El Informe Anual del Observatorio Global Entrepreneurship Monitor (GEM) sobre actividad emprendedora en España forma parte del proyecto internacional de investigación y análisis de la actividad emprendedora más completo y ambicioso que se haya llevado a cabo nunca. En su edición de 2010, han participado 59 países que representan más de la mitad de la población y el 84 por ciento del PIB mundial.
Este Informe sobre la actividad emprendedora muestra para España una situación con más sombras que luces: la actividad emprendedora registra un nuevo descenso y se sitúa en el nivel más bajo de la serie histórica. La debilidad que ha mostrado la economía española en 2010, sumada al nuevo deterioro de las condiciones del entorno para emprender apreciado por los más de 600 expertos consultados, configuran un escenario donde resulta extraordinariamente difícil la puesta en marcha de una nueva empresa, tarea ya de por sí compleja.
A juicio de los más de 600 expertos del GEM consultados, en 2010 continuaron deteriorándose las condiciones de entorno para emprender, alcanzándose la valoración media más baja desde 2005. Entre las condiciones del entorno peor valoradas por los expertos están: el acceso de los emprendedores a financiación; la insuficiente educación y formación específica en gestión en emprendedora, particularmente en las etapas educativas de primaria y secundaria; y las cargas burocráticas e impositivas relacionados con la actividad emprendedora. Entre los aspectos mejor valorados, vuelven a destacar, al igual que en ediciones anteriores del Informe GEM, el estado de las infraestructuras físicas y los servicios públicos así como la disposición de los consumidores a aceptar y adquirir productos innovadores.
Las apreciaciones de los expertos GEM, que sitúan a España entre los tres países de su grupo de comparación con peor puntuación de las condiciones del entorno (junto a Italia y Grecia), coinciden con la información que proporcionan otros informes internacionales, como "Doing Business" elaborado por el Banco Mundial, donde España pierde dos posiciones en 2.010 en la clasificación de países según la facilidad que éstos ofrecen para hacer negocios. Estos resultados, constituyen una llamada de atención a los agentes públicos y privados cuya actividad incide en la creación de empresas y deberían representar un estímulo para que ambos tipos de agentes revisen a fondo aquellos aspectos de su desempeño que puedan estar suponiendo un obstáculo al emprendimiento. El dinamismo emprendedor es imprescindible para impulsar el crecimiento económico y el progreso; y más aún, si cabe, en un país como España donde una de cada cinco personas activas se encuentra en situación de desempleo.
En este contexto de deterioro, tanto de la actividad económica como de las condiciones del entorno para emprender, en 2.010 se registró un nuevo descenso de la Actividad Emprendedora Total (TEA, Total Entrepreneurial Activity), que se situó en el 4,3%, su nivel más bajo de la serie histórica, tras reducirse 0,8 puntos porcentuales en comparación con 2009.
El TEA, que mide el porcentaje de la población con edades entre 18 y 64 años que está involucrada en una actividad emprendedora de reciente creación (hasta 42 meses de actividad), se desagrega, a su vez, en emprendimiento naciente (hasta 3 meses de actividad) y emprendimiento nuevo (entre 3 y 42 meses de actividad).
La referida caída de la Actividad Emprendedora Total, se explica fundamentalmente por el retroceso del emprendimiento nuevo, que pasa del 2,8% al 2,1% en 2010; mientras que el emprendimiento naciente se mantiene prácticamente en el mismo nivel del pasado ejercicio, situándose en un 2,2% frente al 2,3% del año anterior.
Estas cifras reflejan las dificultades que siguen encontrando los emprendedores tanto para poner en marcha como para mantener la actividad de sus iniciativas.
El Informe GEM incluye a España en un grupo de veintiún países cuyas economías están "impulsadas por la innovación". Dentro de este conjunto de países, España se encuentra, junto a Portugal, Alemania, Dinamarca, Bélgica, Japón e Italia, en el grupo cuya población adulta está menos involucrada en la puesta en marcha de nuevas actividades emprendedoras. En el extremo opuesto, también dentro de los países cuyas economías están impulsadas por la innovación, nos encontramos a Australia, Islandia y EE.UU, entre otros, como los países con mayores tasas de actividad emprendedora.
La caracterización del emprendedor se realiza a través de la síntesis de los rasgos socioeconómicos más frecuentes observados entre este colectivo. Este "retrato robot" refleja la figura del emprendedor como un hombre, de 36 años, con estudios profesionales superiores o universitarios, que ha recibido formación específica para emprender y con un nivel de renta alto
Al igual que en anteriores ediciones del Informe, en la mayor parte de los 59 países que participaron en el GEM en 2010 se observó una mayor propensión a emprender entre los hombres que entre las mujeres.
En el caso concreto de la economía española, la participación femenina en la actividad emprendedora supuso un 36,4% del total, acusando un descenso de casi seis puntos porcentuales desde el 2008.
Este dato refleja que, al igual que en el sector de empleo por cuenta ajena, cuando las condiciones económicas se deterioran, las desigualdades de género se acentúan también en el ámbito emprendedor.
Lee el informe completo aquí: http://www.ie.edu/gem/img/informes/61.pdf
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