Los CEOs desempeñan un rol absolutamente vital a la hora de enarbolar la bandera del propósito del que son propietarias las marcas que lideran y también de inocular ese propósito en los empleados y en el último términos en los clientes.
Según un reciente estudio global de la agencia de relaciones públicas Edelman, el 60% de los consumidores tiene el firme convencimiento de que los CEOs están más movidos por la codicia que por su deseo de dejar su huella positiva en el mundo.
Si los consejeros delegados desean que el consumidor tenga a bien ungirles con su sacrosanta confianza, deben estar dispuestos a “mojarse” en temas de naturaleza social. No en vano, el 64% de los más de 33.00 consumidores consultados en su informe por Edelman cree que los CEOs deberían llevar la batuta en asuntos sociales.
“La construcción de la confianza es contemplada como el trabajo número uno del CEO. Y las marcas deben tener en este sentido un compromiso a largo plazo”, recalca Matthew Harrington, director global de operaciones de Edelman, que presentó la conclusiones del informe en el marco de la conferencia Accelerate de la Asociación Americana de Agencias de Publicidad (4A’s).
A la hora de emitir mensajes llevados en volandas por un propósito concreto, las marcas necesitan asociarse con portavoces creíbles (un rol que los CEOs pueden desempeñar a la perfección) que conozcan a las empresas que hay detrás a la perfección y que hablen en su nombre, dice Harrington.
Para sacar el máximo jugo al propósito que hace bombear sangre al corazón de las marcas es preciso involucrar a la organización en su conjunto, también a los empleados, que pueden y deben convertirse en “brand ambassadors”, sostiene el ejecutivo de Edelman.
“El talento puede ser la voz más poderosa dentro de una organización. Y sobre ese talento donde podemos levantar el edificio de la confianza”, concluye Harrington.
Vía: Marketing Directo
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