Normalmente hablamos de motivación como incentivo, algo que se ofrece al individuo para que se esfuerce en lograr un objetivo concreto. Sin embargo un análisis más profundo nos lleva a identificar distintos tipos de motivación y cada uno de ellos tiene una gran influencia en la empresa.
Por supuesto cada uno de los tipos identificables de motivación tienden a satisfacer las necesidades materiales, personales o espirituales del individuo, pero precisamente eso es lo que al final ayuda a que, dentro de una organización, la consecución de los objetivos individuales ayude al objetivo del colectivo.
El primer tipo de motivación es aquella que mueve a los individuos con la perspectiva de la obtención de un beneficio o de eludir una pérdida. Es la motivación inicial que se suele dar en una organización empresarial en base al premio que ésta pueda ofrecer por el rendimiento de sus trabajadores, incentivos económicos, primas u otro tipo de ventajas extrasalariales. Esta motivación es la que está orientada a satisfacer las necesidades básicas.
Otro tipo es la motivación que puede obtener un indivíduo por la satisfacción personal de realizar su tarea de forma adecuada. Este tipo juega más con la autorealización de la persona y, a largo plazo, es mucho más efectiva que la primera, ya que está muy relacionada con la implicación de la persona con su trabajo, más allá del objetivo material que puede obtener de él.
La tercera clase de motivación se da cuando el individuo se mueve en consideración a los efectos que sus acciones producen sobre las necesidades ajenas. Es lo que podríamos asimilar al sentido de la responsabilidad o del deber. Es importante tener en cuenta este tipo de motivación puede tener efecto en las necesidades de dentro de la propia organización (entre compañeros del mismo equipo de trabajo o de otros departamentos) o de fuera (clientes, proveedores, la sociedad en general, etc.)
El poder manejar los tres tipos de motivaciones en cada individuo de nuestra organización aumentará su productividad. Desde luego el perfil individual de cada persona es importante y es normal que cada uno sea más motivable en una de las clases que en las otras, el trabajo de la dirección es gestionar las tres y saber adaptarlas a cada caso particular.
En Pymes y Autónomos
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