No podemos plantearnos la tarea de diseñar un plan de negocio como un simple documento que nos servirá para convencer a otros de lo buena que es nuestra idea. La necesidad de diseñar un buen plan de negocio viene determinado por cuatro claves.
- El diseño nos obliga a pensar en los puntos clave de nuestro negocio. Esto es en qué consiste la idea; a quién va dirigida; cómo se va a poner en práctica; quién la va a llevar a cabo; cuánto va a costar y lo que podemos obtener con ella.
- Nos ayuda en la definición de la estructura juridica y organizativa del negocio; la definición de productos y mercados; el plan de marketing y la estructura financiera, entre otras. Plantearnos las alternativas para cada uno de estos aspectos y tomar las decisiones oportunas al respecto.
- Implica la realización de un análisis DAFO de nuestro proyecto el mercado en el que se desarrollará y de la competencia que podamos tener, con lo que podremos anticipar problemas o definir la manera de afrontarlo cuando éstos surjan
- Sirve de base para preparar las acciones necesarias para poner en práctica esa planificación y definir alternativas cuando veamos que los resultados obtenidos se desvían de los esperados. Es un instrumento revisable y que adaptable a las nuevas condiciones a las que haya que enfrentarse.
Es necesario utilizar convenientemente esta herramienta para poder sacarle el mayor provecho y su efectividad vaya en beneficio de nuestro negocio.
En Pymes y Autónomos
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