No por sabido es menos alarmante, o si acaso lamentable. Sólo un 10% de los universitarios españoles tiene planes para montar su negocio, lo que demuestra la urgente necesidad de fomentar la vocación emprendedora en una juventud que cada vez tiene más limitado su desarrollo profesional.
Tradicionalmente en nuestro país las preferencias de los
universitarios españoles hacia dónde encaminar su futuro profesional
eran ocupar plazas en las administraciones públicas, o sea preparar
oposiciones, o conseguir trabajo en la empresa privada, preferiblemente
en grandes multinacionales, Nunca el emprendimiento ha ocupado un lugar relevante en estas preferencias, pero ni la situación de crisis actual ha provocado cambios en este sentido.
Con la cada vez menor oferta de empleo público y una tendencia de
las grandes empresas privadas a recortar plantilla en lugar de
aumentarla esas dos opciones difícilmente supondrán una salida profesional para los jóvenes universitarios. Si sólo el 10% se plantean el emprendimiento como salida ¿qué va a hacer el resto?
No entremos en compara cifras con los niveles de vocación
emprendedora de otros países de nuestro entorno, donde salimos
cláramente perjudicados. Pensemos sólo en las necesidades económicas de
estos jóvenes y de la economía española que no se puede permitir el lujo
de, en la situación actual, tener desocupadas a personas cualificadas y
en cuya formación el propio Estado ha invertido mucho dinero.
Por eso la cada vez más futura Ley de Emprendedores debe
incluir este aspecto dentro de sus medidas. Fomentar la vocación
emprendedora no sólo es necesaria para ponernos al nivel de los demás
países desarrollados, sino que es imprescindible para que España pueda
tener armas para salir por sus propios medios de la crisis y sentar las
bases de una economía basada en modelos productivos que generen valor y
competitividad y no en burbujas especulativas que a largo plazo sólo
consiguen devolvernos a un status de país de segunda.
Las cifras están ahí, la tarea está clara y es hora de incentivar y apostar
realmente por ofrecer a los jóvenes una alternativa en la que ellos
mismos puedan desarrollarse presonal y profesionalmente. Demorar esta
iniciativa es seguir cavando el hoyo que cada vez es más profundo y del
que nos costará mucho esfuerzo salir.
En Pymes y Autónomos
Me parece interesante el blog
ResponderEliminarPido permiso para publicarlo en www.pyme.com.mx
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