De hecho, la tendencia natural en las sociedades para asumir cambios importantes, ha sido siempre el hacerlo de forma lenta y segura, introduciendo dichos cambios poco a poco en su día a día.
Lo mismo pasa con la revolución que de la Web 2.0 se espera. No va a suponer, ni supondrá, un cambio radical en la forma de hacer las cosas de un día para otro, sino que dicho cambio se asimilará poco a poco.
El Social Media, junto con un sinfín de tecnologías, ideas y evoluciones que de éstas se están produciendo, ha de ser absorbido y adaptado con todo lo que ya existe. De dicha adaptación, coexistencia y convergencia dependerá su éxito y recorrido.
No nos tenemos que olvidar que detrás de toda esa revolución de los Medios Sociales, se encuentran personas, a las que no les gusta lo excesivamente novedoso, o lo que suponga un cambio drástico en sus hábitos o modos de vida.
No se puede hablar de Social Media, si no se integra de una forma natural dentro del conjunto social en cuyo contexto ha de ser utilizado.
Y es que, ¿hay algo más social, que el uso que hace la gente de algo?
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