Ahora más que nunca, la información es poder. El análisis de los datos hace posible tomar decisiones estratégicas que guíen a la empresa hacia su objetivo y poder diferenciarse de la competencia. A tal efecto, QlikTech destaca una serie de tendencias que sin duda determinarán la inteligencia de negocios (Busines Intelligence).
Este año entraremos en la era de la Humanización tecnológica. La tecnología debe plegarse a nuestras necesidades, e integrarse en nuestro día a día. Para ello, su evolución está dirigida a adaptarse a nosotros, de tal forma que constituya una segunda piel. De ahí la próxima generación de wereables, que en breve inundará nuestra rutina cotidiana.
Necesitaremos herramientas que nos ayuden a almacenar, analizar y gestionar la información, de tal modo que se limite al máximo la gran cantidad de datos registrados y se faciliten las tareas de evaluación y toma de decisiones. De este modo seremos capaces de hacer un uso efectivo del Big Data, y manteniéndonos al margen de la saturación.
El cambio ha de producirse en el seno interno de la empresa, y aplicarse de forma generalizada a todos los estamentos. Esta concienciación ha de ser total, necesaria para llevar a cabo una transformación integral. Ello incluye la disponibilidad de las herramientas adecuadas, y el libre acceso a la información.
Se generalizará el acceso a la información. El personal de la organización está familiarizado con el acceso a las tecnologías y el tratamiento de datos, tanto a nivel profesional como en su uso privado. Por ello, está plenamente capacitado para gestionar el Big Data interno, una información a la que debería acceder desde distintos medios, así como disponer de un entorno colaborativo, con el fin de agilizar gestiones y optimizar la toma de decisiones.
El análisis y tratamiento de la información ha cambiado de forma radical. No sirve de nada detenernos a reportar para mañana algo que está sucediendo ahora. La gestión de la información requiere un análisis evaluativo que permita obtener conclusiones para aplicar en tiempo real.
Estas nuevas posibilidades, en base a la explotación de la información, permiten tomar decisiones estratégicas que lleven a la empresas a diferenciarse de su competencia. El análisis profundo de los datos, más allá de su mera observación, ayudará a encontrar las claves para reorientar el negocio.
El nuevo paradigma tecnológico exige agilidad y rapidez a la hora de tomar decisiones. El frenético ritmo con el que se genera la información y la velocidad a la que se suceden los hechos no dan tregua. Este nuevo escenario requiere soluciones a la voz de ya.
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