Son muchas las personas y empresas que me transmiten la misma
pregunta, ¿cómo gestionar este escenario de crisis para que la empresa
se vea lo menos afectada posible?. Es cierto que esta cuestión no tiene
una respuesta ni rápida, ni simple. Cuando realizo un diagnostico de
una empresa, la manera en como encara la difícil situación que ahora
vivimos, es para mí síntoma más que suficiente de que potencialidad
tiene para superar esta situación. Esto que parece una práctica
arriesgada, la experiencia me muestra que existe mucha relación entre
donde focalizamos la fuente del problema y donde encontramos las
respuestas solución al mismo. Así me encuentro empresas que su obsesión
en épocas de dificultades para vender y cobrar, es el recorte de
costes. De tal forma que se reduce personal, se reducen servicios
básicos de comunicación comercial, se reducen precios, dietas,
beneficios sociales, se recortan salarios, en definitiva se elimina todo
aquello que la dirección considera superfluo o prescindible. Estas
medidas se realizan con excesiva ligereza, y es que en ocasiones vemos
como ciertas organizaciones van eliminado acciones, recursos o procesos
que son lo que les permiten en la actualidad seguir vivos, es decir,
están debilitando con estas acciones de “falsos recortes de costes “ las
posibilidades competitivas de la empresa.
Ojo, no me gustaría que se
interpretara mis palabras como que soy enemigo de reducir costes, en
ocasiones no hay otra solución, lo que intento defender es que estas
reducciones lo que nos muestran es que si somos capaces de reducir
costes y alcanzar los mismo o parecidos resultados, no debemos
interpretar que tenemos un problema de costes sino de eficiencia. Y es
que la empresas competitivas saben con exactitud qué inversión tiene
que aplicar según los objetivos que pretende conseguir, estas empresas
lo que pueden reducir son gastos, pero no costes. Cuando compruebe que
puede reducir costes con facilidad y que no afecta a la cadena de valor
de su empresa, haga un estudio de eficiencia y ajustes de procesos, pues
creo tiene problemas en esa área.
Otras empresas, volviendo a la pregunta inicial, gestionan el
escenario de crisis intentando ampliar mercados para aumentar los ratios
de facturación. Esta puede ser una estrategia interesante para paliar
los efectos de la crisis. La premisa es, si tenemos más clientes,
venderemos mas, facturamos mas y por tanto tendremos mejores números,
mas solvencia, más competitivos, por lo tanto solución encontrada. Las
organizaciones que se deciden por esta posibilidad han de tomar en
cuenta si están preparados para ampliar su mercado, es decir, en la
empresa tenemos capacidad productiva para dar respuesta a los nuevos
índices de demanda, o estamos capacitados para dar respuestas a nuevos
clientes que no conocemos, seremos capaces de mantener nuestra imagen de
marca en los nuevos mercados, nuestros productos están ideados para
satisfacer la necesidades de los nuevos clientes, cual es nuestro
problema vender o comercializar de manera rentable, jugaremos con las
mismas regla comercializadoras en esos nuevos mercados, o incluso en
ocasiones estamos preparados para exportar, todo esto que comento son
preguntas que cualquier organización que decide ampliar mercado ha de
hacerse. Obviamente, la solución una vez nos decidimos por buscar nuevos
mercados o ampliar en el que estamos no consiste en encontrar clientes a
cualquier precio y de cualquier manera, este desquiciamiento tendrá
pésimas consecuencias para la empresa en forma de pésimos resultados e
incluso para valores válidos que antes existía en la organización.
En fin estas son dos formas de encarar y sobrevivir a la época de
crisis comercial que estamos sufriendo, descritas de forma muy
simplificada, eso es cierto, pero me reconocerán que son las más
frecuentes entre el tejido empresarial que conoce. Vaya por delante que
ninguna de las comentadas en principio me parecen que sean inaceptables
e incluso no son excluyentes, aunque si me gustaría aportar mi visión
para mejorar la gestión de la crisis en las empresas. Entiendo que las
empresas tienen razón de ser porque hay personas o instituciones que
compran nuestros productos o servicios o ambos. A estos los llamamos
clientes y son de los que vivimos. Ellos son la solución y los problemas
a nuestra situación en un 80% de ocasiones. Me explico, las empresas
que conocen bien a sus clientes tiene más posibilidades de sobrevivir
que aquella que se jactan de tener magníficos productos o servicios.
Dicho de otra manera, los clientes serán muchos casos los que decidan
qué empresa sobrevive y que empresa muere. Esto, que es una
perogrullada en ocasiones se olvida desde la organización, focalizando
su misión en parámetros que van en contra de los deseos y tendencias de
los clientes. Realice algunas de las siguientes reflexiones, para
establecer qué relación tiene su empresa con sus clientes:
- Sabemos cuántos clientes tenemos
- Cuántos de ellos son rentables para la empresa
- Sabemos los ratios de rentabilidad de cada cliente
- Tengo clasificados en diferentes tipos a esos clientes y los “trabajo” comercialmente de manera diferente
- Como han evolucionado en gustos y deseos estos clientes
- Tengo sistemas de información objetivos en la empresa que me
garantizan que conozco esa evolución de los clientes de manera
actualizada
- Nuestros productos/servicios han seguido la línea de esa evolución de los clientes
- Que ratio de clientes fieles poseemos en la empresa, ha aumentado ese ratio
- Como me pongo en contacto con mis clientes
- Cada cuanto tiempo me pongo en contacto
- Tengo contacto directo o vía indirecta
- Siempre que me pongo en contacto con los clientes es para venderle
- Me supone problemas orientar toda la comercialización a los deseos de mis clientes
- Todas nuestras decisiones tomo en consideración a mis clientes
- Que consideración tiene mi organización de los clientes, que importancia tiene dentro de mi empresa
- El objetivo de la empresa es vender o satisfacer necesidades
- Llevo tantos años en el mercado que los clientes no me van a sorprender con lo que realmente quieren
- Si tengo un producto BBB (bueno, bonito barato) no tendré problemas con mis clientes
- Lo importante en la empresa es tener un buen producto o buenos clientes
- Todos en nuestra organización tienen el mismo compromiso con los clientes
- La información que obtenemos de los clientes la convertimos en conocimiento que posteriormente consigue buenos resultados
- Vamos a por los clientes o los clientes vienen a nosotros
- Elegimos de manera adecuada a nuestros clientes
- Nuestra posición competitiva es tan destacada que en ocasiones a los
clientes los tratamos o podemos dar la imagen de estarles haciendo un
favor
- Las quejas son fuente de conocimiento en nuestra mejora como empresa
- Vendemos y cobramos
- Nos metemos en demasiados proyectos de mucho riesgo financiero por los clientes a los que nos dirigimos
- Toda la acción comercial de la empresa queda registrada, para su posterior estudio y conversión en conocimiento
- Son nuestros clientes nuestros mejores comerciales
- Tenemos políticas de gestión de clientes clara, aceptadas e implementadas con éxito
- Todas las acciones que realizamos desde la empresa tiene como objetivo
nuestros clientes o conseguimos despistarlo y que no se den por
aludidos o se encuentren representados en esas acciones
Todas ellas son cuestiones que debe repasar con absoluta objetividad
para ver en qué momento de relación se encuentra con sus clientes. Si
esas preguntas que se plantean, su empresa no se las han realizado, no
se las han planteado, no le concede importancia o no tiene respuestas
excesivamente claras, puede que tenga que focalizar acciones a mejorar
su relación con los clientes. Por el contrario si tiene respuesta a todo
lo preguntado de manera objetiva y completa, enhorabuena posee una
situación interesante para sobrevivir y crecer, siga profundizando en su
relación con los clientes.
Defiendo a ultranza que los clientes es la forma de salir de los
momentos difíciles que vivimos. Para ello tendremos que hacer esfuerzos
por seleccionar los clientes que más nos interesen o que mejor podamos
atender, conocerlos mejor, comunicarnos mejor con ellos, escucharles con
mucha más atención y sobre todo ajustar nuestra oferta de manera exacta
a sus expectativas, circunstancias y deseos. Todo el trabajo de las
organizaciones que no estén hoy día en esa “sintonía” va a tener muchas
dificultades para seguir adelante. Obviamente este esfuerzo en clientes
se debe gestionar de manera adecuada con procesos revisables de
eficiencia y con ratios que nos muestren nuestros progresos, así como
con el objetivo de ampliar cada vez más nuestro mercado, pero siempre
con la misma perspectiva de cercanía-servicio al cliente que nos da
buenos resultados.
No corren tiempos fáciles para las empresas, ni para los clientes. El
trabajo de las primeras es facilitar, detectar y explotar las
oportunidades que de manera consciente o latente muestran los clientes, a
cambio estos desean que se cubran sus expectativas y necesidades, que
se les haga la vida más fácil y agradable. La gestión de la crisis pasa
por realizar un esfuerzo en conectar sinergias de encuentro entre las
empresas y los clientes, en tener una actitud de servicio permanente y
adecuado con estos. ¿Su empresa está mirando al lugar adecuado para
superar la crisis?, espero que sí.
Rafael Cera Proveedor de competitividad para empresas
No hay comentarios:
Publicar un comentario