Acabas de presentar tu proyecto emprendedor en un foro de inversión, la adrenalina de haber pasado la prueba todavía recorre tus venas y estás ansioso de llegar a la sala del vino español (networking que dicen los anglosajones) para poder ampliar la información de tu proyecto con alguno de los inversores asistentes.
Hoy es tu día de suerte, cerveza en mano se acerca a ti un inversor y empieza a hacerte preguntas sobre tu proyecto. Que si escala o no escala, que si ya has hecho ventas, que de dónde viene la idea…
Finalmente y como gran despedida os intercambiáis las tarjetas y ves recompensados tus esfuerzos pero, ¿qué va a pasar mañana? ¿te llamará el inversor? ¿debes llamarle tú? ¿de verdad estaba interesado?
Pocas veces los emprendedores tienen la suerte de que los inversores les digan realmente lo que piensan de sus proyectos, pues es más cómodo no decir nada y olvidarse al minuto de los que no interesan, pero esto no ayuda a mejorar ni las presentaciones ni los proyectos.
Estas son algunas claves de lo que se esconde detrás de algunas frases hechas:
1. Mañana te digo si me interesa invertir en tu compañía:
Esta es casi la peor de todas ya que demuestra que no le interesa el proyecto y no quiere enfrentarse a la violenta situación de decírtelo a la cara. Si no te ha llamado en 24 horas ni te molestes en seguirle la pista.
2. Tu valoración de la compañía se ajusta a la mía:
En este momento de la negociación no ha entrado en serio en ver el precio, pero no quiere empezar con problemas. Según se vaya avanzando ya apretará en el precio y la valoración, cuando el emprendedor esté entregado.
3. No voy a interferir en las decisiones de la compañía:
Lo que no dicen es que se refiere a las decisiones del “día a día”, ya que para las decisiones importantes ya pondrá él materias reservadas al consejo de administración en el pacto de socios.
4. Mi modelo de pacto de socios es sencillo y habitual:
Lo es seguramente para él, pero tendrá un montón de cláusulas y obligaciones que al emprendedor le suenen a chino, ya que este no es su terreno habitual.
5. Tengo mucho tiempo para dedicarlo a desarrollar la compañía:
Si de verdad es así malo porque estará todo el día metido en las decisiones cotidianas. Lo normal es que no sea así y que no le haga mucho caso, salvo en los consejos y juntas de accionistas. El que va a tener que desarrollar la empresa es el emprendedor.
Si escuchas estas frases habituales, y algunas otras que se suelen decir piensa en qué es lo que verdaderamente puede estar queriendo decir el inversor, ya que muchas veces lo que parecen mentiras son diferentes interpretaciones de una misma realidad. Como siempre sentido común.
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