miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Un requisito imprescindible para emprender? ¡Perder el miedo a soñar!

Estos días circula por la red un vídeo con la voz en off de Alan Watts que relativiza la importancia del dinero y subraya la estupidez de dedicar nuestra vida a hacer cosas que no nos gustan para poder ser capaces de continuar haciendo cosas que no nos gustan y educar a nuestros hijos a seguir este camino… El concepto no es nuevo, pero me alegra que de vez en cuando algún mensaje como este consiga un efecto viral en la red. Las cosas buenas de la vida se nos olvidan pronto y a la mínima entramos en el lamento facilón y en la desidia más absoluta, así que va bien que nos lo repitan cada cierto tiempo.


Soy consciente que hay gente que lo está pasando realmente mal en estos momentos y, evidentemente, tiene todo el derecho del mundo a quejarse, pero este pequeño post va para todos aquellos que de forma autómata y repetitiva se instalan en la posición fácil de aceptar “lo que hay”, de darse por vencidos, de renunciar a sus sueños o atreverse si quiera a soñar… ¿Cómo pretendemos vivir felices si ni siquiera nos permitimos vivir primero?
En las escuelas de negocios y universidades abundan los cursos para emprendedores en los que intentan enseñarnos a hacer magníficos análisis DAFO y planes de empresa y nos explican cómo montar un negocio en cómodos pasos… También abundan las noticias sobre el elevado número de proyectos que no superan el primer año de vida. Quizá sea porque nos inculcan unas aptitudes empresariales sin haber reparado primero en otros aspectos fundamentales y que aparentemente nada tienen que ver con la economía.¿En qué asignatura del colegio se nos enseña a ser felices, a gestionar nuestras emociones, a ilusionarnos con nuevos retos, a valorar los pequeños placeres de la vida? ¿Qué profesor dedicó sus horas a enseñarnos a soñar, a pensar en libertad, a ser creativos sin el prejuicio de seguir una línea previamente marcada? ¿Cuántos padres muestran a sus hijos a aprender de los errores, a levantarse cuando tropiezan y ver el aspecto positivo de su caída; a decir te quiero y gracias?
Un punto imprescindible para superar la crisis que nos apaga a todos es superar la crisis de felicidad, de ilusiones y de esperanza en un futuro mejor. Y es algo que deberíamos incorporar a nuestro sistema educativo, a la filosofía de trabajo de nuestras empresas, a nuestras relaciones personales… Se puede aprender a ser optimista, a ser feliz, a saber lo que queremos. Solo entonces seremos capaces de llevarlo a cabo y, como dice Alan Watts en el vídeo, no importa lo que esto sea. ¡Hazlo! Porque si realmente te gusta podrás convertirte en un experto en la materia y encontrar la manera de vivir de ello. Y ahora comencemos de nuevo por el principio, ¿qué harías para ser feliz?

Sandra Bravo es socia fundadora de BraveSpinDoctors, consultoría de comunicación estratégica y marketing político.

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