Aunque existen diferentes estrategias para vender, la responsable de este área debe poseer unos mínimos en cuanto a cualidades que pueden ser innatas o adquiridas porque, como todo en la vida, a vender también se puede aprender. Vamos con ellas.
- Formación: lo primero que necesitamos para conseguir ser un buen comercial es tener los conocimientos de marketing, publicidad, economía y las facetas más específicas que sean necesarias dentro de cada sector.
- Conocer el mercado: muy en relación con el anterior punto es esencial que el comercial conozca los entresijos del mercado en el que trabaja para poder tomar las decisiones adecuadas en los momentos justos.
- Orientación a resultados a corto, medio y largo plazo: vender día a día es importante pero aún más es tener una visión completa de ventas para un período dilatado de tiempo.
- Planificación: a colación del anterior punto, se puede extraer este. Un comercial debe tener una planificación clara para saber hacía dónde quiere ir, qué debe hacer y cómo puede evitar situaciones que con previsiones se pueden capear.
- Habilidades sociales: tener empatía, capacidad para resolver conflictos, persuadir a otras personas o conseguir ser el líder de un grupo son cualidades altamente recomendable para que un comercial consiga tener éxito en su trabajo.
- Comunicación: aunque se podría incluir en el punto anterior, la habilidad de comunicación es tan importante que hemos preferido crear un punto propio para ella. Saber cómo hablar en público, tener una retórica embaucadora, conocer las estrategias para defender un presupuesto o vender una idea son claves para el comercial.
- Creatividad: vender en estos tiempos no es fácil por lo que la creatividad es un don que ayudará a idear nueva fórmulas para conseguir clientes.
- Dirección de equipos: aunque el comercial suele trabajar en solitario, debe tener claro que, en ocasiones, tendrá que coordinar acciones con otros departamentos o personal de su propio equipo. Así, es debe tener la capacidad de trabajar en equipo, poder coordinar a uno en un momento dado y saber delegar y tomar decisiones.
- Imagen: pese a que la imagen es importante en cualquier puesto de cara al cliente, en este caso se hace más relevante aún. Muchos clientes, proveedores o socios toman decisiones basándose en la apariencia del comercial.
Un artículo publicado en Muy Pymes
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