Quizás cuando lo leas creas que no es algo importante, pero déjame decirte que son las pequeñas cosas, los detalles, las que hacen la gran diferencia en los resultados.
¿Lo sabías?
Un poco de pimienta está bien, ¿cierto? Pero, una dosis mayor que la adecuada puede redundan en un plato muy picante que nadie quiere comer.
De lo que se trata es de cómo asumes tus tareas cotidianas: si te ocupas de ellas, si atiendes los detalles, generarán los resultados que anhelas. Así funciona para todo.
Así que he aquí el consejo: tienes que atacar tus tareas como si fueras un francotirador.
Un francotirador no reza y espera. Un francotirador tiene UN objetivo específico. Si se concentra en 2 o 3 objetivos al mismo tiempo, NO obtendrá resultados.
No es muy difícil de entender, pero sí resulta complicado de implementar. Lo sé porque a mí mismo me ocurrió durante mucho tiempo, hasta que conocí este sistema.
Tenemos la tendencia a estar ocupados en cosas importantes todo el tiempo, y así se nos pasan las 24 horas del día, los 365 días del año. Ni siquiera disfrutamos los detalles (los momentos).
¿Cómo corregir este mal?
Primero, debemos saber con claridad son cuáles son nuestros objetivos y, luego, aplicar ingeniería inversa para obtener resultados. Así podrás enfocarte en un solo objetivo, y alcanzarlo.
Suena simple. Pero, ¿cuántas personas hacen esto?
Solo aquellos que obtienen resultados. ¡ESA ES LA DIFERENCIA!
Y no es muy difícil, ¿eh?
Yo lo hice y sé que tú puedes hacerlo también. Y sé que, si haces lo correcto, si te enfocas en un solo objetivo como un francotirador, darás en el blanco.
¡Alcanza el objetivo que por tanto tiempo te ha resultado esquivo!
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