Integrar el comercio electrónico para las empresas supone grandes ventajas desde mejoras en la distribución, mejores comunicaciones gracias a la vía electrónica, beneficios operacionales, hasta la fidelización de clientes.
Cada día más las personas valoran su tiempo y también su dinero. Internet ha abierto un abanico amplio de información, donde el usuario dispone tanto de información sobre el producto, como del precio. Contrasta, valora y examina detalladamente su compra.
Las empresas que practican e-commerce, saben que deben de captar la atención del usuario, pero sobre todo deben de aportar seguridad, tranquilidad y confianza a la hora de llevar a cabo la compra. Aportar un valor añadido y diferencial nos asegurará una nueva compra y con ello un cliente. Las empresas deben de valorar esto y no buscar compras fugaces, buscar clientes fieles. Un cliente contento será el encargado de difundir a los cuatro vientos las bondades de la empresa y de los productos que en ella se ofertan.
Hemos de recordar que la experiencia en la compra juega un papel importante en todos los aspectos, tanto offline, como online, pero en el caso de la compra online, hemos de prestar atención a los detalles.
En el mundo online, prescindimos de factores que refuercen carencias, aquí no se admiten carencias, el usuario examina con detalle cualquier aspecto que él considere importante. Por ello es importante, que involucremos al usuario, sus comentarios son importantes, tanto positivos, como negativos. A todos nos gusta sentirnos importantes, pero sobre todo nos gusta que nos tengan en consideración y este mismo sentimiento se ha de trasladar al mundo de la tecnología. Teniendo esto claro, las empresas deberán ser muy críticas y sensibles, con las mejoras del producto.
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