Con la
evolución de los mercados, la globalización y la restringida oferta de
empleo a las nuevas generaciones les han llegado la opción o la
necesidad de ser empresarios. Más del 90% de las empresas del país somos
PYMES y hacemos un aporte bien significativo al producto interno bruto
de Colombia. Con el exceso de oferta de profesionales el emprendimiento
se ha convertido en una viable alternativa de trabajo.
Hemos llegado al punto en que aunque un profesional haga más
especializaciones sus ingresos o posibilidades de empleo no aumentan y
partiendo de esta realidad deciden embarcarse en la aventura de ser
empresarios.
Otro factor que contribuye a la formación de una cultura empresarial en
el país es la poca capacidad de los gobiernos de sostener la carga
pensional de los empleados. Por ello además de que la mayoría de los
jóvenes se tendrá que mercadear a sí mismos o a su empresa, también
tendrá que preocuparse por forjar su propia jubilación en un fondo de
pensiones público o privado sin que sea responsabilidad exclusiva del
estado. Las épocas en que bastaba un pregrado para perpetuarse en un
empleo a recibir cómodamente una quincena fija y salir jubilado son
cosa del pasado.
En una conferencia de emprendimiento, algunos jóvenes en el umbral de su
carrera contagiados por el pesimismo regional me preguntaban que si
pese al letargo de algunas ciudades sería posible hacer empresa y que
podía hacer el gobierno por ellos. Más que buscar soluciones o
respuestas rápidas y que dependan de factores macroeconomicos, creo que
ser empresario es cuestión de actitud, de tener un proyecto de vida
trazado y de tener muy claro el papel del mercadeo en la idea de
negocio. Del mercadeo parte el primer eslabón de la cadena para que una
empresa sea viable. La misión de la empresa antes que generar
utilidades es que perdure, cree una marca reconocida y genere valor con
un factor diferenciador que estimule las ventas. La pregunta del millón.
¿Cómo escoger una idea de negocio? Cito algunas fuentes: Los ejercicios
de lluvia de ideas, los contactos personales, la subcontratación de
procesos, hobbies, las ferias comerciales, publicaciones gremiales,
tesis universitarias, implantación de nuevas tecnologías, las
franquicias, buscar en instituciones de apoyo, identificar productos
importados para producirlos a menor costo, desarrollar productos que
tengan que ver con nuevas tendencias(Ecología, comunicación, estética,
recreación, productos dietéticos, la seguridad).
Otra manera de encontrar ideas es analizar por qué compran los clientes.
Compran para ahorrar tiempo(por eso usamos el fax, Internet y los
computadores). Compran por comodidad(parqueo, juegos), compran por
credibilidad o sea el respaldo que les da una marca o compran por el
estatus que representa usar un producto. No todas las ideas tienen que
ser muy sofisticadas. Puede ser algo existente y ofrecerlo más rápido,
mejor distribuido, con mejores condiciones de pago, etc. En todo caso
con un elemento diferenciador importante frente a la competencia.
Insisto, muy enfocado al mercadeo.
A diferencia de los que optan por ser empresarios como escampadero, se
requiere una buena dosis de pasión por lo que se hace, convivir con la
incertidumbre y perder el miedo al fracaso por que el único que no se
equivoca es el que no hace nada, pero vale la pena optar por este
gratificante modo de vida, que no nos libra de las crisis u otros
obstáculos, pero es una forma de saborear la libertad, de pasar de los
derechos a las responsabilidades, de saber que la suerte no existe, que
se tiene toda una vida para ser ordinario y solo una oportunidad para
ser extraordinario.
Los interesados en emprender pueden aprovechar las actuales
instituciones de apoyo como el parque de innovación empresarial, el
fondo emprender, las incubadoras de empresas, Los gremios con su
vocación exportadora y de contribuir al empleo, las secretarías del
emprendimiento y otras entidades que fomentan la creación de empresa y
que infortunadamente no existían en mi generación.
No podemos esperar a que el gobierno solucione todo o basar el
aprendizaje únicamente en la academia. Lamentable el hecho de que en
colombiael nivel de lectura percapita no supera 2 libros por año en
promedio, mientras que los países desarrollados pasan de 10. Si en vez
de dedicar 3 horas semanales a ver novelas o realityes los jóvenes
leyeran ese tiempo equivalente, en tres años serían expertos en un tema,
y es que el empresario prospero debe investigar y leer mucho para
encontrar respuestas y escalar posiciones en su negocio, en especial
sobre asuntos de ventas o mercadeo.
No es cuestión de suerte, estudio, dinero o salud. Es de actitud. El
hombre no hace nada hasta que la causa para la cual trabaja, posee todo
lo que hay en él.
Un artículo de Eduardo Gomez
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