Aunque esa era publicitaria queda un tanto lejana en el tiempo, lo cierto es queMad Men encierra en sus entrañas un buen puñado de lecciones que elmarketing digital puede también perfectamente hacer suyas. Distilled desgrana a continuación algunas de ellas:
1. No se olvide de complacer a quien de verdad importa: al consumidor
Cegados por la excitación que lleva aparejada la creación de una campaña de marketing digital, los “marketeros” y publicitarios dejan a veces en un segundo plano a quien de verdad importa: al consumidor. Para triunfar en la nueva era digital, hay que conocer al dedillo a la audiencia con la que queremos conectar y modelar nuestras campañas utilizando a esta audiencia como molde.
Cegados por la excitación que lleva aparejada la creación de una campaña de marketing digital, los “marketeros” y publicitarios dejan a veces en un segundo plano a quien de verdad importa: al consumidor. Para triunfar en la nueva era digital, hay que conocer al dedillo a la audiencia con la que queremos conectar y modelar nuestras campañas utilizando a esta audiencia como molde.
2. No diga “sí” a cualquier cosa que le pida el cliente única y exclusivamente por dinero
A veces el cliente pone sobre la mesa una idea que a todas luces descabellada, pero se compromete a pagar “el oro y el moro” con tal de verla hecha realidad. Enfrentados a una idea de estas características, los “marketeros” y publicitarios deben aprender a decir “no”, fundamentando, eso sí, su negativa ante el cliente.
A veces el cliente pone sobre la mesa una idea que a todas luces descabellada, pero se compromete a pagar “el oro y el moro” con tal de verla hecha realidad. Enfrentados a una idea de estas características, los “marketeros” y publicitarios deben aprender a decir “no”, fundamentando, eso sí, su negativa ante el cliente.
3. No busque “piropos”, el cliente siempre se acordará mucho mejor de sus “pifias”
Los clientes invierten grandes sumas de dinero en campañas digitales que esperan que lleven en volandas la imagen de sus marcas. Y cuando lo consiguen, no se toman la molestia de dar las gracias a la agencia que ha hecho posible esas campañas. Simplemente piden más. Era así en la era de Mad Med y sigue siendo así en la nueva era digital.
Los clientes invierten grandes sumas de dinero en campañas digitales que esperan que lleven en volandas la imagen de sus marcas. Y cuando lo consiguen, no se toman la molestia de dar las gracias a la agencia que ha hecho posible esas campañas. Simplemente piden más. Era así en la era de Mad Med y sigue siendo así en la nueva era digital.
4. No tenga miedo de dar una vuelta de tuerca a sus estrategias
Como bien dice Don Draper, “si no le gusta lo que se está diciendo, simplemente cambie de conversación”.
Como bien dice Don Draper, “si no le gusta lo que se está diciendo, simplemente cambie de conversación”.
5. No se recree en sus errores
La gente comete errores. Esa es la triste y cruda realidad. Sin embargo, lo verdaderamente importante no es el error que cometemos sino las enseñanzas que podemos extraer de esos errores. La próxima vez que se tope de bruces con un error, tómese un tiempo para analizarlo y aprender de él y pase a otra cosa. No deje que ese error le paralice.
La gente comete errores. Esa es la triste y cruda realidad. Sin embargo, lo verdaderamente importante no es el error que cometemos sino las enseñanzas que podemos extraer de esos errores. La próxima vez que se tope de bruces con un error, tómese un tiempo para analizarlo y aprender de él y pase a otra cosa. No deje que ese error le paralice.
6. Evalúese a sí mismo con regularidad
Analice de vez en cuando las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de su compañía y una vez concluida la evaluación, diseñe un plan que eche raíces en los resultados de esa evaluación.
Analice de vez en cuando las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de su compañía y una vez concluida la evaluación, diseñe un plan que eche raíces en los resultados de esa evaluación.
7. No se olvide de seguir enamorando al cliente
El amor entre agencia y cliente hay que “regarlo” día a día. De lo contrario, se seca. Y la mejor manera de “regar” ese romance para que no se marchite es poner al tanto al cliente de los progresos en sus proyectos, anticipándose a las necesidades del cliente y superando las expectativas del cliente
El amor entre agencia y cliente hay que “regarlo” día a día. De lo contrario, se seca. Y la mejor manera de “regar” ese romance para que no se marchite es poner al tanto al cliente de los progresos en sus proyectos, anticipándose a las necesidades del cliente y superando las expectativas del cliente
8. Esté preparado para todo
En un “pitch”, ese momento clave en el que la chispa del amor entre cliente y agencia hace acto de presencia (o no lo hace), hay que estar preparado para todo, también para fracasar. No hay que dejar nada al azar y hay que guardarse siempre un as en la manga.
En un “pitch”, ese momento clave en el que la chispa del amor entre cliente y agencia hace acto de presencia (o no lo hace), hay que estar preparado para todo, también para fracasar. No hay que dejar nada al azar y hay que guardarse siempre un as en la manga.
9. No defraude al cliente
Para evitar el pecado imperdonable de defraudar al cliente, tómese su tiempo a la hora de abordar los proyectos que éste tiene a bien encomendarle, diga sólo “sí” cuando realmente está en posición de decir “sí”, elabore un calendario en colaboración con el cliente e infórmele inmediatamente de cualquier percance. Al cliente no le gustan las sorpresas de última hora.
Para evitar el pecado imperdonable de defraudar al cliente, tómese su tiempo a la hora de abordar los proyectos que éste tiene a bien encomendarle, diga sólo “sí” cuando realmente está en posición de decir “sí”, elabore un calendario en colaboración con el cliente e infórmele inmediatamente de cualquier percance. Al cliente no le gustan las sorpresas de última hora.
9 y media. Las máquinas cortacésped no pertenecen al hábitat de una oficina
En el sexto episodio de la tercera temporada de Mad Men una máquina cortacésped hace acto de presencia en Sterling Cooper con consecuencias tan trágicas como cómicas. Parece que no, pero de esta y otras anécdotas los “marketeros” tienen también muchísimo que aprender (en lo que a la gestión de las relaciones con el cliente se refiere).
En el sexto episodio de la tercera temporada de Mad Men una máquina cortacésped hace acto de presencia en Sterling Cooper con consecuencias tan trágicas como cómicas. Parece que no, pero de esta y otras anécdotas los “marketeros” tienen también muchísimo que aprender (en lo que a la gestión de las relaciones con el cliente se refiere).
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