martes, 5 de enero de 2016

4 malolientes tácticas 2.0 que los “marketeros” odian amar

La Web Social es un territorio relativamente virgen en el que los “marketeros”no tienen aún muy claro lo que funciona y lo que no funciona. O quizás sí lo tienen, pero aquello que funciona no les gusta porque desprende un aroma desagradablemente nauseabundo.
Alumbrar tácticas novedosas y efectivas en el universo 2.0 no siempre es fácil. La creatividad no es el pozo sin fondo que algunos se empeñan en decir que es, por lo que a los “marketeros” no les queda a veces más remedio que seguir confiando en tácticas que, aunque detestan , son sorprendentemente efectivas.
Si hacemos caso de este artículo de Greg Shuey para Relevance, estas son lastácticas 2.0 que los “marketeros” más odian amar:

1. La táctica de pedir al usuario lo que uno quiere
Pedir al usuario un “like”, un “share” o un retuit es algo que les sienta a cuerno quemado a muchos “marketeros”. Sienten, al fin y al cabo, que esta táctica es una suerte de acto de mendicidad o que resulta demasiado burdo pedir al usuario algo que al fin y al cabo debería salir de él voluntariamente.
¿Lo más curioso? Que los usuarios no les hacen ni mucho menos asco a las peticiones que tienen a bien hacerles las marcas en las redes sociales. En Twitter, por ejemplo, los tuits promocionados que solicitan claramente al usuario el retuit ven incrementado su ratio de retuits en un 311%.
2. La táctica del “click-baiting”
Puede que la curiosidad matara al gato, pero lo cierto es que a los humanos no les provoca un mínimo rasguño. A la gente le gusta que la sorprendan y no puede resistirse a un jugoso cebo primorosamente colocado en un anzuelo, o lo que es lo mismo, a un titular con “gancho” en un link. Webs como Upworthy o BuzzFeedbasan, de hecho, buena parte de su éxito al denominado “click-baiting”.
Nadie pone en duda la eficacia del “click-baiting”. ¿El problema? Que está muy bien hacer morder el anzuelo al usuario, pero el cebo debe ser mínimamente sabroso. De lo contrario, estaremos engañando deliberadamente al internauta.
3. La táctica del selfi
Los selfis, que tanto repelen a algunos “marketeros” por su manifiesta ausencia de naturalidad, están, sin embargo, excelentemente avenidos con la viralidad. El famoso selfi de los Oscars 2014 y más recientemente el selfi que 20th Century Fox publicó en su cuenta en Instagram con toda una “horda” de superhéroes dejan a las claras la eficacia “marketera” de las autofotos.
Puede que a algunos la moda de los selfis les parezca excesivamente impostada, pero lo cierto es que en términos de engagement es capaz de obrar auténticos milagros, sobre todo cuando la autofoto se hace el lugar adecuado en el momento adecuado.
4. La táctica de comprar seguidores
Comprar seguidores tiene el estatus de “pecado mortal” en el universo 2.0. Sin embargo, y si hacemos caso del experimento de un “data scientist” que compartió en su día sus experiencias en Medium, comprar seguidores puede ser una táctica valiosa para ganar en autoridad. Y a más autoridad (mayor número de seguidores en Twitter), mejor será el posicionamiento de nuestro perfil en el buscador de Google. El número de seguidores es clave no sólo para llegar al corazoncito del usuario sino también al corazoncito de los buscadores.
La táctica de comprar seguidores debe, eso sí, utilizarse con moderación y únicamente a corto plazo para conseguir objetivos concretos. Ni que decir tiene que la mejor táctica para conseguir seguidores es agasajarles con contenido de calidad.

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