lunes, 13 de febrero de 2012

7 consejos útiles para captar la atención de clientes en tu negocio

Como ya sabrás, la base del éxito de un negocio son los clientes. Cada vez se hace más complicado captar a nuevos debido a la competencia. Luchar contra las grandes superficies se hace cada vez más complicado debido a su política de precios, además un nuevo y feroz rival está en auge, Internet. Cada vez son más los clientes que acuden a la red para realizar alguna compra. Poder buscar tranquilamente un producto, comparar precios y tenerlo en casa en sólo 24 horas son varios alicientes que están acabando con muchos pequeños negocios.

Hoy os queremos dar 7 consejos muy útiles para poder lograr captar la atención de nuevos clientes, y sobre todo mantenerlos.

1. Busca la satisfacción total en cada cliente

Aunque no es fácil de lograr, debe ser tu objetivo que cada cliente con el que hagas un negocio salga 100% satisfecho. Ten presente que son los clientes la única razón por los que abres las puertas cada día. No existe nada más importante que un cliente. Las tareas administrativas…todas pueden esperar, pero un cliente no debe esperar. Por esta razón, un cliente nunca debe ser visto como una interrupción.

2. Deja tu vida personal en casa

Todos nosotros tenemos días en que nos sentimos estupendamente, y días en lo que querríamos escondernos bajo la alfombra. Jamás debes permitir que un mal día afecte en tu trato hacía un cliente. Todos esperan ser atendidos rápida y cortésmente. El punto está en que el cliente no tiene que ser capaz de notar alguna diferencia en el servicio que recibe. Un ejemplo de esto sucede en el mundo del espectáculo cuando se utiliza la frase: “It’s show time”. Al comenzar el espectáculo, el artísta se olvida de su vida personal y se concentra únicamente en el papel que esta interpretando, cambiando completamente sus emociones. De igual forma, al tratar con un cliente debes esforzarse por brindar “tu mejor show”.

3. Saluda a cada cliente

Sin importar si el negocio está lleno o hay poco movimiento, todo cliente que entra debe ser recibido con palabras de bienvenida. Un simple saludo como “buenos días” bastará y aunque parece una cosa sin importancia en realidad estará logrando dos cosas: la primera y la más importante… le está permitiendo saber que hay alguien ahí que puede atenderlo y que estás contento de que haya entrado en tu negocio. Y en segundo lugar, se creará un efecto colateral: saludar al cliente es también un resguardo contra un posible robo. La gente está menos inclinada a robar algo si sabe que hay alguien que está atento a su presencia.

4. Nunca califiques a tus clientes por su apariencia

Dicen por ahí que “como te ven te tratan”, si actúas de esta forma con tus clientes, seguramente estás perdiendo negocio. Es decir, simplemente por el hecho de que una persona no luzca como un posible comprador no implica que no pueda hacerlo. Sí lo vemos de manera objetiva, es prácticamente imposible predecir si la persona va a comprar o no basándose en su apariencia física. Atiende a toda persona como si fuera el mejor de tus clientes.

5. Deja que el cliente tenga su espacio

Todos tenemos una cierta medida de “espacio personal” que necesitamos para poder sentirnos cómodos. Algunos clientes van a ser muy amigables y abiertos desde un principio, mientras que otros se sentirán incómodos si tratas de acercarte demasiado. Aunque es apropiado dar tu nombre durante la presentación, puede parecer una presión. Si el cliente te da su nombre, utilízalo para dirigirte a él durante la conversación. En esta misma línea, evita llamar a tus clientes “caballero” o peor aún… “señora”. Está comprobado que estas palabras hacen que personas jóvenes o de mediana edad tiendan a sentirse incómodas.

6. No interrumpas, ¡escucha al cliente!

Jamás debes  interrumpir al cliente mientras habla. Muchas veces un vendedor detiene a un cliente en medio de una conversación para decir algo que cree que es importante. Independientemente de cuán ansioso estés para exponer ese asunto que sabes que le va a interesar a tú cliente, espera hasta que haya terminado de hablar. Recuerda, “cuando el cliente está hablando, el cliente está comprando”.

7. Baila al ritmo del cliente

Adapta tu estilo al cliente. Un tono más relajado, más sencillo puede ser apropiado para algunos clientes, mientras que otros responderán mejor a uno más formal. Un buen vendedor no tiene solamente un estilo, sino que “sabe bailar al compás de todo tipo de música”.

Un artículo publicado en Muy Pymes

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