lunes, 14 de marzo de 2011

La vida encarrilada

Los emprendedores solemos tener la vida encauzada. Y lo estamos porque tenemos dos cosas que la gran mayoría no tienen. La primera es FORMACIÓN. La segunda es la clara apuesta por nuestro desarrollo profesional a través de nuestro talento y no trabajando para los demás como empleado. Y en épocas de reflexión derivada de la coyuntura económica, es necesario estar fuerte, sentirse seguro y con posibilidades de superar la actual situación social y económica. Y todo con diversión.


La formación es uno de los principales activos de los emprendedores. No suele haber gran capital monetario detrás del talento de un emprendedor. Éste viene después. Pero la formación académica y de valores es lo que hace fuerte a un generador de proyectos, que arriesga porque tiene un sueño y lo quiere perseguir para hacerlo realidad. Ha perdido los temores y se adentra en una vida sencilla pero encarrilada ante retos y dificultades. Estas adversidades se pasan mejor, con entusiasmo y positivismo. No es el caso de aquellos que trabajan para terceros que suelen estrujarse más el cerebro para tomar una simple decisión ante un problema que dilatan su resolución en el tiempo.

La formación debe ser el pivote de la fuerza de la sociedad. Te da valores y un aprendizaje que permite encarar el futuro con mucha seguridad. Nunca es tarde para formarse. Y nunca hay bastante ni se está los suficientemente formado. La aparición de nuevas formas de pensar y la necesidad de articular las relaciones entre las personas nos llevan a nuevos conceptos y metodologías. Y el impacto de las nuevas tecnologías ha hecho que muchos comportamientos y formas de operar hayan quedado obsoletas. En el campo empresarial, los nuevos paaradigmas de rentabilidad y modelos de negocio presentan innumerables oportunidades de negocio para los emprendedores.

Por eso, a aquellos que quieran emprender y no tengan muchas ganas de afrontar un año lleno de dificultades pero con muchas oportunidades, les recomendamos que vuelvan a las aulas. Que se formen y se preparen todo lo que puedan. Los estudios son muy agradecidos por no hablar de las numerosas relaciones que establecerán con compañeros de clase.

Encarrilad la vida para que el deslizamiento por ella sea cada vez más placentero, ofrezca felicidad y orgullo de ser quien eres y como eres.

Un artículo de Oscar Sanchez

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