En todas las empresas podemos llevar a cabo siempre algún cambio o mejora que nos permita mejorar cada área de manera que aumentemos nuestra facturación, nuestra productividad, nuestra ventas…
Cualquier faceta empresa es suceptible de implantar alguna mejora y hoy, os vamos a ofrecer venticinco consejos prácticos para mejorar nuestra empresa
Hoy en día, en pleno siglo XXI, la tecnología está presente en todos los ámbitos de la pequeña y mediana empresa. El abanico de soluciones existente para cada uno de ellos es inmenso y muchas veces es complicado saber por qué camino de todos los posibles nos conviene tirar. Para ayudar en la toma de decisiones, a continuación, os presentamos cinco consejos prácticos para mejorar en tecnología en nuestros negocios:
Antes de lanzarse a implantar una solución tecnológica, es primordial analizar de principio a fin los procesos a los que va a dar soporte dicha herramienta. La herramienta debe adaptarse a los procesos y no al revés.
Plantear la realización de un proyecto piloto previo a la adquisición, para confirmar que la herramienta cumple los requisitos exigidos, evita malentendidos y prácticas comerciales poco éticas que, por desgracia, existen a veces en este mercado.
Se deben fijar ciclos de vida y plazos de amortización para los productos tecnológicos adquiridos. Estar siempre a la última no siempre es positivo y antes de comprar algo nuevo debe hacerse un análisis coste-beneficio de la migración a la nueva versión.
Los sistemas que usan estándares abiertos y permiten exportar la información fácilmente a otros, otorgan una importante flexibilidad ante cambios futuros. Es posible quedarse atado de por vida a un sistema por no poder exportar los datos.
Puede ser interesante una estrategia de alianza con otras empresas con intereses afines para mejorar en tecnología, mediante las sinergias obtenidas a través del esfuerzo conjunto.
En un mercado tremendamente competitivo como el actual, al que se suma una crisis bastante seria, es vital para las empresas plantearse alguna acción innovadora que las permita alcanzar cierta diferenciación respecto a sus competidores.
Ya sea en productos, en servicios, en procesos o incluso en el modelo de dirección, innovar permite obtener ventajas competitivas si al final del proceso se obtiene algo novedoso que aporte valor con independencia del sector, del tamaño o de la capacidad financiera de la empresa. Estos son cinco consejos prácticos para mejorar en innovación:
Hay que ser creativo, pensar diferente. Para ello hay que empezar por adoptar una actitud innovadora. Sin ese talante de partida es imposible avanzar en todo lo demás.
Buscar la especialización, lo que permitirá abrir espacios sin competencia. El precio no es siempre el factor determinante si lo que se vende es lo mejor.
Probar, probar y probar hasta dar con lo que se busca, aun sin saber qué es lo que se está buscando. La tenacidad da sus frutos aunque el camino se llene de fracasos.
Ayudarse de los que están alrededor porque ellos son los que saben cómo mejorar las cosas. No hace falta salir fuera porque el talento está en casa, sólo hay que montar una “red de inteligencia” para recolectarlo.
Pensar en la lógica del comprador poniéndose en su lugar. La empatía hacia el cliente es saber lo que le gustaría comprar y no obligarle a que compre lo que le vendemos, aunque no le guste.
La batalla del día a día de muchas empresas radica en abrirse canales de financiaciónpara aumentar sus ventas, sus activos mediante inversiones o incluso acometer reestructuraciones que le permitan capear la crisis mediante la obtención de financiación. El dinero y las corrientes de tesorería, son denominadas por muchos como la sangre de la empresa y por ello, vamos a dar cinco consejos prácticos para mejorar u obtener financiación en la empresa.
No mientas nunca en aspectos financieros. La financiación tiene un trasfondo importante de confianza, ya sea entidades financieras o inversores privados. Cuando te dirijas a alguno de ellos para solicitar financiación, nunca mientas en tus datos o en el destino de los fondos.
Sé realista. Antes de solicitar cualquier tipo de financiación, es básico que comprobemos que la empresa puede pagar los futuros compromisos que adquiera en el tiempo. Si mi empresa tiene un beneficio neto mensual de 2.000 euros, dificilmente podré pagar 4.000 euros adicionales todos los meses.
Analiza qué producto financiero necesitas. No es lo mismo comprar un vehículo o una máquina que tener que soportar una serie de impagos que rompen la tesorería. Para el primer caso, un leasing o incluso un renting es lo mejor y para el segunod ejemplo, quizá la mejor opción es una ampliación de capital.
Controla tus costes financieros globales. Muchas empresas tienen un beneficio bruto de sus operaciones corrientes pero cuando ajustan los gastos financieros por comisiones e intereses, observan como sus números negros se transforman en números rojos. El coste en intereses y coste en comisiones es muy importante y en la mayoría de los casos, estas comisiones se pueden evitar negociando con las entidades financieras o aportando fondos propios.
No contrates productos que no entiendas o no necesites. En el caso de las entidades financieras, a la hora de ofrecer un producto, la entidad financiera suele comercializar otros productos para rebajar las condiciones de tipo de interés o comisiones. Contrata sólo aquellos productos que abaraten realmente la financiación y no todo lo que te ofrezcan, como suele ocurrir con los seguros de tipos de interés o contratos SWAPS, bastante complejos y con dudosas ventajas.
Los pilares en los que se soporta el capital humano se pueden resumir en las habilidades para realizar determinadas tareas, en el conocimiento y las técnicas que se aplican en el desempeño y en la motivación del trabajador para ponerlas en práctica y desarrollarlas. Las empresas son organizaciones en cambio permanente por eso es crítico que su capital humano sea capaz de adaptarse a los sucesivos cambios mediante la promoción del aprendizaje, del mantenimiento de un buen ambiente de trabajo y de la continua actualización de conocimientos para que nadie corra el riesgo de quedar fuera del mercado. A continuación se presentan cinco consejos prácticos para mejorar el capital humano de la empresa.
Potenciar la formación: facilitar el empleado o incentivarlo para que realice formación en tareas diversas y completas, como el liderazgo y la gestión de personas, finanzas, innovación y cambio, marketing, estrategia, gestión de negociaciones complejas.
Impulsar el coaching: se ha extendido de forma generalizada esta técnica orientada a conseguir y alcanzar metas y logros entre los perfiles directivos, que son los que manejan decisiones, presupuestos y equipos. Es el sentido común el que muchas veces es necesario aplicar en la resolución de problemas.
Motivar al empleado: realizar una comunicación adecuada en la empresa contribuye a reducir los errores en la actividad, a reducir el estrés físico y mental, potencia la creación de buenas relaciones entre los compañeros, impulsa el trabajo en equipo, incrementa la eficacia, alinea los intereses y mantiene el interés en lo importante.
Desarrollar habilidades: independientemente del tamaño de la empresa y también para el autónomo, es necesario recoger en un documento las buenas prácticas o la mejor forma de ejecutar las tareas. Recoger el conocimiento y los procesos en cuestiones como logística, diseño, técnicas de venta, manual de productos, etc. servirá para aportar valor al trabajador.
Fomentar el liderazgo: es fundamental creer en lo que se hace y trabajar para ganarse la atención porque las personas que llaman la atención y tienen seguidores avanzan, progresan e innovan construyendo su identidad y conformando su personalidad en la actividad que desarrollan.
Una de las asignaturas pendientes de las empresas españolas es su poca iniciativa a la hora de lanzarse a la internacionalización. La situación económica actual nos demuestra, además, que las empresas que mejor están resistiendo la crisis son precisamente aquellas que no tienen su foco exclusivamente en nuestro mercado y están compensando los resultados negativos obtenidos en nuestro país con sus actividades en el extranjero. Es evidente que introducirse en otros paises no es fácil por eso vamos a daros cinco consejos prácticos para abrirse a nuevos mercados a tener en cuenta cuando se da ese paso:
Analizar el riesgo país. Debemos ponernos como objetivo la entrada en paises políticamente estables ya que si ya es difícil introducirse en un mercado distinto al nuestro, la dificultad aumenta si las condiciones de ese mercado o su legislación depende en exceso de la situación política poco clara.
Analizar el riesgo divisa. Al igual que en el caso anterior, debemos cuidar las fluctuaciones de las monedas de los paises en los que operemos ya que corremos el riesgo de que nuestro beneficio se pierda por la diferencia en el cambio de divisa.
Entrar en el mercado a través de colaboraciones o alianzas con empresas locales. Instalarse en otro país supone un gran cambio, idioma, costumbres, legislación, impuestos, etc. generalmente es mejor no enfrentarse sólos a todo eso. La mejor manera de hacerlo acompañado es a través de empresas que ya estén operando en ese país.
Apoyarse en los servicios que nos ofrecen las Cámaras de Comercio. Las Cámaras disponen de oficinas en una gran parte de los países, estas oficinas tienen como misión ayudar a las empresas españolas es sus operaciones en esos paises. Es un servicio al que se le puede sacar mucho provecho en nuestra inicial en ese país.
Debemos buscar objetivos atractivos para nuestro sector y nuestro modelo de negocio. Un destino interesante para la internacionalización no tiene por qué ser el adecuado para nuestra empresa o nuestro modelo concreto. Problemas culturales, tecnológicos o logísiticos puede hacer fracasar nuestro intento, hay que vigilar esos aspectos.
La clave del éxito, la mejora continua de la empresa y el establecimiento claro de nuestra actividad en el nicho de mercado en el que operemos se verá muy favorecida si somos capaces de establecer una estrategia clara de diferenciación sobre el resto de empresas que operen en el sector.
La diferenciación parte de la premisa de la uniformidad en el desarrollo de procesos en todas las empresas y será la que tenga más éxito aquella que ponga en práctica una estrategia clara de diferenciación que sea aceptada ampliamente por el mercado. Para conseguir estos objetivos, aquí os proporcionamos cinco consejos para crear una estrategia de diferenciación.
Identifica las áreas de trabajo de tu empresa. Cada empresa tiene una cadena productiva distinta, ya sea un mero comercio a una gran empresa. Separa cada área, realiza un esquema de cómo llevas a cabo cada proceso, analiza la competencia y busca modelos alternativos.
Pon en práctica siempre las estrategias que aporten valor añadido. Por ejemplo, si tu sector es el sector servicios, incluye una cobertura adicional que no la hagan el resto de empresas en tu prestación de servicios. ¿Eres un jardinero? Coloca un amplio catalogo de plantas en tus muestrarios que funcionen bien en tu zona y sean desconocidas por muchos.
No copies modelos íntegros, aporta algo más siempre. Por ejemplo, todas las cafeterías venden café, pero no todas ellas tienen 5 tipos de café o colocan un servicio completo de taza, servilleta y vaso.
Segmenta a la vez tus clientes. Si tienes una diferenciación exclusiva que signifique mayores costes y mayor precio, dirige tus productos a un mercado que realmente pueda pagar por tus productos o servicios.
Mejora la experiencia global de tus clientes en los tiempos muertos. Si tienes largas esperas en tus dependencias, coloca dispensadores de agua, una wifi disponible para ellos o incluso algún gadget como un iPad o similar para su entretenimiento.
Remo es licenciado en Química y LADE, relacionado con la dirección financiera y fiscal de empresas. Escribe habitualmente en los blogs Pymes y Autónomos y El Blog Salmón.
Puedes seguirlo en Twitter en @Remo
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