias tienen que cambiar y tienen que empezar a comprender estas nuevas reglas de juego (como apunta uno de los expertos: "ahora mismo, nuestra industria no está sencillamente preparada para el talento contemporáneo").
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