Sobre todo en el ámbito de Internet, se puede decir, simplificando, que “está todo inventado”. Bien, asumamos que puede no ser así, que es posible que tengas una magnífica idea (ojo, que eso no quiere decir que sea viable como negocio) que aún no se le ha ocurrido a nadie… pues lo siento, desengáñate, a alguien se le ha ocurrido ya.
Por ello deja de guardar celosamente tu idea en tu cabeza y ponla en marcha. En tu cabeza tú idea es sólo eso una idea y sólo es tuya. Prepara una buena presentación: haz un estudio sobre la inversión necesaria, investiga las posibles vías de retorno de esa inversión, elabora un plan de negocio y busca a quién o dónde presentarla. Si no lo haces, cualquier día, por Twitter, Facebook, en alguno de los blogs que lees o mediante algún amigo te enterarás de que alguien la ha puesto en práctica. En ese momento que a ese alguien le funcione o no, es lo de menos: NO TE SUCEDERÁ A TI.
Te resumo, por tanto, parte de lo que te perderás:
- Elaborar la presentación: es un trabajo tan duro como ilusionante. Plasmar sobre papel (o en slides) tu idea te llenará y te realizará. Te hará detectar los posibles fallos y mejorarla, darle forma e incluso desarrollar nuevas funcionalidades en torno a la misma.
- Presentarla: no sólo porque verás recompensado tu esfuerzo con ese primer hito, sino porque te dará la oportunidad de conocer gente que te enriquecerá personal y profesionalmente. No es networking, es conocer personas que alguna vez consiguieron lo que ansías y que alguna vez estuvieron en tu posición. Que no inviertan o le saquen pegas (lo más probable) es parte de esta enriquecedora experiencia, no lo dudes ni por un momento. Por supuesto que te llevarán los demonios, los nervios y quién sabe qué más. Es posible que nunca hayas hecho una presentación de algo así: que eso no te acobarde. Ensaya con tu familia o amigos y cuéntales la idea como si tuvieras que obtener la inversión de ellos (recuerda la regal de las tres efes) y hazlo con pasión (créetela) Sólo así te sentirás cómodo y, sobre todo, transmitirás credibilidad en el momento de la verdad.
- Desarrollarla: si hacer la presentación es apasionante esto te parecerá una montaña rusa, pero en el buen sentido. El diseño funcional, conceptual, los prototipos, los diseños, la elección de la tecnología, del equipo, el plan de marketing, etc. No todas esas tareas serán competencia tuya, desde luego, pero sí participarás directa o indirectamente.
- Lanzarla: Una de las muchas cosas que siempre valoraré de mi andadura en Fon, es el haber sido partícipe de su desarrollo y del lanzamiento de los “Bills”. Ponerlo en producción (tras numerosos ensayos) y ver cómo se comporta la comunidad, cómo los usuarios (de todo el mundo en este caso) responden dándole uso a la plataforma, registrándose, creando sus perfiles, etc. Es increíble. No se puede definir de otra manera.
- Verla crecer: Evolucionar, resolver las seguras incidencias, añadir funcionalidades, ver la respuesta de los usuarios, idear campañas de marketing, promociones, presentarla ya como algo tangible en los distintos foros y vuelta a empezar. Es un proceso que se retroalimenta de sí mismo.
Un artículo de Luis Hernandez
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