Ningún emprendedor te dirá que la clave para que su negocio funcione es que haya más subvenciones o que la administración invierta en más centros de innovación tecnológica o incubadoras (que luego ocupan gestorías y talleres mecánicos). Los emprendedores no quieren subvenciones ni oficinas gratis, saben que muchas veces las subvenciones son una pérdida de tiempo. Quieren que les dejen trabajar. No quieren que la administración haga más cosas sino menos cosas. Que se quiten de enmedio y no ahoguen con impuestos a startups que apenas echan a andar y ni facturan aún.
Ayer pregunté en mi cuenta de Twitter qué ideas serían las más importantes para conseguir que en España haya más startups cuanto antes. Debí tocar una fibra sensible porque hubo cientos de respuestas. He agrupado y seleccionado las 10 más directas y actuables que los emprendedores necesitan ya para que sus empresas salgan adelante. Había más ideas sobre cambios educativos y culturales que siendo importantes no son medidas inmediatas.
Las 10 ideas que nuestro país necesita con urgencia para que surjan muchas más empresas de tecnología son:
Responsabilidad Limitada. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo en el nombre. Hoy fracasar es el fin de tu carrera. Si te va mal un negocio no puedes montar otro. Las deudas con la seguridad social van contra todos tus ingresos presentes y futuros. No es de extrañar que un porcentaje importante de los emprendedores en nuestro país sean inmigrantes... si les va mal pueden volverse por dónde vinieron. Tienen su escaso patrimonio a salvo en otro país. Los españoles lo tenemos difícil para emprender en nuestro propio país. Si el negocio falla van contra todos tus bienes. En EEUU las mayores empresas las montan emprendedores que fracasaron en su primer negocio, pero en España si tu primer negocio va mal olvídate de montar ningún otro. Mientras no tengamos una economía que permita la "responsabilidad limitada" estamos condenados a una senda de escasa iniciativa emprendedora. Penalizar el patrimonio personal ante fracasos empresariales nos hace a todos más pobres. Es urgente reformar la ley para que las deudas de la empresa se extingan con ella y liberar al emprendedor que fracasa en su primer intento para que pueda volver a arriesgarse. Si una estación de esquí expulsase a quién se cae una vez ¿quién esquiaría? Si tras el fracaso no hay una nueva oportunidad, la lección aprendida no ha servido para nada.
Una gestión del iva que favorezca al emprendedor. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando un iva que con suerte te devuelven después de un año. ¿Qué sentido tiene eso? En su insaciable voracidad de recursos el Estado se lo come todo sin permitir siquiera que la gente plante su cosecha. La gestión del iva debería estar pensada para favorecer la creación de empresas. Hoy es justo lo contrario. Ese iva debería devolverse mensualmente. Los emprendedores no quieren créditos fáciles o subvenciones... quieren que el Estado les deje de robar. Aún más surrealista es tener que pagar por adelantado el iva de las facturas que has emitido sin haberlas cobrado o tener que pagar el iva de facturas por servicios a la administración... que ellos mismos no pagan. Triste.
Una fiscalidad que no penalice los planes de opciones. Tras el escándalo de los planes de opciones de Villalonga en Telefónica se cambio la legislación para castigar esos planes. Con la crisis se les acusó de ser la fuente de todos los males. Se decía que los planes de opciones habían causado la crisis financiera, nada menos. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio. O sea que para ser más progres que nadie el capital paga un 21% y el trabajo un 47%. Silicon Valley es como es, entre otras muchas cosas, gracias a la facilidad y sencillez con que se montan planes de opciones para empleados en empresas recién nacidas. La única forma de atraer talento a una empresa sin recursos es ofrecer parte del beneficio potencial que se puede crear. En España las startups no consiguen atraer talento necesario porque ni pueden pagarlo compitiendo con empresas grandes ni pueden remunerar el talento con opciones. Nuestra legislación no permite que se hagan planes de opciones. Es absurdo, ridículo, incompetente, de idiotas. ¿Cómo vamos a desarrollar empresas de internet sin poder remunerar con opciones?
Un esquema fiscal que permita que fluya el crédito desde Business Angels. Para que haya atunes en el océano primero tiene que haber peces y plancton. Sin plancton no hay ballenas. Sin el primer eslabón de la cadena todo se cae. Los fondos de capital riesgo se quejan sistemáticamente de falta de proyectos en los que invertir porque no hay suficiente variedad y cantidad de proyectos financiados por Business Angels. Por eso apenas tampoco hay empresas cotizadas de internet en España. El crédito de bancos no llega a las startups y no lo va a hacer nunca porque son intrínsicamente empresas de alto riesgo. La única solución que tenemos es dinamizar las redes de pequeña financiación entre personas. Si el crédito no fluye desde los bancos hay que dinamizar el crédito de cercanía, que a un pequeño inversor le salga más a cuenta invertir en negocios de sus conocidos que comprar pisos vacíos. Ese crédito de cercanía por poco dinero tiene en nuestra legislación el peor tratamiento fiscal del mundo. Si lo pierdes es como si te lo hubieses gastado en una mariscada, lo has perdido y punto. Ser Business Angel debería tener las mismas ventajas fiscales que ser inversor profesional. Para ello es fundamental poder tener portabilidad fiscal de las empresas fallidas. Que tributes, como inversor personal en startups, igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar tus inversiones fallidas de las plusvalías de las desinversiones con éxito y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de 12 meses en otras startups.
Mayor facilidad para contratar talento extranjero. Las empresas de tecnología e innovación compiten en un mercado global y necesitan tener acceso a talento global. En idealista viví en primera persona como contratar a un uruguayo experto en usabilidad nos llevó dos años de gestiones eternas con la administración. En ese tiempo una Startup podría haber quebrado varias veces. Necesitamos poder contratar mucho más fácilmente al mejor talento de la India, de Argentina o de Estados Unidos para que nuestras startups puedan competir globalmente. ¿Qué sentido tiene que sea más facil para un equipo de fútbol contratar un futbolista nigeriano que para una startup un ingeniero chino?.
Eliminar la necesidad absurda de licencias para cualquier cosa. Durante el boom la legislación sobre las empresas explotó torrencialmente en todas las actividades, como había negocio daba igual, todo se podía hacer. Sólo ahora vemos las enormes limitaciones que hemos puesto sobre los emprendedores. Según el estudio Doing Business del Banco Mundial somos uno de los países del mundo dónde más legislación existe sobre licencias municipales. Muchos negocios no se empiezan porque a la gente le paraliza la cantidad de licencias que hacen falta. Para la mayor nimiedad necesitas una licencia del ayuntamiento y puede tardar meses. Es un mal universal, en EEUU menos del 5% de los trabajadores necesitaban en los 50s una licencia para ejercer su trabajo, hoy ya roza el 30%, con casos absurdos como las licencias para vender yogurt. No tengo los números para España pero no deben de andar lejos. Tenemos una legislación tan "avanzada" en todo tipo de aspectos de seguridad, medioambiental, laboral, anti-incendios, etc. que una pequeña empresa puede ser cerrada a voluntad por una administración con cualquier inspección. Siempre hay un papel que falta. Una legislación menos onerosa en las empresas, con menos limitaciones, menos legislación y necesidad de licencias para cualquier caso, liberaría la creatividad y permitiría explotar muchos nuevos modelos de negocio.
Que ser autónomo no salga tan caro. Frans Bakker explica en un estupendo post cómo los altos costes relacionados con ser autónomo han hundido el número de autónomos en España, incluso durante los momentos de boom económico. Por querer hacer negocios y ofrecer tu servicio al mundo, aunque no vendas nada, el Estado ya te está cobrando unos 250 euros al mes, más luego súmale la gestoría, etc. Unas mayores facilidades para que la gente que quiera hacer sus pequeños negocios pudiese ser autónomo fácilmente reduciría drásticamente las cifras del paro, afloraría mucha economía sumergida y animaría a mucha gente a probar a trabajar por su cuenta.
Contratos laborales ajustados para los primeros momentos de una startup. Una startup en España tiene toda la precaución del mundo de no contratar empleados porque los costes del despido en caso que las cosas vayan mal son altos. Una startup en EEUU contrata sin miedo todo lo necesario porque sabe que si hay que ajustar plantilla puede hacerlo con bajo coste. Sería mejor tener un contrato laboral que permita, durante los primeros meses o años del proyecto, poder contratar fácilmente, incluso ahorrándote el coste de seguridad social. Sería una medida ideal de creación de empleo en este momento una "amnistía" temporal: que cualquier empleo creado hasta diciembre de 2011 no tenga que cotizar seguridad social hasta diciembre de 2012, por ejemplo. Eso daría un empujón a la creación de empleo en estos meses.
Eliminar el impuesto del 1% de las ampliaciones de capital. Un emprendedor que acaba de constituir su empresa y consigue financiación de un Business Angel o un capital riesgo, va al notario, amplia el capital de su empresa y zas... el 1% para el Estado. Sin aún tener negocio, sin haber podido desarrollar su servicio, sin un sólo cliente, el Estado ya le está quitando el dinero que le acaba de entrar en cuenta. ¿En qué cabeza cabe eso? Muchos emprendedores para ahorrarse ese impuesto irracional deciden, en lugar de hacer una ampliación por 100, hacer una ampliación por 1 y tomar los otros 99 en un crédito participativo de los propios socios. Fiscalmente es más ventajoso porque te ahorras ese 1% de impuesto, pero luego cuando vas al banco a buscar un crédito o buscas una siguiente ronda de financiación tu balance dice que tienes un crédito enorme. Ese maldito impuesto del 1% estropea el balance de muchas startups y hace muy difícil las siguientes rondas de financiación. Hay que eliminar ya el impuesto del 1% en las ampliaciones de capital para evitar que las empresas nazcan con balances absurdamente apalancados desde el primer día que les impide acceder a financiación más adelante.
Dejar de atacar internet. No hay día que desde la administración no pongan nuevas trabas al desarrollo de internet en España. La LeySinde hace que una comisión de la SGAE pueda cerrar tu web en 4 días, algo que no existe ni en EEUU y que nos hace un país poco atractivo para montar aquí un negocio de internet. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) se financia poniendo multas y haciendo simultáneamente de juez y parte al quedarse el dinero de las multas que pone con lo que es la que más multas pone de la UE, más que todas las demás agencias europeas juntas. Ahora la ley del juego para proteger el negocio de la ONLAE de cara a una privatización ha decidido expulsar a los operadores de juego online de nuestro país (y con ellos los puestos de trabajo y los impuestos que podrían pagar aquí) etc. etc. etc. Lejos de ser un cluster de innovación tecnológica somos cada vez más un país refractario para la creación de empresas de internet. Destacados emprendedores del sector tic como Eneko Knorr o Miguel Angel Díez han decidido con mucha sensatez irse con sus negocios y sus empresas a EEUU en busca de mejores oportunidades... ¿Cuándo vamos a hacer que esto cambie?
***
En resumen, muchas de las medidas que piden los emprendedores son medidas que no cuestan dinero a la administración y que incluso pueden ahorrar, recaudar más y generar empleo. No se trata de que los políticos se gasten aún más dinero, hagan más departamentos y gestionen más. Todo lo contario. Es necesario que el Estado deje que fluya la iniciativa privada, que no le quiten el dinero a las empresitas que acaban de nacer y que dejen que la gente se monte sus pequeños negocios.
Ojalá supiésemos aprender de los mejores modelos del mundo y olvidarnos de los países de nuestro entorno, igual que Israel supo desarrollar una de las mejores economías del mundo para atraer inversores y emprendedores de Internet.
Cada año el Banco Mundial publica su informe Doing Business sobre las mejores economías para hacer negocios. Ese informe tiene multitud de pequeñas medidas para impedir que la administración sea un obstáculo y hacer nuestra economía más competitiva (permitir cualquier trámite empresarial en inglés, p.e.). Me bastaría con que nos fijásemos como objetivo subir peldaños año a año en lugar de esta decadencia progresiva.
Hace dos años escribí ya sobre estos mismos temas: 3 medidas para potenciar el desarrollo de empresas de tecnología.
Un artículo de Jesús Encinar
Ayer pregunté en mi cuenta de Twitter qué ideas serían las más importantes para conseguir que en España haya más startups cuanto antes. Debí tocar una fibra sensible porque hubo cientos de respuestas. He agrupado y seleccionado las 10 más directas y actuables que los emprendedores necesitan ya para que sus empresas salgan adelante. Había más ideas sobre cambios educativos y culturales que siendo importantes no son medidas inmediatas.
Las 10 ideas que nuestro país necesita con urgencia para que surjan muchas más empresas de tecnología son:
Responsabilidad Limitada. Las sociedades de responsabilidad limitada en España no existen salvo en el nombre. Hoy fracasar es el fin de tu carrera. Si te va mal un negocio no puedes montar otro. Las deudas con la seguridad social van contra todos tus ingresos presentes y futuros. No es de extrañar que un porcentaje importante de los emprendedores en nuestro país sean inmigrantes... si les va mal pueden volverse por dónde vinieron. Tienen su escaso patrimonio a salvo en otro país. Los españoles lo tenemos difícil para emprender en nuestro propio país. Si el negocio falla van contra todos tus bienes. En EEUU las mayores empresas las montan emprendedores que fracasaron en su primer negocio, pero en España si tu primer negocio va mal olvídate de montar ningún otro. Mientras no tengamos una economía que permita la "responsabilidad limitada" estamos condenados a una senda de escasa iniciativa emprendedora. Penalizar el patrimonio personal ante fracasos empresariales nos hace a todos más pobres. Es urgente reformar la ley para que las deudas de la empresa se extingan con ella y liberar al emprendedor que fracasa en su primer intento para que pueda volver a arriesgarse. Si una estación de esquí expulsase a quién se cae una vez ¿quién esquiaría? Si tras el fracaso no hay una nueva oportunidad, la lección aprendida no ha servido para nada.
Una gestión del iva que favorezca al emprendedor. Una empresa recién nacida, con apenas recursos y sin clientes tiene que dedicar el 18% de su escaso capital a financiar al Estado adelantando un iva que con suerte te devuelven después de un año. ¿Qué sentido tiene eso? En su insaciable voracidad de recursos el Estado se lo come todo sin permitir siquiera que la gente plante su cosecha. La gestión del iva debería estar pensada para favorecer la creación de empresas. Hoy es justo lo contrario. Ese iva debería devolverse mensualmente. Los emprendedores no quieren créditos fáciles o subvenciones... quieren que el Estado les deje de robar. Aún más surrealista es tener que pagar por adelantado el iva de las facturas que has emitido sin haberlas cobrado o tener que pagar el iva de facturas por servicios a la administración... que ellos mismos no pagan. Triste.
Una fiscalidad que no penalice los planes de opciones. Tras el escándalo de los planes de opciones de Villalonga en Telefónica se cambio la legislación para castigar esos planes. Con la crisis se les acusó de ser la fuente de todos los males. Se decía que los planes de opciones habían causado la crisis financiera, nada menos. Con nuestra legislación, un inversor paga el 21% de su plusvalía en un negocio, pero el empleado que gana dinero con un plan de opciones tiene que pagar el 47% de su beneficio. O sea que para ser más progres que nadie el capital paga un 21% y el trabajo un 47%. Silicon Valley es como es, entre otras muchas cosas, gracias a la facilidad y sencillez con que se montan planes de opciones para empleados en empresas recién nacidas. La única forma de atraer talento a una empresa sin recursos es ofrecer parte del beneficio potencial que se puede crear. En España las startups no consiguen atraer talento necesario porque ni pueden pagarlo compitiendo con empresas grandes ni pueden remunerar el talento con opciones. Nuestra legislación no permite que se hagan planes de opciones. Es absurdo, ridículo, incompetente, de idiotas. ¿Cómo vamos a desarrollar empresas de internet sin poder remunerar con opciones?
Un esquema fiscal que permita que fluya el crédito desde Business Angels. Para que haya atunes en el océano primero tiene que haber peces y plancton. Sin plancton no hay ballenas. Sin el primer eslabón de la cadena todo se cae. Los fondos de capital riesgo se quejan sistemáticamente de falta de proyectos en los que invertir porque no hay suficiente variedad y cantidad de proyectos financiados por Business Angels. Por eso apenas tampoco hay empresas cotizadas de internet en España. El crédito de bancos no llega a las startups y no lo va a hacer nunca porque son intrínsicamente empresas de alto riesgo. La única solución que tenemos es dinamizar las redes de pequeña financiación entre personas. Si el crédito no fluye desde los bancos hay que dinamizar el crédito de cercanía, que a un pequeño inversor le salga más a cuenta invertir en negocios de sus conocidos que comprar pisos vacíos. Ese crédito de cercanía por poco dinero tiene en nuestra legislación el peor tratamiento fiscal del mundo. Si lo pierdes es como si te lo hubieses gastado en una mariscada, lo has perdido y punto. Ser Business Angel debería tener las mismas ventajas fiscales que ser inversor profesional. Para ello es fundamental poder tener portabilidad fiscal de las empresas fallidas. Que tributes, como inversor personal en startups, igual que los fondos de inversión, pudiendo descontar tus inversiones fallidas de las plusvalías de las desinversiones con éxito y una exención del pago de plusvalías cuando los beneficios de una venta se reinviertan en menos de 12 meses en otras startups.
Mayor facilidad para contratar talento extranjero. Las empresas de tecnología e innovación compiten en un mercado global y necesitan tener acceso a talento global. En idealista viví en primera persona como contratar a un uruguayo experto en usabilidad nos llevó dos años de gestiones eternas con la administración. En ese tiempo una Startup podría haber quebrado varias veces. Necesitamos poder contratar mucho más fácilmente al mejor talento de la India, de Argentina o de Estados Unidos para que nuestras startups puedan competir globalmente. ¿Qué sentido tiene que sea más facil para un equipo de fútbol contratar un futbolista nigeriano que para una startup un ingeniero chino?.
Eliminar la necesidad absurda de licencias para cualquier cosa. Durante el boom la legislación sobre las empresas explotó torrencialmente en todas las actividades, como había negocio daba igual, todo se podía hacer. Sólo ahora vemos las enormes limitaciones que hemos puesto sobre los emprendedores. Según el estudio Doing Business del Banco Mundial somos uno de los países del mundo dónde más legislación existe sobre licencias municipales. Muchos negocios no se empiezan porque a la gente le paraliza la cantidad de licencias que hacen falta. Para la mayor nimiedad necesitas una licencia del ayuntamiento y puede tardar meses. Es un mal universal, en EEUU menos del 5% de los trabajadores necesitaban en los 50s una licencia para ejercer su trabajo, hoy ya roza el 30%, con casos absurdos como las licencias para vender yogurt. No tengo los números para España pero no deben de andar lejos. Tenemos una legislación tan "avanzada" en todo tipo de aspectos de seguridad, medioambiental, laboral, anti-incendios, etc. que una pequeña empresa puede ser cerrada a voluntad por una administración con cualquier inspección. Siempre hay un papel que falta. Una legislación menos onerosa en las empresas, con menos limitaciones, menos legislación y necesidad de licencias para cualquier caso, liberaría la creatividad y permitiría explotar muchos nuevos modelos de negocio.
Que ser autónomo no salga tan caro. Frans Bakker explica en un estupendo post cómo los altos costes relacionados con ser autónomo han hundido el número de autónomos en España, incluso durante los momentos de boom económico. Por querer hacer negocios y ofrecer tu servicio al mundo, aunque no vendas nada, el Estado ya te está cobrando unos 250 euros al mes, más luego súmale la gestoría, etc. Unas mayores facilidades para que la gente que quiera hacer sus pequeños negocios pudiese ser autónomo fácilmente reduciría drásticamente las cifras del paro, afloraría mucha economía sumergida y animaría a mucha gente a probar a trabajar por su cuenta.
Contratos laborales ajustados para los primeros momentos de una startup. Una startup en España tiene toda la precaución del mundo de no contratar empleados porque los costes del despido en caso que las cosas vayan mal son altos. Una startup en EEUU contrata sin miedo todo lo necesario porque sabe que si hay que ajustar plantilla puede hacerlo con bajo coste. Sería mejor tener un contrato laboral que permita, durante los primeros meses o años del proyecto, poder contratar fácilmente, incluso ahorrándote el coste de seguridad social. Sería una medida ideal de creación de empleo en este momento una "amnistía" temporal: que cualquier empleo creado hasta diciembre de 2011 no tenga que cotizar seguridad social hasta diciembre de 2012, por ejemplo. Eso daría un empujón a la creación de empleo en estos meses.
Eliminar el impuesto del 1% de las ampliaciones de capital. Un emprendedor que acaba de constituir su empresa y consigue financiación de un Business Angel o un capital riesgo, va al notario, amplia el capital de su empresa y zas... el 1% para el Estado. Sin aún tener negocio, sin haber podido desarrollar su servicio, sin un sólo cliente, el Estado ya le está quitando el dinero que le acaba de entrar en cuenta. ¿En qué cabeza cabe eso? Muchos emprendedores para ahorrarse ese impuesto irracional deciden, en lugar de hacer una ampliación por 100, hacer una ampliación por 1 y tomar los otros 99 en un crédito participativo de los propios socios. Fiscalmente es más ventajoso porque te ahorras ese 1% de impuesto, pero luego cuando vas al banco a buscar un crédito o buscas una siguiente ronda de financiación tu balance dice que tienes un crédito enorme. Ese maldito impuesto del 1% estropea el balance de muchas startups y hace muy difícil las siguientes rondas de financiación. Hay que eliminar ya el impuesto del 1% en las ampliaciones de capital para evitar que las empresas nazcan con balances absurdamente apalancados desde el primer día que les impide acceder a financiación más adelante.
Dejar de atacar internet. No hay día que desde la administración no pongan nuevas trabas al desarrollo de internet en España. La LeySinde hace que una comisión de la SGAE pueda cerrar tu web en 4 días, algo que no existe ni en EEUU y que nos hace un país poco atractivo para montar aquí un negocio de internet. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) se financia poniendo multas y haciendo simultáneamente de juez y parte al quedarse el dinero de las multas que pone con lo que es la que más multas pone de la UE, más que todas las demás agencias europeas juntas. Ahora la ley del juego para proteger el negocio de la ONLAE de cara a una privatización ha decidido expulsar a los operadores de juego online de nuestro país (y con ellos los puestos de trabajo y los impuestos que podrían pagar aquí) etc. etc. etc. Lejos de ser un cluster de innovación tecnológica somos cada vez más un país refractario para la creación de empresas de internet. Destacados emprendedores del sector tic como Eneko Knorr o Miguel Angel Díez han decidido con mucha sensatez irse con sus negocios y sus empresas a EEUU en busca de mejores oportunidades... ¿Cuándo vamos a hacer que esto cambie?
***
En resumen, muchas de las medidas que piden los emprendedores son medidas que no cuestan dinero a la administración y que incluso pueden ahorrar, recaudar más y generar empleo. No se trata de que los políticos se gasten aún más dinero, hagan más departamentos y gestionen más. Todo lo contario. Es necesario que el Estado deje que fluya la iniciativa privada, que no le quiten el dinero a las empresitas que acaban de nacer y que dejen que la gente se monte sus pequeños negocios.
Ojalá supiésemos aprender de los mejores modelos del mundo y olvidarnos de los países de nuestro entorno, igual que Israel supo desarrollar una de las mejores economías del mundo para atraer inversores y emprendedores de Internet.
Cada año el Banco Mundial publica su informe Doing Business sobre las mejores economías para hacer negocios. Ese informe tiene multitud de pequeñas medidas para impedir que la administración sea un obstáculo y hacer nuestra economía más competitiva (permitir cualquier trámite empresarial en inglés, p.e.). Me bastaría con que nos fijásemos como objetivo subir peldaños año a año en lugar de esta decadencia progresiva.
Hace dos años escribí ya sobre estos mismos temas: 3 medidas para potenciar el desarrollo de empresas de tecnología.
Un artículo de Jesús Encinar
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