Ser el tercer hombre más rico del mundo no es algo que se consiga de la noche a la mañana, Amancio Ortega ha sabido construir su imperio paso a paso, escalón por escalón, llegando a la cima del emprendimiento y convirtiéndose en uno de los empresarios más envidiados de la tierra.
Pero, ¿cómo lo ha logrado?, ¿cuál es su secreto? David Martínez, periodista de La Vanguardia.com, ha publicado un libro (Zara, visión y estrategia de Amancio Ortega)
en el podemos acercarnos más que nunca a la figura de Amancio Ortega
como emprendedor. A través de las páginas de esta biografía no
autorizada conoceremos algunas de las claves que han convertido a Ortega
en este empresario de éxito.
Lo cierto, es que al igual que Steve Jobs, con el
que se le compara en más de una ocasión a lo largo del libro, Amancio
Ortega no viene de una familia pudiente, por lo que su camino no ha sido
precisamente fácil. Su carácter visionario le permitió abrir primero un negocio de batas en La Coruña,
que creció de tal manera que, incluso, sus productos empezaron a
distribuirse por países europeos. Su ambición, su gran poder de
observación y su perfeccionismo le llevaron en el año 1975 a abrir la primera de las tiendas Zara. Su expansión es inminente y progresiva.
Para seguir los pasos de amancio Ortega, no solo se necesita contar con un carácter visionario, algo con lo que desgraciadamente no cuenta mucha gente, también es imprescindible ser disciplinado. Uno de los objetivos marcados a fuego en Inditex es enviar cada dos semanas mínimo nuevos productos a las tiendas. Una vez puestos en las tiendas se le hace un seguimiento constante al inventario.
Otra característica que este escritor encuentra en Amancio Ortega,
y que es fundamental a la hora de montar un negocio, es montar una
forma de trabajar no autoritaria, pero sí muy clara, abierto a mantener
una conversación con cualquier persona y a recibir sugerencias por parte de su plantilla.
Tanto en la tecnología como en la moda, los cambios son constantes y hay que adaptarse. Quizás aquí es donde encontraríamos la verdadera similitud entre Jobs y Ortega,
pues ambos siempre han estado en constante evolución. “No se acaba de
fabricar un producto cuando ya se está diseñando otro”, y lo más
importante, es el cliente quien te está diciendo lo que quiere. Como
bien decía Steve Jobs, en muchas ocasiones, “el cliente no sabe lo que quiere hasta que tú se lo enseñas”.
Otra de las grandes “virtudes” que tiene que tener cualquier emprendedor que se precie es la ambición, pero no confundir con codicia, junto con una piza de inconformismo. Amancio Ortega se crió
en un pequeño pueblo donde lo normal para un joven de su edad
seguramente no sería crear una empresa de tamaño medio y mucho menos un
imperio de este tipo. Él decidió lanzarse. El crecimiento fue realmente
rápido.
Mientras que para la mayoría lo más sencillo hubiera sido abrir un par de tiendas y punto, Amancio no se conformaba con eso. Después de las dos primeras tiendas, llegaron 4 más, y luego 16, después 100, hasta estar presente en más de 70 países actualmente y ser dueño de todo el conglomerado INDITEX.
Sin duda, Este empresario gallego puede dar muy buenas lecciones sobre emprendimiento, algo que todos necesitamos en estos momentos de crisis e incertidumbre económica.
Un artículo publicado en Muy Pymes
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