Ser CEO de una startup no es fácil y eso es algo que quienes desempeñan ese papel conocen a la perfección. Al principio de esta aventura sabemos que vamos a intentar estar encima de cada pequeño detalle que se sucede, y justamente por ello es que creemos importante analizar algunos de los principales errores en los que se puede caer en estos casos.
Demasiadas obligaciones: uno de los inconvenientes clásicos de los CEO de las startups tienen que ver con la toma de tareas y obligaciones de forma constante, hasta que ninguna de ellas puede terminar de llevarse a cabo. Es clave en estos casos saber delegar a las personas que vienen debajo nuestro en el organigrama de la empresa, para que tu tiempo esté dedicado sólo a los eventos más importantes.
Falta de comunicación: otro problema recurrente de quienes deben manejar una startup tiene que ver con la falta de comunicación que pueda llegar a existir. Al igual que en el punto anterior y probablemente muchos de los que se nos pudieran ocurrir, esto tiene que ver con la falta de confianza en quienes están debajo nuestro.
Estar en todo: al igual que lo mencionado anteriormente, es fundamental que aprendamos poco a poco a priorizar en qué circunstancias debemos estar presentes y en cuáles conviene en realidad que dejemos espacio para nuestros compañeros, empleados, y demás.
Evitar riesgos: aunque cuando existen muchas chances de perder a veces ser prudente no está mal, en estos de las pequeñas empresas normalmente obtienen éxito quienes juegan sus cartas con mayor audacia.
Olvidar el espíritu de una startup: en la misma sintonía de lo mencionado antes, tenemos que pensar que una startup funciona de un modo diferente a otro tipo de empresa. Su cultura de trabajo es distinta a otras experiencias semejantes, y por eso el CEO no debe quedar al margen, estar en todos lados, pero sin presionar ni ser demasiado agobiante.
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