El bloqueo creativo se trata de la pérdida temporal de la capacidad de crear, un fenómeno que puede deberse a causas como la frustración, la falta de confianza, el miedo a la opinión ajena, el exceso de trabajo o la baja motivación. Te aportamos algunas claves para salir airoso del mismo.
¿Alguna vez te has sentido como si tus superpoderes creativos se hubiesen esfumado de forma repentina? ¿Intentas terminar ese artículo cuyo plazo de entrega está a punto de caducar y el resultado se te antoja catastrófico? ¿Tu novela lleva cogiendo polvo en un cajón durante meses debido a la ausencia de nuevas ideas? ¿Empuñar de nuevo un bolígrafo o el teclado te genera ansiedad y angustia?
Seguramente estés sufriendo un bloqueo creativo, un problema universal -y muchas veces cíclico- común a muchos creadores y que se trate de un bache que puedes sortear aplicando diversas técnicas y sobre todo, no permitiendo que surja el pánico ni pensando que la creatividad es un ente mágico que no desea volver a tu cabeza o que es privilegio de unos pocos afortunados.
Cada uno debe encargarse de encontrar aquellos métodos y recursos que les resulten eficaces para escapar del bloqueo, que son tan diversos como personas hay en el mundo. Liberar endorfinas practicando deporte, practicar escritura automática como hacían los artistas surrealistas franceses de vanguardia a principios de siglo, salir a la calle boli y papel en mano en busca de ideas frescas u hojear libros en busca de frases al azar que puedan despertar de nuevo a la bestia de la inspiración son algunos ejemplos variopintos para recuperar el hilo creativo.
5 técnicas efectivas para salir de un bloqueo creativo
- Listas: Ordenar tus pensamientos en una lista es una manera efectiva de darle forma a las ideas primigenias que surgen en tu mente. En Zen en el arte de escribir, Ray Bradbury describía con acierto este acto como disparador de energía creativa. Una variante interesante es la realización de binomios fantásticos, una técnica de creación literaria desarrollada por Gianni Rodari en su libro “Gramática de la Fantasía y que consiste en coger dos palabras al azar -pertenecientes a distintos campos semánticos- e intentar escribir una pequeña historia con ellas.
- Meditación: Meditar a través de técnicas procedentes de yoga, de la práctica del mindfulness o de ejercicios relativos a la respiración es una práctica ideal para realizar de forma diaria, especialmente antes de ponerte manos a la obra con una actividad creativa. Es muy útil para pelear contra el bloqueo creativo porque intensifica tu atención, amplía tu conciencia sobre los detalles y te ayuda a ganar nuevas percepciones sobre la realidad, logrando alcanzar estados alterados de conciencia, combatir la ansiedad y conectar con tu interior.
- Ejercicios de creación colectiva: El brainstorming -la generación de lluvia de ideas- es una creación colectiva -que también puedes hacer de forma individual- que consiste en anotar ideas en torno a un concepto, ámbito o problema. Para ello, debes eliminar toda crítica o juicio, pensar libremente -aunque las udeas te parezcan salvajes, imposibles o inimaginables-, concentrarte en que la cantidad sea considerable y beneficiarte del efecto multiplicador. Otra técnica grupal muy útil es el cadáver exquisito, un juego en el que un conjunto de personas escriben o dibujan una composición en secuencia. El truco reside en que cada persona solamente puede ver el final de lo que escribió el jugador anterior.
- Adiós a la rutina: Repetir la misma rutina a diario genera pereza, desidia y efectivamente, bloqueo creativo, mientras que probar cosas nuevas contribuye a mantener el flujo de ideas creativas, darle al cerebro nuevos estímulos, preparar la mente para lo inesperado, ganar agilidad y resolver problemas de forma más disruptiva al ser capaz de “pensar fuera de la caja”. Puedes tomar nuevas rutas de camino al trabajo, recorrer la ciudad y sus alrededores con tu cámara de fotos, realizar acertijos y problemas antes de dormir, coger un libro al azar de la biblioteca, acudir a una exposición o lanzarte a la aventura de un viaje. Cualquier recurso es válido para la inspiración.
- ¡Qué vivan los garabatos!: Grandes genios de la creación literaria como Dostoievski, Borges, Balzac, Faulkner o Tolkien tuvieron a los garabatos como musas. De hecho, un estudio de la Universidad de Plymouth asocia esta distracción a menudo tachada de infantil a un mejor rendimiento, un incremento de la creatividad y numerosos beneficios para el aprendizaje. Garabateando generas más ideas, tomas mejores decisiones, enriqueces tu memoria y te vuelves más receptivo frente a la información que absorbes. Además, ¡es muy divertido!, y solo necesitas un lápiz y un papel. Otra alternativa son los mapas mentales, que también puedes realizar mediante aplicaciones y herramientas online.
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