He leido atentamente el artículo que publica El País refiriendose a Internet como paraiso fiscal.
Independientemente de las consideraciones que realiza sobre las
actividades de las grandes empresas y su “ahorro fiscal” por tributar en
Irlanda, donde el impuesto de sociedades en menor, sí sería conveniente
realizar ciertas aclaraciones que hacen pensar que realmente Internet no es tal paraiso fiscal.
En primer lugar, no es suficiente con tener la página web, desde la
que se venden o se prestan servicios, alojada en un servidor extrajero
para pagar menos impuestos. La ley determina que se tributa desde donde
ser realiza la operación pero siempre teniendo en cuenta que el servidor sea propiedad de la empresa y
no es suficiente con contratar el hosting en ese país. Una empresa
española que tenga su tienda virtual alojada en un servidor de Amazom no
tributará en el país donde esta empresa tenga sus servidores sino en
España, porque la empresa española no tiene esos servidores en
propiedad.
Por otro lado tampoco es tan sencillo para las empresas pequeñas
tributar en esos paises con un régimen fiscal más atractivo aunque se
constituyan las sociedades en esos países. Irlanda y el Reino Unido, por
ejemplo, tienen la figura de la empresa no residente, son empresas
constituidas en esos países pero que no se considera que realizan
actividades allí, por lo tanto no tributan en esos paises, ya que no tienen residencia física, trabajadores y una actividad real en ese país.
Por tanto, si yo me voy a Irlanda y creo una empresa allí pero no
tengo infraestructura en ese país, no tengo trabajadores contratados
allí y, por tanto, no demuestro que tengo una presncia real y sustancial
en el pais, no tendré la consideración fiscal de residente en Irlanda y
por lo tanto no podré acogerme al sistema fiscal irlandés.
Por supuesto, como bien refleja el artículo, para las grandes
organizaciones que sí pueden permitirse tener esa presencia efectiva en
paises con un sistema tributario más beneficioso, los negocios a través
de internet pueden suponer un evidente ahorro fiscal, lo mismo ocurre con las empresas de apuestas on-line que se contituyen en territorios con poca regulación en el sector.
Pero eso no supone una generalización para las pequeñas empresas
que operan a través de internet, ni tampoco procede aplicar el concepto
de “nube” o “paraiso digital” como un foco de negocios sin control que
escapan de la legislación y de la aplicación de impuestos.
En Pymes y Autónomos
No hay comentarios:
Publicar un comentario