Últimamente estamos asistiendo a una autentica fiebre de “remakes” de antiguas películas, series y demás que ahora (supuestamente) renacidas nos devuelven a la pantalla, ello más allá del horror que me supone ver a algunos de los iconos de la época en la que yo era un niño desdibujados completamente en una nueva y absurda realidad, y de la consideración por mi parte de que este auge sucede especialmente en épocas especialmente carentes de creatividad y de recursos para impulsarla, me permite sacar unas conclusiones a nivel empresarial que aquí pueden ser interesantes de analizar.
Seguramente este renacer tan desmedido (como probablemente fugaz) tiene sus motivos, probablemente influyen las ganas de una generación por recordar a sus viejos iconos (aunque para recordarlos según como mejor que no los tocasen digo yo), probablemente también influye una sequedad excesiva de la fuente de la creatividad, sequedad que probablemente no viene tanto dada por la falta de intelecto humano para desarrollarla y crearla, sino más bien por falta de recursos inversores que estimulen esta creatividad, y esto nos lleva al tercer motivo, al tercer factor que probablemente es el más influye en este apogeo de sucedáneos, motivo clave y que por ello merece el siguiente párrafo para desarrollarlo individualmente.
Y merece ser desarrollado de forma individual pues probablemente es el factor clave, y también es el factor que mayor relación tiene con la realidad empresarial, este no es otro que el dirigir la inversión en tiempos de carestía, en tiempos de vacas flacas y de pocos recursos económicos, hacia la apuesta (supuestamente) segura, y los expertos cinematográficos deben de considerar (y a buen seguro que en la mayoría de los casos con razón, pues de lo contrario no lo harían) que realizar una apuesta por devolver la vida a las viejas glorias será un valor seguro, un valor seguro que de lo contrario arriesgándose en nuevas propuestas no les garantizará (a priori) la rentabilidad.
¿Y esto es una estrategia valida para nuestros negocios y para nuestras empresas?, a largo plazo yo diría que no, probablemente como solución a corto plazo, como recurso de emergencia, si tenemos la opción de agarrarnos al salvavidas de aquello que fue para desahogarnos un poco, bienvenido será ( y en el cine, mientras hayan personas que compren las entradas para ver estas secuelas será una buena y rentable opción en este corto plazo), pero en el medio y largo plazo no se podrá sostener nuestro negocio, nuestra empresa en base a ello, pues este efecto salvador (si se produce) será pasajero, languidecerá, perecerá en poco tiempo y si entonces no hemos preparado alternativas de futuro, hemos invertido en innovar, en crear, en apostar por el futuro tendremos muy difícil por no decir imposible la supervivencia.
Y un último apunte para aquellos que ven en innovar, en apostar, en crear, un riesgo y prefieren una apuesta por lo seguro. No se trata de ser un inconsciente, ni de arriesgarlo todo a una carta, pero en la vida, en casi todos los ámbitos, quien no arriesga, quien no apuesta, quien no va más allá de lo establecido, quien no innova, normalmente no gana, como mucho sobrevive, es un triste superviviente, no es el que gana, lidera o triunfa, y eso (salvando contadas excepciones) en los negocios también es así.
En Pymes y Autónomos
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