Especialmente cuando uno se incorpora al mercado laboral o a la disciplina de una nueva empresa donde hemos sido contratados es muy importante contar con el respaldo y soporte de un mentor.
Sin embargo, no siempre es posible encontrar a esa persona perfecta que necesitamos para que nos proporcione el asesoramiento y acompañamiento adecuado que podamos llegar a requerir.
De hecho, siendo objetivos, una sola persona no es suficiente para que nos pueda ayudar y resolver todo el espectro de dudas y circunstancias que se nos puedan plantear, por eso, siempre conviene tener un consejo de mentores en quienes podamos confiar.
Es decir, un grupo de personas, que destaquen cada una de ellas por tener unas capacidades y habilidaes específicas, a quien poder dirigirse para obtener comentarios y sugerencias. Para eso, comienza por preguntarte hacia dónde te diriges y qué habilidades necesitas tener. Contacta con esas personas cuyo consejo aprecias y respetas, que pueden ser tus propios compañeros, jefes sénior o incluso empleados de menor rango.
Evidentemente, esto no consiste en producir consultas circunstanciales sino en llevar una relación estable con estas personas, en entornos informales o formales, donde poder tratar con ellos abiertamente estos hechos que nos producen inquietud de cara a nuestro desarrollo profesional.
Algo que no se debe obviar es que, para que estas relaciones sean productivas y duraderas, deben de ser recíprocas, cada persona, debe pensar también en las habilidades y cualidades que les conviene a los demás.
Un artículo publicado en Pymes y Autónomos y, recibido vía Vallebro.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario