De hecho, si quiere que su sabiduría “marketera” pegue el estirón, debería grabar a fuego en su cabeza las máximas publicitarias (“viejunas”) que disecciona a continuación HubSpot:
1. “El boca a boca es el mejor medio de todos” (William Bernbach)
Bernbach, el cerebro detrás de la mítica campaña “Lemon” de Volkswagen, era muy consciente de que la creatividad, la inteligencia y el ingenio eran ingredientes que, utilizados adecuadamente en la publicidad, se traducían a la larga en “word of mouth”. Y por eso la creatividad, la inteligencia y el ingenio eran los tres pilares de la publicidad alumbrada por Bernbach. El fundador de la agencia DDB era ya, hace más de medio siglo, un auténtico maestro del tan de moda “inbound markeing”, cuya último objetivo es precisamente el “word of mouth”.
Bernbach, el cerebro detrás de la mítica campaña “Lemon” de Volkswagen, era muy consciente de que la creatividad, la inteligencia y el ingenio eran ingredientes que, utilizados adecuadamente en la publicidad, se traducían a la larga en “word of mouth”. Y por eso la creatividad, la inteligencia y el ingenio eran los tres pilares de la publicidad alumbrada por Bernbach. El fundador de la agencia DDB era ya, hace más de medio siglo, un auténtico maestro del tan de moda “inbound markeing”, cuya último objetivo es precisamente el “word of mouth”.
2. “Si no vende, no es creativo” (David Ogilvy)
Ogilvy era muy consciente de que el trabajo de los publicitarios y de los “marketeros” estaba en realidad muy lejos de ser divertido. La publicidad, aseguraba el legendario publicitario británico, sólo puede permitirse el lujo de ser divertida si la diversión de la que hace gala es la mejor manera de vender el producto, que es al fin y al cabo la meta de toda campaña publicitaria. ¿La moraleja? Deje aparcado su amor a sí mismo y a sus maravillosas (y creativas) ideas y concéntrese en vender el producto del anunciante. Por eso (y no por otra cosa) le pagan.
Ogilvy era muy consciente de que el trabajo de los publicitarios y de los “marketeros” estaba en realidad muy lejos de ser divertido. La publicidad, aseguraba el legendario publicitario británico, sólo puede permitirse el lujo de ser divertida si la diversión de la que hace gala es la mejor manera de vender el producto, que es al fin y al cabo la meta de toda campaña publicitaria. ¿La moraleja? Deje aparcado su amor a sí mismo y a sus maravillosas (y creativas) ideas y concéntrese en vender el producto del anunciante. Por eso (y no por otra cosa) le pagan.
3. “No es la tinta, es el pensamiento” (David Ogilvy)
Sin una planificación y una estrategia adecuadas, esa gran idea que hemos plasmado (con tinta) sobre el papel no irá a ninguna parte.
Sin una planificación y una estrategia adecuadas, esa gran idea que hemos plasmado (con tinta) sobre el papel no irá a ninguna parte.
4. “Nuestro trabajo es insuflar vida a los datos muertos” (William Bernbach)
Al consumidor, por mucho que a veces lo niegue, le gustan los datos contantes y sonantes. Por eso la publicidad aderezada con datos fiables (y puestos en el contexto adecuado) es música para los oídos del consumidor.
Al consumidor, por mucho que a veces lo niegue, le gustan los datos contantes y sonantes. Por eso la publicidad aderezada con datos fiables (y puestos en el contexto adecuado) es música para los oídos del consumidor.
5. “La creatividad bien practicada puede logra que un solo anuncio haga el trabajo de diez” (William Bernbach)
Ni que decir tiene que la clave del éxito en la publicidad no está tanto en la cantidad como en la cantidad. De nada sirve contratar decenas y decenas de espacios publicitarios si los anuncios que hay en esos espacios son rematadamente malos.
Ni que decir tiene que la clave del éxito en la publicidad no está tanto en la cantidad como en la cantidad. De nada sirve contratar decenas y decenas de espacios publicitarios si los anuncios que hay en esos espacios son rematadamente malos.
6. “Déjalos siempre con ganas de más” (P.T. Barnum)
No se dedicaba exactamente al marketing, pero el mítico “showman” estadounidense P.T. Barnum condensó en esta frase lo que todo “marketero” debería saber: que al consumidor no hay que saciarlo (hasta reventar) sino dejarlo con hambre de más.
No se dedicaba exactamente al marketing, pero el mítico “showman” estadounidense P.T. Barnum condensó en esta frase lo que todo “marketero” debería saber: que al consumidor no hay que saciarlo (hasta reventar) sino dejarlo con hambre de más.
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